En toda manifestación hay varios tipos de infiltrados que se suman para cometer sus desmanes impunemente, unos son los anti sistema extremistas, ninis emporraos que sacan su frustración contra todo y contra todos y se dedican al saqueo aprovechando el caos, otros, los enemigos de los manifestantes que harán todo lo posible para desprestigiarles y en algún caso, policías camuflados para justificar las cargas. Todos ellos van encapuchados, con cascos y pañuelos para evitar ser identificados, actúan con una violencia inusitada y utilizan técnicas de guerrilla urbana, pero no se crean que todos los rebeldes son desahuciados sociales, muchos de ellos son hijos de papá que ejercen de okupas hasta que se colocan al frente de una inmobiliaria o una multinacional para seguir quemándolo todo. Si los detiene la policía, un enjambre de abogados llega a su rescate y salen por la puerta sin pasar a disposición judicial. Estos desalmados son contratados por movimientos fascistas para reventar manifestaciones de izquierda y actúan con total impunidad, estos y no otros son los que vimos en acción en Barcelona y Madrid. Están fichados y controlados , pero son muy útiles para justificar cargas desmesuradas y detenciones masivas. Si alguna vez me pasa por la cabeza el linchamiento, es cuando veo a estos criminales en acción.