Érase una vez una poderosa bruja que se enamoró de un pastorcillo, durante muchos días le acompañaba a apacentar su rebaño y le obsequiaba con viandas y vinos que él jamás había podido soñar. Un día, la bruja le propuso mudarse a su cueva y compartir el lecho, pero él la miró espantado y le dijo - Pensé que solo querías se mi amiga, por eso acepté tus obsequios como prueba de amistad, pero mi corazón pertenece a una doncella con la que casaré esta misma primavera-
La bruja se retiró a su cubil henchida de rabia y lanzó su maléfico conjuro. - "No puedo atacar a quien has amado antes que a mí, pero el día que tu corazón se abra al amor de otra mujer, os destruiré a los dos"- Bebió de su pócima y lanzó a los cuatro vientos su aliento de fuego.
Pasaron los años y el pastor era feliz en su humilde cabaña junto a su esposa, pero un día, conoció a una hermosa muchacha y se enamoró de ella. Cuando la bruja sintió que el corazón de su amado latía con un nuevo soplo, se encerró en su laboratorio y destiló un bebedizo mortal, lo vertió en una botella de vino, y lo dejó en la puerta de su amado, cuando él lo bebiera contraería una enfermedad mortal que contagiaría a su amante sin que nada ni nadie pudiera salvarlos.
Aquella noche, el pastor llegó a su morada cansado y sediento y apuró la botella de un par de sorbos, había quedado con su amante a la mañana siguiente y tras una cena frugal se replegó en el lecho soñando con el nuevo día.
Despertó sobresaltado, desayunó y se encaminó hacia la cabaña de su amante, pero sin saber porqué, no llegó a entrar, su corazón encabritado le impedía traspasar la puerta, volvió con sus ovejas mientras ella languidecía en la espera.
Pasaron los días y el muchacho estaba cada vez más enfermo, su esposa le cuidaba con celo y su amante desesperaba sin saber lo que estaba sucediendo en la seguridad de que su amor había dejado de quererla.
Una noche se le apareció la bruja entre sueños y le dijo - ¡No dejaré que mueras en paz, tu amante morirá contigo pues en tus besos ingirió mi veneno, y los dos os encontrareis en los infiernos!-
El abrió los ojos a duras penas y una sonrisa apareció entre sus labios-
- Has fracasado bruja del infierno!!!, algo me dijo antes de cruzar su puerta que no debería volver a abrazarla, así que me has perdido para siempre, pero ese amor que nunca te perteneció florecerá en el corazón de las mujeres que me aman y sus frutos poblarán la tierra más allá del horizonte.
El odio puede ganarle una batalla al amor, pero jamás le ganará la guerra.
JUANMAROMO