Conviene no olvidar que nuestras convicciones son los prejuicios de los demás.
Nuestra verdad, al igual que nuestra libertad, limita con la de los demás, pero son verdades y libertades pequeñas. La verdad y la libertad son universales como el sol que nos ilumina y nos da la vida, pero al igual que su luz, debemos recibirlas y gozarlas con la prudencia de la sabiduría y con el valor de la razón.
Hay abanderados que se comportan como flautistas y llevan a sus seguidores al abismo, antes de sumarte a una bandería asegúrate quien hay delante, pero sobre todo, quien hay detrás.
Lo que realmente define a un pueblo no es la lengua si no los sentimientos que con ella se transmiten.
! Cuidado con las banderas! A veces no nos dejan ver el horizonte...
Ser una persona de mediana edad no significa ser una persona de la edad media.
Nunca la ley revertirá la condición humana, pero podría frenar sus excesos, el problema es que hasta las leyes "divinas" han sido promulgadas por hombres y nacen viciadas en origen.
Para lograr la paz con los demás primero has de firmar la paz contigo mismo.
Cuando alguien decide acabar con su vida, es porque la vida ha acabado antes con él.
Quien ha probado el elixir del amor nunca se conformará con el calimocho del sexo.
JUANMAROMO