No sólo son terroristas los que ponen bombas o los del "tiro en la nuca", hay otra forma de genocidio que provoca millones de muertos pero que no sale en la prensa ni en los medios, son los "terroristas medioambientales". La industria química que contamina el agua, el aire y los alimentos, la agroalimentaria que con sus pesticidas y sus productos genéticamente manipulados están exterminado la biodiversidad, talando la Amazonia y masacrando a los nativos, las telecos que mediante sus antenas gigantescas emiten radiaciones que contaminan poblaciones enteras generando cánceres y leucemias. Pero hay otro tipo de terroristas que al ser mucho mas cercanos nos atañen directamente, son esos moteros que nos apestan y nos ensordecen con sus petardas a escape libre provocando alergias, problemas respiratorios y cardiacos, esos conductores de chatarras rodantes que pretenden hacerse escuchar a base de ensordecer los barrios por donde se arrastran contaminando con sus motores apestosos cerebros y pulmones. Este tipo de terrorismo es sumamente peligroso porque lo sufrimos en nuestras calles y atentan contra nuestra salud física y mental mientras la guardia urbana se dedica a multar coches mal aparcados que es mucho mas rentable que perseguir y eliminar a esa plaga de langostas apestosas.