La tragedia de los refujiados sirios africanos o afganos no es responsabilidad de Europa, es un problema de la ONU, primero como mediadora, despues, como fuerza de intervención (¿donde están los cascos azules?) y por último, como razón de ser de la Unesco y la Unicef.
La incapacidad de esta organización desde sus comienzos ya es de todos conocida, un retiro dorado para políticos de todas las etnias y un escaparate publicitario para las élites, pero ni la matriz ni sus filiales han servido absolutamente para nada.Lo primero que debió hacer es repartir y conducir de una manera consensuada, a los refugiados entre las naciones miembros en función de su riqueza, su proximidad y su población, negociando con cada una de ellas unas condiciones humanitarias asumibles.
La tragedia de los refugiados no es responsabilidad de la U.E. es un fracaso de de la O.N.U. y de la humanidad en pleno, curiosamente, los paises beligerantes y que más se han aprovechado de la guerra, los Estados Unidos y Rusia, no recibiran exiliados, y las grandes economias petroleras de oriente medio han sido las primeras en cerrarles el paso. Mientras U.S.A y Rusia mantengan su derecho a vetar las resoluciones de la asamble general no dejará de ser mas que un teatrillo de marionetas en las que unos manejan las estacas y otros reciben los estacazos.
16Rocío Garrido Marcos, Cristina Hernández Galtés y 14 personas más
Para quién no te conozca, ¿quién es José Luis Posa?
Jose Luis Posa nace en Barcelona en 1951, rebelde y curioso por naturaleza sabe separar el trigo de la paja tanto en la escuela como en la vida, empieza a trabajar a los 15 años estudiando a la vez, le encanta la música rock, el soul y los cantautores, deja inacabados los estudios y se dedica plenamente al trabajo y a la literatura. A los 19 años encuentra a Gloria, la mujer de su vida con la que tiene dos hijas y una vida plena hasta la actualidad.
¿Cómo nace tu vena escritora?
Mi padre me leía a Espronceda y a Bécquer, mis primeros pasos en la poesía, mas tarde y de la mano de Serrat conocí a Machado, a Hernández y a Celaya, y últimamente a Lina Zerón y Gioconda Belli que forman parte de mi vena poética actual.
¿Cuántos libros has publicado ya?
Siete libros con Circulo rojo y cientos de E-books que regalo a mis amigos y seguidores.
¿Qué es lo que más destacarías de “Plenilunio”?
Plenilunio es “Poesía existencial” la vida en todos sus matices, amor, rebeldía, inconformismo, poesía libre como las aves que vuelan en mi cielo escrito entre las nieblas de una pandemia que pretendía sumirnos en las tinieblas perpetuas.
¿Alguna anécdota que puedas contarnos?
Mi vida es pura anécdota, pero una reflexión; estuve en un internado durante dos años y maldije mil veces mi reclusión, pero gracias a este santuario, pude disfrutar años más tardes de vacaciones, mi hija mayor conoció al que hoy es mi yerno y ahora vivimos muy cerca de lo que fue una prisión.
¿Qué pretendes provocar en el lector con la lectura de tu obra?
Yo no pretendo nada, escribo como una necesidad vital, solo espero que mis poemas despierten conciencias, abran ojos entelados y despierten el amor por la paz, la libertad y la justicia, tan pisoteadas en esta sociedad
¿Tienes algún nuevo proyecto en mente que puedas adelantarnos?
Cada día escribo, medito, estudio e intento ser un poco menos malo de lo que he sido hasta ahora
¿Qué consejo te gustaría darle como escritor a tu yo de hace unos años?
Fe en ti mismo, perseverancia y honradez, no te vendas a los halagos, al miedo o al éxito fácil, si no consigues se tú, nunca serás nadie.
¿Cuál ha sido tu experiencia con la Editorial Círculo Rojo?
Muy positiva, profesionales, amables, y eficientes.
¿Qué autores te han inspirado más a la hora de escribir?
Pues a parte de los ya citados, en la actualidad Lina Zerón, Gioconda Belli, Zulema Retamal y los cantautores actuales.
¿Dónde se pueden conseguir tus libros?
En Amazon, en la web de Circulo rojo, en mis blogs y página de Facebook, también en muchas distribuidoras de internet.
Para terminar, ¿nos recomiendas alguna lectura?
La vida, la vida es el libro eterno en el que leemos y escribimos, a parte claro está de los clásicos y sobre todo, escuchar a ese poeta que todos llevamos dentro.
Tras leer los comentario a mi poema “Capitalismo” parece ser que
no me he sabido expresar con suficiente claridad, pero hay que tener en cuenta
que no pretende ser un tratado político, es sencillamente un grito contra la
explotación de un sistema socio-económico; estar en contra del capitalismo salvaje no es
defender el comunismo, de alguna manera ambos sistemas son las dos caras de la
misma moneda.
Lo he dicho en repetidas ocasiones, no fallan los
sistemas, las filosofías o las religiones, fallan los que las utilizan para
enriquecerse y subyugar a los pueblos y a sus gentes.
Si viviera en un regimen“comunista” seguramente estaría
luchando contra el aparato dictatorial que conlleva, pero me tocó vivir en lo
que se autodefine como una “economía social de mercado” un sistema en el que es el "mercado", manipulado por especuladores y politicos a sueldo que
nos hablan de derechos constitucionales a la vivienda y al trabajo pero que
genera millones de parados y un ingente numero de familias desahuciadas de sus
hogares y personas que malviven al la calle mientras ellos se enriquecen
especulando y esconden sus botines en paraísos fiscales, esa es la mafia con la que me toca bregar.
Quizás el anarquismo seria el régimen mas humano y
justo, pero me temo que no estamos preparados a nivel de especie para este paraíso,
nos falta humanidad, solidaridad y cultura social y económica para poder acceder
a este estatus de convivencia.
Como rogaba Miguel Hernadez en su poema “Dejadme la esperanza”
Escrita el 24 de diciembre de 1940. El gobierno británico no permitió que esta carta fuera enviada ni se hiciera pública. Gandhi escribe: Algunos amigos me han instado a escribirle en nombre de la humanidad...
Algunos amigos me han instado a escribirle en nombre de la humanidad. Pero me he resistido a su petición, porque me parecía que una carta mía sería una impertinencia. Con todo, algo me dice que no tengo que calcular, y tengo que hacer mi llamamiento por todo lo que merezca la pena.
Está muy claro que es usted hoy la única persona en el mundo que puede impedir una guerra que podría reducir a la humanidad al estado salvaje. ¿Tiene usted que pagar ese precio por un objetivo, por muy digno que pueda parecerle? ¿Querrá escuchar el llamamiento de una persona que ha evitado deliberadamente el método de la guerra, no sin considerable éxito? De todos modos, cuento de antemano con su perdón si he cometido un error al escribirle.
Yo no tengo enemigos. Mi ocupación en la vida durante los últimos treinta y tres años ha sido ganarme la amistad de toda la humanidad fraternizando con los seres humanos, sin tener en cuenta la raza, el color o la religión.
Espero que tenga usted el tiempo y el deseo de saber cómo considera sus actos una buena parte de la humanidad que vive bajo la influencia de esa doctrina de la amistad universal. Sus escritos y pronunciamientos y los de sus amigos y admiradores no dejan lugar a dudas de que muchos de sus actos son mons-truosos e impropios de la dignidad humana, especialmente en la estimación de personas que, como yo, creen en la amistad uni-versal. Me refiero a actos como la humillación de Checoslovaquia, la violación de Polonia y el hundimiento de Dinamarca. Soy consciente de que su visión de la vida considera virtuosos tales actos de expoliación. Pero desde la infancia se nos ha enseñado a verlos como actos degradantes para la huma-nidad. Por eso no podemos desear el éxito de sus armas.
Pero la nuestra es una posición única. Resistimos al imperialismo británico no menos que al nazismo. Si hay alguna diferencia, será muy pequeña. Una quinta parte de la raza humana ha sido aplastada bajo la bota británica empleando medios que no superan el menor examen. Ahora bien, nuestra resistencia no significa daño para el pueblo británico. Tratamos de convertirlos, no de derrotarlos en el campo de batalla. La nuestra es una rebelión no armada contra el gobierno británico. Pero los convirtamos o no, estamos totalmente decididos a conseguir que su gobierno sea imposible mediante la no colaboración no violenta. Es un método invencible por naturaleza. Se basa en el conocimiento de que ningún expoliador puede lograr sus fines sin un cierto grado de colaboración, voluntaria u obligatoria, por parte de la víctima. Nuestros gobernantes pueden poseer nuestra tie-rra y nuestros cuerpos, pero no nuestras almas. Pueden tener lo primero sólo si destruyen por completo a todos los indios: hombres, mujeres y niños. Es cierto que no todos podrán llegar a tal grado de heroísmo, y que una buena dosis de temor puede doblegar la revolución; pero eso es irrelevante. Pues si en la India hay un número suficiente de hombres y mujeres que están dispuestos, sin ninguna mala voluntad contra los expoliadores, a entregar sus vidas antes que doblar la rodilla ante ellos, habrán mostrado el camino hacia la libertad de la tiranía de la violen-cia. Le pido que me crea cuando digo que encontrará usted un inesperado número de tales hombres y mujeres en la India. Durante los últimos veinte años han estado formándose para ello.
Durante el último medio siglo hemos estado intentando liberarnos del gobierno británico. El movimiento por la independencia no ha sido nunca tan fuerte como ahora. El Congreso Nacional Indio, que es la organización política más poderosa, está tratando de conseguir este fin. Hemos logrado un éxito muy apreciable por medio del esfuerzo no violento. Estamos bus-cando los medios correctos para combatir la violencia más orga-nizada en el mundo, representada por el poder británico. Usted le ha desafiado. Ahora queda por ver cuál es el mejor organizado: el alemán o el británico. Sabemos lo que la bota británica significa para nosotros y las razas no europeas del mundo. Pero nunca desearíamos poner fin al gobierno británico con la ayuda de Alemania. En la no violencia hemos encontrado una fuerza que, si está organizada, sin duda alguna puede enfrentarse a una combinación de todas las fuerzas más violentas del mundo. En la técnica no violenta, como he dicho, no existe la derrota. Todo es «Vencer o morir» sin matar ni hacer daño. Se puede usar prácticamente sin dinero y, claro está, sin la ayuda de la ciencia de la destrucción que tanto han perfeccionado ustedes.
Me asombra que no perciba usted que esa ciencia no es monopolio de nadie. Si no son los ingleses, será otra potencia la que ciertamente mejorará el método y le vencerá con sus propias armas. Además, no está dejando a su pueblo un legado del que pueda sentirse orgulloso, pues no podrá sentirse orgulloso de recitar una larga lista de crueldades, por muy hábilmente que hayan sido planeadas.
Por consiguiente, apelo a usted, en nombre de la humani-dad, para que detenga la guerra. No perderá nada si pone todos los asuntos en litigio entre usted y Gran Bretaña en manos de un tribunal internacional elegido de común acuerdo. Si tiene éxito en la guerra, ello no probará que usted tenía razón. Sólo probará que su poder de destrucción era mayor. Por el contrario, una sentencia de un tribunal imparcial mostrará, en la medida en que es humanamente posible, cuál de las partes tenía razón.
Sabe que, no hace mucho tiempo, hice un llamamiento a todos los ingleses para que aceptaran mi método de resistencia no violenta. Lo hice porque los ingleses saben que soy un amigo, pese a ser un rebelde. Soy un desconocido para usted y para su pueblo. No tengo coraje suficiente para hacerle el llamamiento que hice a todos los ingleses, aunque se aplica con la misma fuerza a usted que a los británicos.
Durante esta estación, cuando los corazones de los pue-blos de Europa ansían la paz, hemos suspendido incluso nuestra pacífica lucha. ¿Es demasiado pedir que haga un esfuerzo por la paz en un tiempo que tal vez no signifique nada para usted personalmente, pero que tiene que significar mucho para los millones de europeos cuyo mudo grito de paz oigo, pues mis oídos pueden escuchar la voz de millones de personas mudas?
CARTA "PERDIDA" EN LAS BIBLIOTECAS DEL GOBIERNO BRITANICO, PARA NO PERMITIR, NI QUE FUERA LLEGADA A CURSO, NI QUE NADIE LA LEYERA RECUPERADA Y REPRODUCIDA EN EL LIBRO "MI VIDA ES MI MENSAJE" GHANDHI , DE LA EDICION DE JOHN DEAR