Un país es como una gran familia, unos trabajan, otros están
en la edad de estudiar y algunos son mayores y están jubilados. Esta gran
familia tiene unos ingresos y unos gastos que deben estar equilibrados para el
buen funcionamiento de la sociedad . Durante los años de bonanza, este grupo hizo compras suntuarias y realizó inversiones
descabelladas, recurrió al crédito en demasía pagando intereses con nuevos créditos.
Mientras los ingresos fueron saneados todo quedaba enmascarado, pero llegó la
crisis y varios miembros activos quedaron en paro. Los créditos vencían y como
no había liquidez suficiente, se recurrieron a nuevos endeudamientos, los
bancos cada vez imponían intereses más altos, hasta que elaboraron un informe
sobre la economía familiar, y en vista del escandaloso déficit exigieron
medidas correctoras urgentes para poder seguir financiando la deuda.
El consejo familiar se reunió y empezaron a reducir el
presupuesto en educación, alimentación y salud y se exigió una mayor
contribución a los miembros activos para equilibrar la economía. Pero un reducido grupo, los mas ricos y los que habían empeñado a la familia con sus faraónicos gastos , se
negaron a pagar, incluso retiraron parte del capital que aportaban al
presupuesto y se lo guardaron fuera del núcleo familiar, mientras los que más dinero
ganaban vivían mejor, los jóvenes veían
como les quedaba menos dinero y los mayores apenas podían comer con el
montante que les entregaba el presupuesto.
Los niños dejaron los estudios, y la mala alimentación hizo enfermar a muchos de los miembros, que al no tener seguro, no podían acceder a la medicación ni a los hospitales, mientras, cada vez más personas se quedaban sin trabajo y la situación se hacia insostenible.
Los niños dejaron los estudios, y la mala alimentación hizo enfermar a muchos de los miembros, que al no tener seguro, no podían acceder a la medicación ni a los hospitales, mientras, cada vez más personas se quedaban sin trabajo y la situación se hacia insostenible.
Entonces, los bancos se hicieron cargo de la gestión
económica con la amenaza de embargar todas las posesiones y cortar los
suministros, pero en lugar de obligar a los poderosos a contribuir de acuerdo a
sus ingresos, se dedicaron a recortar aun más los gastos y a estrujar a los
necesitados, el consejo de familia se plegó a las exigencias y la situación
empezó a hacerse insostenible.
Un día el descontento estalló y los explotados exigieron a los responsables una política justa y el fin de los privilegios, pero estos respondieron llamando a la policía mientras la plutocracia veía el espectáculo desde sus palcos, varios de los manifestantes fueron golpeados salvajemente y sus peticiones cayeron en saco roto.
Un día el descontento estalló y los explotados exigieron a los responsables una política justa y el fin de los privilegios, pero estos respondieron llamando a la policía mientras la plutocracia veía el espectáculo desde sus palcos, varios de los manifestantes fueron golpeados salvajemente y sus peticiones cayeron en saco roto.
El consejo de los "indignados" presento un estudio
de viabilidad demostrando que si se distribuían los gastos equitativamente, no
solo no habría déficit si no que la balanza sería positiva. pero el trust de
los privilegiados amenazaron con abandonar el núcleo familiar y retirar los
pocos fondos que aun mantenían en las arcas comunes.
La situación en estos momentos es candente, el grupo más
activo y solidario amenaza con establecerse por su cuenta, mientras el consejo
familiar da palos de ciego en las costillas de los necesitados y los bancos preparan la subasta de los activos familiares.
Esta es un metáfora de lo que está pasando en este país, si
las SICAV y las grandes empresas cotizaran con el mismo rigor que trabajadores y funcionarios no serian necesarios recortes, si "el
consejo familiar" redujera su número y sus prebendas, incluso habría superávit,
pero en estos momentos la situación es tan tensa que amenaza saltar por los
aires y desmembrar una familia que pudiendo haber sido feliz, se encuentra
sumida en la miseria por culpa de los defraudadores de siempre.
JUANMAROMO
JUANMAROMO