En los últimos días, y debido a los ajustes presupuestarios, se han alzado voces pidiendo un recorte drástico en el ministerio que máspresupuesto consume, el ministerio de defensa.
Este ministerio está inmerso en una serie de proyectos a nivel europeo, como el desarrollo de nuevos aviones de combate, y la renovación tecnológica de los equipos de tierra, misiles y localización por satélite, todo ello integrado dentro de una estrategia común dirigida por la OTAN.
Y muchos se preguntan ¿Para qué tanto armamento?. ¿Quién es ese enemigo que justifica tamaño dispendio?. Pues la respuesta es bien sencilla, los países del tercer mundo.
En Áfica mueren a diario miles de mujeres y niños por hambre y enfermedades que aquí serian facilmente controlables. Mientras nuestras multinacionales les expolian las materias primas, nosotros culminamos un genocidio más dantesco que el que perpetraron los nazis en su momento álgido.
A veces me exaspera el cinismo con que algunos políticos manipulan la información, acusando al gobierno de vender armas a países en conflicto perpetuo, pero que si cerraran las fábricas de armamento y dejaran en el paro a más de quince mil trabajadores que vivendirectamente de la industria, serian los primeros en tirarse a la yugular.
Siempre habrá delincuentes vocacionales y piratas mercenarios, y siempre será necesario un ejército y una policía, porque así lo impone nuestra condición humana, pero si el egoísmo no nos cegara de tal manera, podríamos conseguir un mundo mucho más justo, pacífico y habitable.
Continuar está política expansionista y explotadora del hombre y la naturaleza, nos está llevando al desastre económico y político. Si no cambiamos de rumbo inmediatamente nos estrellaremos contra las rocas del futuro, y la furia de las olas desatadas nos harán añicos.
De nosotros depende.