Vago en un mar de sentimientos contrapuestos, de esperanzas
desesperadas de ilusiones opacas. Me ilumina una luz oscura, una tiniebla
luminosa que me ciega con su brillo espectral. Las vísceras me arden y el corazón intenta escapar de su jaula y
levantar el vuelo hacia ese cenit soñado donde la gravedad se pierde en el
olvido.
Cierro los ojos y lo veo claro, pero de día todo es como un
sueño, una secuencia caótica de imágenes en blanco y negro que aúllan a mi
alrededor como lobos en celo. La vida se desliza como una cobra dispuesta a
clavarme las fauces y yo retrocedo poco a poco hasta el muro de las
lamentaciones donde ya no quedan lágrimas.
El pasado se despeña por el desfiladero hacia el mar del
olvido y el futuro es un alud de nieve mancillada que amenaza con arrollarme
, una película muda en blanco y negro en que todo el mundo gesticula sin decir
palabra.
Las calles son ríos fantasmales que se pierden en la nada y el olor a cloacas infecta el
ambiente, las sirenas ululan sembrando miedo y desconcierto. Desde las ventanas,
millones de ojos atisban esperando el momento para devorarme y los portales parecen cavernas
que se hunden en la noche de los tiempos....
De repente algo me sacude, el reloj centellea en la
oscuridad de la alcoba mientras trato de hilvanar mis recuerdos... todo ha sido
un sueño, pero me asomo a la ventana y
los primeros fantasmas empiezan a poblar las calles mientras los neones
moribundos se pierden tras las pútridas brumas espectrales, me oculto tras el
uniforme gris de la rutina y me
incorporo a la corriente deshumanizada que me lleva a ninguna parte. El
sueño a terminado, pero la pesadilla es eterna.
JUANMAROMO