Los mayores criminales de guerra son los que las provocan y los que las declaran, la guerra en si misma es un crimen, un crimen contra la humanidad y contra la naturaleza, pero solo los perdedores son juzgados y condenados. En Nuremberg fueron procesados algunos de los responsables del genocidio, pero no solo los nazis cometieron crímenes, los bombardeos de Dresde y Hamburgo o el lanzamiento de las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki fueron actos de barbarie totalmente injustificados estratégicamente y perpetrados contra la población civil, los responsables de tales atrocidades, deberían de haber compartido banquillo con los de las SS y sin embargo fueron tratados como héroes. Durante la guerra civil, los bombardeos de Guernika, Barcelona o Madrid por parte de La Legión Cóndor, fueron un anticipo de lo que después sufriría Londres, pero ningún tribunal internacional procesó a Franco por ordenar semejantes atrocidades y los más de doscientos mil asesinatos en la posguerra han quedado impunes cuando no laureados.
En la guerras actuales ya no se habla de bajas civiles, ahora son "daños colaterales" que no suponen impedimento para conseguir los objetivos políticos y económicos deseados, no solo tiene las manos manchadas de sangre los que apretan el gatillo, los verdaderos asesinos están el los despachos de La City o en los bufetes de Wall Street, la sangre cotiza por debajo del petróleo y la vida humana ni tan siquiera figura en el parquet, cada día mueren en África miles de niños y mujeres indefensos, pero eso no es noticia de portada, toda la sangre es de color rojo, pero ya solo importa el color de la piel y sobre todo, el color de los billetes con que cubrimos los cadáveres.
En la guerras actuales ya no se habla de bajas civiles, ahora son "daños colaterales" que no suponen impedimento para conseguir los objetivos políticos y económicos deseados, no solo tiene las manos manchadas de sangre los que apretan el gatillo, los verdaderos asesinos están el los despachos de La City o en los bufetes de Wall Street, la sangre cotiza por debajo del petróleo y la vida humana ni tan siquiera figura en el parquet, cada día mueren en África miles de niños y mujeres indefensos, pero eso no es noticia de portada, toda la sangre es de color rojo, pero ya solo importa el color de la piel y sobre todo, el color de los billetes con que cubrimos los cadáveres.
JUANMAROMO