A estas alturas, la palabra y la filosofía feminista, no
solo es anacrónica si no también retrógrada, separar a ambos sexos es la mejor
forma de dividirnos para manipularnos y explotarnos. Ya he explicado en
artículos anteriores como la mal llamada "Liberación de la mujer" fue
una trama muy bien urdida y que acabó con millones de mujeres esclavizadas en
el hogar y en los centros de trabajo, lo que hoy necesitamos es una corriente
de humanismo, una filosofía social que apueste por el ser humano como especie,
teniendo en cuenta que la explotación de un sexo por el otro solo nos traerá la
desesperación y la desgracia.
La llamadas discriminaciones positivas han fracasado
rotundamente produciendo un efecto rebote, porque lo que realmente necesitamos
no es caridad si no justicia. La libertad consiste en que cada ser humano se
realice en su trabajo colaborando en su enriquecimiento personal y en el de la
sociedad en la que se integra, y eso puede hacerse desde dentro y desde fuera
del ámbito doméstico, trabajar en el hogar es una de las profesiones más
gratificantes siempre que se haga por placer y no por imposición marital, de la
misma manera que entrar en el mercado laboral debe ser una opción voluntaria y
nunca forzada, aunque por desgracia, los factores económicos cada vez reducen
más nuestros márgenes de elección.
La igualdad de derechos en función de las obligaciones y
roles sociales de cada sexo es condición sine qua non para vertebrar una
sociedad eficiente capaz de formar integralmente a las nuevas generaciones, de
infundirles valores y principios y educarlos en la igualdad y en el esfuerzo.
De nada sirve acaparar licenciaturas y doctorados sin una
base humana bien asentada, de nada sirve conocer lo que acontece en el universo
si somos incapaces de saber lo que sucede a nuestro alrededor. Hombre y mujer
remamos juntos en el mismo barco, si cada uno tiramos por nuestro lado,
acabaremos zozobrando, debemos planificar la singladura de mutuo acuerdo y
colaborar equitativamente para llegar a buen puerto. Nos va en ello la
felicidad y la de nuestros hijos, el humanismo es la filosofía del futuro,
humanismo en función de nuestra pertenecía a un ecosistema que debemos respetar
si no queremos acabar barridos de la faz
de la tierra por nuestros propios errores.
JUANMAROMO