viernes, 1 de abril de 2011

HACIENDO CAMINO



La vida es una lucha continua entre lo que somos y lo que queremos ser, una batalla perdida entre el quiero y el puedo. Durante la infancia soñamos nuestro futuro, levantamos castillos de naipes que el mañana nos derriba de un manotazo. Conforme avanzamos por la senda, nos vamos encontrando diversos desvíos, atajos y pasos cerrados sin señalizar, a veces tenemos que retroceder y desandar el camino, otras nos encontramos atrapados en un avispero de zarzas de la que nos es imposible salir, entonces hay que desenvainar y abrirte paso a machetazos aunque te dejes la piel a tiras, porque las hienas acechan con ojos encendidos.

A veces sufrimos espejismos, creemos que nos acercamos a un oasis, pero al hundir la cabeza en el agua, resulta que tan solo es arena, otras nos adentramos en un pantano y el cenagal intenta engullirnos para siempre.
Todos tenemos el camino marcado, algunos salimos bien pertrechados, con vivieres, provisiones y un buen equipo de navegación, otros apenas con una cantimplora y el instinto como única brújula. A veces coincidimos con otros peregrinos, unos nos hacen compañía y nos echan una mano en las dificultades, otros esperan que nos durmamos para robarnos hasta los sueños, pero de una u otra manera, nadie hace la senda por nosotros, podemos viajar durante años en buena compañía, pero tarde o temprano alguno de nosotros tomará el desvío de salida.
No sabemos lo que nos espera al llegar a la meta, por lo tanto se trata de hacer de el viaje un recorrido lo más grato y enriquecedor posible, disfrutar de los paisajes y de la compañía, y no dejarnos engañar por cantos de sirenas, el camino más corto no es el que te lleva más lejos y llegar el primero no significa llegar en el momento oportuno. Si al arrivar a nuestro destino, giramos la vista y las cunetas están cuajadas de flores es porque las ha regado nuestro sudor y nuestras lágrimas, los que vengan detrás se encontrarán un sendero más hermoso.

Juanmaromo

"Morían antes los egoístas que los altruistas"

Stéphane Hessel, participó en la Declaración Universal de los Derechos Humanos

Victor-M Amela, Ima Sanchís, Lluís Amiguet

Foto: Kim Manresa

Contra la indiferencia

Último superviviente de las personas que hicieron posible la Declaración Universal de los Derechos Humanos, un marco sólido por el que luchar, este veterano de la resistencia, que sobrevivió a la tortura y la deportación en el campo de concentración de Buchenwald, ha dedicado su vida como embajador de Francia a combatir los totalitarismos y las injusticias políticas y sociales. Con ¡Indignaos!, superventas en Francia, llama a la insurrección pacífica, sobre todo de los jóvenes, a no claudicar ante la dictadura actual de los mercados financieros que amenazan la democracia, a no permitir tanta injusticia. “Coged el relevo, ¡indignaos!, porque la peor actitud es la indiferencia”.

Hablemos de la suerte.

Yo soy un suertudo. He estado confinado en campos de concentración de los que me escapé en dos ocasiones, fui condenado a muerte..., pero he sobrevivido.

Era usted Greco, el espía.

Debía reorganizar la red de radios clandestinas para preparar la llegada del ejército aliado a Francia. La Gestapo me detuvo en julio de 1944, lo que significaba el fin de mi vida.

Se salvó por los pelos...

La noche antes de mi ejecución, gracias a Eugen Kogon, que llevaba tres años en Buchenwald trabajando con el jefe del hospital y lo convenció de que podría paliar su pena si salvaba a tres oficiales aliados.

¿Y cómo lo hizo?

Cuando tres jóvenes franceses moribundos fueron enviados al crematorio, lo hicieron con nuestra identidad.

Qué duro.

El día que cumplí 24 años me convertí en otro. Es una historia trágica, sí. Es duro sobrevivir a un muerto.Medejó un gran sentimiento de responsabilidad: considero que una vida ganada tiene que ser una vida comprometida, y todo lo que hago lo hago porque sobreviví.

¿Cree en el destino?

Sí, creo que cada uno de nosotros tiene la posibilidad de hacer algo con su vida que sea significativo no sólo para sí mismo, sino también para los demás.

¿Qué ha entendido del ser humano?

En los campos de concentración las personas reaccionaban de dos maneras: estaban los que luchaban por su vida, los que se protegían y lo querían todo para ellos; y estaban los que ayudaban a los demás.

¿Y?

Morían antes los egoístas que los altruistas. Y este es un mensaje para todos nosotros: hacer algo por los demás nos hace bien; sólo mirar por uno mismo nos hace caer, pero pensamos que es al contrario. Sé que lo que digo parece muy ético y moral, pero para mí fue una experiencia vital.

Con 92 años se fue con su mujer a la franja de Gaza.

Sí, justo después de la operación Plomo Fundido. Tengo la suerte de tener un cuerpo que funciona. Sólo me falta un ojo. Si me tapo el bueno, no la veo, pero con los dos veo su sonrisa y vi la destrucción que el ejército israelí hizo en ese pequeño territorio con una brutalidad insoportable para mí.

¿Producto del miedo?

Se consideran un país pequeño, democrático y moderno, rodeado de gente que se puede volver loca y provocar atentados, así que eligen políticos estúpidos que creen que se puede vencer mediante la fuerza. Pero lo inteligente sería ayudar a los palestinos a tener un Estado y trabajar conjuntamente, porque siempre van a estar ahí.

¿Qué virtud le ha ayudado en la vida, la alegría, la inteligencia, la valentía...?

Mi madre; una mujer excepcional, muy libre. “Tienes que ser feliz para que los demás sean felices”, me repetía, y yo hago lo que puedo.

Es usted jovial, lo ha conseguido.

La gente que me conoce me considera un optimista empedernido, y yo siempre les digo: he vivido muchos problemas y siempre se fueron resolviendo. Hemos vencido al nazismo, al fascismo, al franquismo, al estalinismo, y vamos a vencer también al bushismo, ja, ja, ja.

¿Ese es su caballo de batalla?

Sabemos que si seguimos con una explotación loca de los recursos en 50 años ya no se podrá vivir aquí en la Tierra. Y que la inmensa distancia que existe entre ricos y pobres no para de aumentar.

¿Qué entendió del ejercicio de la diplomacia?

Es lo contrario a hablar sin decir nada. La auténtica diplomacia dice lo que piensa a su gobierno y al gobierno con el que trabaja.

¿Qué ha aprendido de la muerte?

Yo soy goloso de la muerte, pienso que cuando venga, pronto, la acogeré como una amiga. Acabar la vida es algo maravilloso, ya ha durado suficiente, y no sabemos nada de la muerte, pero le puedo citar a Shakespeare.

En La tempestad él dice: “Estamos hechos de la misma materia que los sueños y nuestra breve vida cierra su círculo con otro sueño”. Me desperté ya hace mucho y un día me dormiré, y me gusta dormir.

¿Qué ha descubierto sobre sí mismo?

Que lo desagradable que me ha ocurrido se puede superar e incluso olvidar. No guardo recuerdos de lo queme hirió, guardo recuerdos de lo que funcionó, de lo que me alegró. Considero que para los problemas más graves de nuestro mundo actual podemos encontrar respuestas positivas. Por supuesto, muchos de mis amigos me llaman iluso.

¿La mejor herramienta para vivir?

Confianza y valor. Necesitamos confiar, en primer lugar en nosotros mismos, y después en los demás; y hay que saber que sólo funciona si ponemos también valor. Las dos cosas que tenemos que evitar son la indiferencia y la desesperación: aquello que probé y no funcionó y no volveré a probar.

¿Cuál es su consejo para los jóvenes?

Tened confianza, sed valientes, tenéis muchas cosas que hacer y más medios de los que nosotros tuvimos cuando éramos jóvenes, herramientas como internet para trabajar juntos como acaban de hacerlo los egipcios. ¡Adelante!

jueves, 31 de marzo de 2011

Laura Gutman, terapeuta familiar

Victor-M Amela, Ima Sanchís, Lluís Amiguet

31/03/2011 - 00:43

Foto: Àlex García


Busque compadres

Me quedo sin espacio para la reveladora conversación sobre padres e hijos que nos regala Gutman. Si la piden, la retomaremos. Extraigo aquí su primer consejo: “¡Padres y madres: busquen compadres y comadres! La modernidad nos deja sin compadres, pero no se queden solos en casa con su hijo, el sofá y la tele. Estén ustedes con alguien que esté con ustedes mientras están con sus hijos. Quedarse solo con un pequeño metidos en un piso es agotador: no se entreguen a la Blackberry: encuéntrense con otros padres e hijos; no con compañías depredadoras que vengan a decirles que todo lo hacen mal, sino buenos amigos que quieran compartir con usted la maravillosa condición de padres”.

Cuando eres niño, tu familia te adjudica un papel y así te conviertes en el tonto o el listo; el vago o el empollón; la guapa o la simpática... de la familia.

Y lo sigues siendo toda tu vida. ¿Y si te toca ser el vago, el feo y el tonto de la familia?

Tienes un problema, pero no menor que el que deciden que sea el listo, el guapo y el emprendedor. Porque ni uno ni otro han elegido ese papel y, hasta que no descubra que representa un personaje que no es él, estará viviendo una vida que no es la suya.

¿Y descubrirlo es crecer?

Para crecer tienes que tomar conciencia de ese guión que tu familia escribió para ti: descubrir el papel que te asignaron y por qué.

Por ejemplo...

Tal vez la familia necesitaba un mochuelo que cargara con las culpas de todos, o un cerebrín que les compensara con sus éxitos de cierta marginación social... Y te tocó a ti serlo. Las razones por las que te asignan un papel son infinitas, pero lo importante es que las descubras. Sólo cuando lo hagas podrás empezar a ser tú mismo.

¿Y si sigo viviendo tan tranquilo?

Estarás condenado a repetir las pautas y los valores que te dio tu familia. Tal vez nunca entres en conflicto con ellos, porque es más cómodo representar el papel que te asignaron que vivir tu propia vida. Si tu familia era rica, conservadora y biempensante y tú jamás te planteaste dejar de serlo, serás un hijo obediente, pero... ¿serás tú?

¿Y si me hago monje zen?

De algún modo –al revelarte– sin saberlo estarás viviendo su guión, no el tuyo: lo estarás cumpliendo, aunque sea al revés.

No veo a tanta gente atormentada.

Hasta que un día entran en crisis. Y entonces todos queremos una solución rápida.

¿La hay?

Si llevas 20, 30, 40, 50, 60 años viviendo una vida que no es la tuya, no esperes descubrirlo y reconstruirte en diez minutos. Tienes que comprenderte a ti mismo.

¿Cómo?

Los caminos son muchos y cada uno elige el suyo: psicoanálisis, constelaciones familiares, meditación o simplemente aprender a autoanalizarse... Cualquier método de introspección puede ayudarnos a descubrir y después reescribir el guión de nuestras vidas.

Me alegro de que no venda una receta.

Ni siquiera creo descubrir nada. Lo que yo digo es tan antiguo como la humanidad, pero por eso mismo se ha vuelto tan actual olvidarlo: conócete a ti mismo.

¿Por qué lo olvidamos tan fácilmente?

Porque así eludimos responsabilidad: es más cómodo pensar que la causa de nuestros problemas siempre es externa. Lo que te pasa siempre es culpa del trabajo, de tu pareja, de tus padres, de tus hijos... cuando, si tienes cuarenta años, lo cierto es que llevas cuarenta años montando ese problema que te estalla ahora. Tu vida es un puzle que has construido contigo atrapado dentro. Tienes que entender cómo lo armaste para aprender a salir de él.

De nuevo: ¿cómo?

La mayoría de nosotros no tenemos una mirada global sobre nuestra propia construcción psíquica. Vemos nuestra vida como una obra de veinte actores en que cada uno repite como un loro su guión sin escuchar a los demás. Para empezar, debes dejar deempeñarte en tener siempre la razón y empezar a preocuparte por tener la verdad.

¿Qué me sugiere?

Bájate del escenario de la vida para ver qué papel haces en ella y lo que se organiza a su alrededor. Y para bajarte, encuentra a alguien que te diga lo que no quieres oír. ¡Eso es muy fácil! No me refiero a tus enemigos, sino a un amigo que te diga la verdad, porque el enemigo te dirá cosas que no te gustan pero que no siempre son ciertas; el amigo te dirá cosas ciertas, aunque no siempre te gusten.

¿Por dónde empezamos?

Pon en perspectiva: admite que ni tú ni tus problemas son tan importantes.

¿Por qué no empieza usted misma?

Yo me quedé embarazada y fui madre sin quererlo, sin que mi identidad fuera la maternidad. De repente, me di cuenta de que tenía un niño que requería toda mi persona y no sólo el trocito de madre que le quedaba a él después de haberme realizado en todo lo demás: profesional, mujer atractiva, intelectual, mujer con vida social...

¿Y cómo lo solucionó?

No hay soluciones, sólo hay verdades y mentiras. La verdad es que mi hijo había nacido para ser el centro de mi vida, pero él percibía que no lo era y llamaba la atención sobre eso portándose mal.

¿Eso acaba en trauma de por vida?

No sólo de por vida, también de generación en generación: si usted no aprende a amar del amor de sus padres, ¿dónde va a aprender cómo dárselo a sus hijos? ¿Cómo cortar ese encadenamiento de desamparos?

¿...?

De nuevo, con conciencia. Tienes que descubrir que lo que viviste de niño es diferente de lo que crees que viviste o te han hecho creer que viviste...

¡Y volvemos al principio!

Porque nuestros recuerdos son los que nos han dado y no lo que en verdad sucedió. Pero eso no es sólo un drama, también es una oportunidad. Es un trabajo emocionante el que tenemos por delante hasta descubrirlos y así descubrirnos.

miércoles, 30 de marzo de 2011

La electropolución en España, poco controlada y en aumento


Nos alarmamos cuando oímos hablar de fugas de radiación nuclear, pero restamos importancia a otro tipo de contaminación que diariamente nos envuelve: las ondas electromagnéticas no ionizantes, es decir, las producidas en general por aparatos eléctricos. La electropolución – término que se utiliza para hablar de contaminación electromagnética- se relaciona con problemas de salud como jaqueca, fatiga crónica, alergias, lipoatrofia e, incluso, cáncer. Diversos expertos alertan de que los niveles de exposición en España son demasiado altos, si bien no existe una homogeneización de los valores admisibles y éstos están sujetos a los escasos estudios científicos que se han hecho hasta el momento.

El real decreto 1066/201 establece restricciones básicas de la densidad de potencia en campos electromagnéticos de hasta 300 GHz. La Unión Europea (UE) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) también han puesto limitaciones. “Las medidas adoptadas por estos organismos eran aceptables hace 40 años, pero no en la actualidad debido a la saturación del campo electromagnético español”, explica Joan Carles López Sancho, especialista en Geobiología y Radiaciones en el Hábitat. “En España el límite para transformadores, líneas de alta tensión y torres eléctricas se sitúa en 100 MT, un nivel de exposición muy perjudicial para la salud, según organismos como el Instituto Alemán de la Bioconstrucción”.

Por su parte, las autoridades sostienen que los niveles de radiación electromagnética se mantienen dentro de los límites permitidos por la ley, aunque sólo exista un control para las radiaciones producidas por las estaciones de telefonía móvil. Catalunya dispone de un sistema monitorizado de 224 sondas distribuidas por el territorio que miden de manera continua los campos electromagnéticos de Radiofrecuencia (SMRF) que generan estas bases. Los niveles de emisión y las distancias de protección se regulan en el decreto 148/2001 (ver documento adjunto). No obstante, la administración catalana no ha encargado ningún estudio específico sobre electropolución. “Si se demostraran los efectos perjudiciales que podrían tener los campos electromagnéticos sobre la salud a largo plazo”, comenta la directora general de Calidad Ambiental de la Generalitat de Catalunya, Assumpta Farran, “probablemente éste sería uno de los problemas más graves de salud pública al que nos tendríamos que enfrentar ya que las ondas electromagnéticas están por todos los sitios”.


Los posibles efectos en la salud de la electropolución
Existen estudios que han intentado esclarecer los efectos que pueden tener sobre la salud humana ciertos tipos de ondas electromagnéticas no ionizantes. Elisabeth Cardis, directora del programa de radiaciones del Centre de Recerca en Epidemiologia Ambiental (CREAL), llevó a cabo una investigación con más de 5.000 adultos con el fin de confirmar o descartar si el uso del teléfono móvil influye en la aparición de tumores cerebrales. “No pudimos demostrar de manera clara si existe o no una relación entre la exposición a radiofrecuencia y la aparición de cáncer, aunque pudimos comprobar que el riesgo de mioma aumenta en el lado de la cabeza donde apoyamos el teléfono”. Los pacientes en los que se había basado el estudio eran personas mayores que habían usado el móvil durante un máximo de media hora al día. Una exposición bastante inferior a la que se someten actualmente muchos ciudadanos. Por este motivo, CREAL ha decidido poner en marcha otro estudio que investiga las causas de la aparición de tumores cerebrales en edades comprendidas entre los 10 y los 24 años.

En las últimas dos décadas ha aumentado la detección de miomas en el cerebro en adultos, un fenómeno que también se atribuye a la mejora de los diagnósticos. En este sentido la doctora Cardis señala: “Si existe un riesgo a nivel individual debe ser bastante pequeño porque, si no, ya hubiéramos visto sus efectos”. Y concluye: “Al haber tanta gente expuesta a este tipo de radiación, en el futuro podrían aparecer muchas enfermedades derivadas de este riesgo”.

La dificultad de evitar la electropolución
La telefonía móvil no es la única fuente de contaminación electromagnética. Estas radiaciones no se pueden ver, pero sí escuchar, como podemos apreciar en el vídeo y en esta página web. Vivimos rodeados de estas ondas: la instalación eléctrica, la radio, la televisión, los aparatos eléctricos y electrónicos, la telefonía móvil, hasta llegar a la luz en todos sus espectros.Sin ir más lejos, dando un paseo se reciben radiaciones procedentes de distintas fuentes electromagnéticas: líneas de alta tensión, contadores de electricidad y antenas de telefonía móvil encabezan la lista. “En la calle el medidor de electropolución puede registrar radiaciones altísimas, superiores a los límites establecidos”, comenta Joan Carles López.

Además, la contaminación electromagnética puede estar también dentro de casa. Cada día somos más dependientes de la comodidad que nos proporcionan los aparatos eléctricos. Microondas, radiodespertador, Wireless, ordenadores, teléfonos móviles e inalámbricos, aire acondicionado, entre otros, son fuentes de radiaciones electromagnéticas de alta y baja frecuencia. López Sancho recomienda reducir mediante algunas técnicas y medidas de protección la exposición a las emisiones de estos aparatos. Por ejemplo, evitar situar la torre del ordenador y el sistema de alimentación ininterrumpida (SAI) debajo de las piernas, no usar el móvil como despertador y separarse del microondas dos metros y medio cuando esté en funcionamiento”. Pero sobre todo Joan Carles López recomienda utilizar el dormitorio sólo para dormir. “Y es que hay habitaciones que parecen salas de estar donde no falta ni la consola”.

http://www.lavanguardia.es/medio-ambiente/20110330/54133694333/la-electropolucion-en-espana-poco-controlada-y-en-aumento.html


martes, 29 de marzo de 2011

SOÑANDO DESPIERTO


Esta madrugada me he despertado con el corazón en un puño, ha sido una noche de pesadillas y de negros presagios, inquieta como la espera en “la milla verde”. Pero de pronto, el suave murmullo de una voz tranquila y amorosa me ha devuelto a la vida. Soñabas en voz alta y tus susurros sanaban mis heridas como gotas del grial.

Mis manos se han trenzado entre tus cabellos suaves y perfumados y he besado tus ojos como quien besa el cielo, me he enroscado entre tus muslos, suavemente para no despertarte y he sentido como nuestros corazones latían al unísono como si fueran uno.
Mis manos se han deslizado bajo tu leve camisa y han celado los racimos jugosos de tus pechos, pero no he querido romper el hechizo, me he quedado enredado entre tus brazos, bebiendo el perfume de tu aliento mientras la paz me acogía también en su regazo

JUANMAROMO

EMAN Y EL CORMORÁN



Emma Riverola

Durante la Guerra del Golfo, la agonía de un cormorán cubierto de petróleo fue convertido en el símbolo de las maldades de Sadam Husein. Con el tiempo se descubrió que la imagen había sido un montaje. Las imágenes de las verdaderas víctimas, los civiles, se nos ocultaban para evitarnos problemas de conciencia.

El sábado, una mujer irrumpió en el hotel de Trípoli donde se hospedan los corresponsales de guerra. Desesperada, trató de denunciar el brutal ataque que había sufrido a manos de las tropas de Gadafi. Eman al Obeidy apenas pudo explicar que había sido violada y vejada por 15 hombres durante dos días. Tan pronto empezó a hablar, los agentes de seguridad se abalanzaron sobre ella con brutalidad y fue detenida. Durante las primeras horas de su desaparición, el régimen la acusó de borracha, loca y prostituta. Pero ayer anunció su liberación y aseguró estar investigando el caso.

Las webs contrarias a la intervención occidental no tardaron en denunciar el supuesto montaje de la escena. Aducen que a la mujer no se le aprecia ningún rastro de la agresión y se preguntan cómo pudo sortear los controles del hotel. La duda nos duele. Necesitamos creer el desgarrador y valiente testimonio de Obeidy. Pero la sombra de la manipulación siempre acecha. Pegajosa y letal, como el crudo del cormorán. Al fin, solo nos queda aceptar una verdad: de tanto que sabemos, no sabemos nada.

PARO, EMERGENCIA DE SALUD PÚBLICA

El desempleo puede multiplicar por siete el riesgo de contraer enfermedades mentales


Joan Benach

La última gran crisis del capitalismo, generada y aprovechada por banqueros, grandes empresarios y gobiernos conservadores, ha aumentado la desigualdad, la pobreza y el desempleo en el mundo, una gran parte de cuya población está desprotegida. De los más de 205 millones de parados, solo el 13% tiene protección social, y solo una de cada cinco personas accede a una pensión y a la protección de la salud. En España, unos pocos años de profunda crisis han empeorado dramática y desigualmente el desempleo, el más alto de los países ricos. Las cifras lo dicen casi todo: España ha generado uno de cada 20 nuevos parados en el mundo. Desde el 2007 se ha pasado de 1,7 a 4,7 millones de parados (del 8% a más del 20% de la población activa) afectando más a los jóvenes (43%), inmigrantes (más del 30%) y clases sociales pobres con menos educación (43% en analfabetos y 30% con educación primaria frente al 11,7% y al 2% en quienes tienen educación superior o doctorados). En 1,3 millones de hogares nadie tiene trabajo, hay un millón de parados de larga duración (más de dos años), y 1,5 millones de parados sin ingresos.


Aunque mucho menos visible que un terremoto o una inundación de grandes proporciones, el brutal impacto del paro sobre la vida y la salud de la población comporta una situación que cabe calificar como de emergencia nacional. El paro produce una incontable cascada de efectos que incide sobre muchos aspectos cotidianos. La inseguridad de parados y trabajadores incrementa la desesperanza y el miedo, la xenofobia y la violencia. La amenaza de quedar sin trabajo se convierte en un mecanismo disciplinario y de presión sobre la clase trabajadora, que aumenta a medida que crece el desempleo. El paro paraliza carreras profesionales, reduce la autoestima, genera estrés psicológico y numerosos riesgos que dañan la salud. Aumenta la probabilidad de enfermar, tener problemas de ansiedad o depresión (tres veces más que en quienes trabajan), engancharse a drogas como el alcohol o tabaco, morir prematuramente o suicidarse.

Los problemas empeoran en las familias obreras, los pobres y las madres solas con hijos. En los parados sin subsidio, por ejemplo, los problemas de salud mental se multiplican por tres si son profesionales y por siete si son obreros, riesgos que se reducen mucho cuando hay ayudas. Tras cada dato, se esconde una invisible retahíla de historias vitales llenas de desesperación, lucha y dolor: «Estoy sin trabajo y pago un préstamo hipotecario, si dejo de cobrar me quitarán el piso, no quiero ni pensarlo»; «soy una madre de 35 años desesperada, en poco tiempo me veo en la calle y sin nada, tengo una hija de 13 años a la que no puedo ofrecer nada»; «en casa vivimos ocho personas, con tres niños, solo una trabaja y no entran ingresos, estoy dispuesto a robar si es necesario para sacar adelante a mi familia»; «voy a cometer alguna locura si esto no se arregla»…

Los efectos del desempleo sobre la sociedad y la salud pública son la punta del iceberg de otras condiciones de empleo. Junto a los desempleados oficiales hay parados encubiertos (quienes dejan de buscar trabajo), subempleados (quienes quieren trabajar más horas o buscan un trabajo más regular), múltiples formas de autoempleo marginal y empleo informal (actividades laborales remuneradas sin cotizar a la Seguridad Social de las que se benefician empresarios sin escrúpulos) y la precariedad laboral (asalariados inseguros con salarios bajos, alta vulnerabilidad, escasa protección y derechos e incapacidad de ejercerlos). A diferencia del paro, los indicadores de esos empleos son mucho menos precisos o no existen. Por ejemplo, la elevada cifra de contratos temporales (25%) no refleja la situación real de precariedad laboral que se distribuye desigualmente (90% en mujeres obreras inmigrantes jóvenes, por 20% en hombres profesionales españoles mayores de 30 años). La precariedad, o trabajar intermitentemente con periodos de paro y precariedad, daña la salud: a peor situación laboral, peor salud.

Las políticas neoliberales que flexibilizan una supuesta rigidez laboral, recortan servicios públicos y debilitan la negociación colectiva y la protección social crean inseguridad en los trabajadores forzándoles a ser sumisos y aceptar la explotación. Un Estado del bienestar merecedor de ese nombre debe tener políticas de protección social que permitan vivir dignamente y con buena salud. El devastador impacto del desempleo y la precariedad requieren realizar con urgencia políticas fiscales progresivas y redistributivas que permitan mejorar la protección social. Instaurar una renta básica universal no condicionada, por ejemplo, reduciría la pobreza (nueve millones de pobres; 650.000 de ellos con menos de 250 euros al mes), desmercantilizaría las relaciones laborales y aumentaría el poder de negociación de unos trabajadores que no tendrían que aceptar empleos degradantes, injustos y peligrosos. Sin políticas como esas, millones de personas seguirán pagando los efectos de la crisis con su salud y con su vida.

TUS AMIGOS DE BANKIA

Si hoy en día usted ve un anuncio de un desodorante que puede convertirle en machoman al instante, o de un tipo entrajetado que, mientras anuncia una colonia, nos dice que no nos dejemos llevar por lo establecido, quizás pueda darle la impresión de que se están burlando de nosotros. Pero bueno, al fin y al cabo, usted puede decidir comprarlo o no.

El problema viene cuando este tipo de anuncios -los que se ríen en la cara de uno- llega de aquellos que nos han llevado a la ruina. Ésa es la sensación que tuve cuando me topé con el nuevo anuncio de la “nueva banca“, ésa que, después de arruinarnos, vuelve a querer nuestro dinero. Y es que el otro día vi un anuncio de Bankia.

El anuncio comienza con una música relajante y unas cuantas personas que, una tras otra, aparecen en pantalla el tiempo suficiente para decirnos qué significa mejorar: “Mejorar es un gesto, mejorar es un número, mejorar es llegar antes, mejorar es estar más cerca…”, dicen.

Yo he tenido la desgracia de interactuar con una de las cajas que forman esta “nueva banca” y les voy a decir qué es para ellos mejorar: mejorar es obligarle a pagar cualquier recibo antes de las 10:00, si llega más tarde no le atienden; mejorar es decirle a una persona mayor que si el importe a sacar es menor de 300 euros se tiene que ir al cajero automático, y no atenderle; mejorar es cobrarle una comisión por transferir dinero a otra cuenta de su propia caja…

Mejorar es cobrarle una comisión cada vez que su cartilla tiene menos de x euros, de esta forma es posible -esto lo he visto con mis propios ojos- que a base de comisiones usted se quede sin el poco dinero que tenía en la cuenta. Mejorar es crujirle a comisiones por sacar de un cajero su propio dinero, simplemente porque no es el cajero que corresponde.

Pero, sobre todo, mejorar es cargarle “por error” -de vez en cuando- una comisión por mantenimiento de unos pocos euros, lo suficiente para que usted no se moleste en coger el coche, buscar aparcamiento, e ir hasta la entidad bancaria a protestar. Multiplique esos euros por miles y miles de clientes…

Pero bueno, eso era la antigua banca, ahora todo será mucho mejor, ya verán.


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P.D.: Los tipos que ustedes ven en la foto no sólo están felices, sino que se están partiendo de risa. Están así de contentos porque se han dado cuenta de que, hagan lo que hagan, arruinen a quien arruinen, ellos siempre recibirán una buena ayuda del estado para repartírsela en sueldos.

Como ven, cuando en Bankia hablan de mejorar no mienten, el problema es que se refieren sólo a ellos.

http://www.terceraopinion.net/


lunes, 28 de marzo de 2011

TU FRAGIL VIOLONCELO



Acaricio las cuerdas de tu arpa
con mano temblorosa, con dedos encendidos,
me ciño a tu cintura y tejo entre tus pliegues
acordes luminosos, sublimes arpegios
que iluminan la alcoba.

Mis labios componen en tu piel
conciertos inmortales
sinfonías eternas
que se elevan al cielo
cual palomas de nieve.

Cuando leo el pentagrama
de tu cuerpo desnudo
todo mi ser se transforma
en vibrante batuta
y acaricio la escala de tu cuerpo
besando tus corcheas,
arrancándote notas inauditas
con mi lengua incendiada.

Cuando abrazo tu frágil violoncelo
y mi arco chispea sobre tu piel en llamas
  enmudecen los pájaros del alba,
los ángeles enrojecen de envidia
y el mismo Zeus desciende del Olimpo
para escuchar las notas que desgranas

JUANMAROMO

LA FIDELIDAD A TRAVES DE LOS TIEMPOS



La mayoría de los antropólogos están de acuerdo, el hombre es un mamífero polígamo, entonces ¿Cuál es el origen del mandato de la fidelidad y el tormento de los celos?

Se sabe que el hombre tardó milenios en relacionar el acto sexual con la reproducción, entonces se creía en la influencia divina, de ahí el poder de las diosas de la fertilidad que se extendieron por todas las culturas. Aun después de asociar causa y efecto, durante la eras en las que el hombre fue nómada, las mujeres criaban juntos a todos los hijos de la tribu y los hombre se despreocupaban de sus vástagos, la pareja monógama no existía como tal.
Cuando algunos clanes comienzan a hacerse sedentarios, nace el concepto de propiedad, al principio las tierras y las moradas pertenecían al grupo, pero poco a poco, los más fuertes se van apropiando de las mejores tierras e imponen la propiedad privada.
A partir de ese momento el hombre toma conciencia de que ha de legar sus pertenencias y quiere asegurarse de que los herederos son realmente sus hijos, se establecen parejas estables y la mujer es obligada a permanecer virgen hasta el matrimonio y a guardar fidelidad durante toda la vida, era un intento por parte del macho de asegurar la pureza de su progenie, pero por otra parte, la mujer también exige a su pareja equidad, no está dispuesta a tener que repartir el patrimonio de sus hijos con otros vástagos de su pareja. Las religiones consagran la fidelidad como una virtud y condenan el adulterio hasta con pena de muerte sobre todo cuando la mujer es la pecadora, el círculo se ha cerrado.
Como la mayoría de los matrimonios se producían por intereses económicos o territoriales, el amor quedaba relegado a un segundo plano, y dentro de una discreción más o menos tolerada, los nobles y terratenientes tenían amantes y concubinas mientras que las mujeres debían actuar con mucha más discreción si no querían ser repudiadas o ejecutadas, la infidelidad masculina se toleraba mientras que la femenina era severamente castigada.
Con el romanticismo llega la exaltación del amor, el desarrollo económico y la emigración a las ciudades empieza a desligar el matrimonio de los intereses familiares, cada vez más parejas se casaban por amor. La independencia económica de la mujer le permite la libre elección de la pareja a la cual exige igualdad de derechos y obligaciones, entre ellos la mutua fidelidad.
En una época en que los anticonceptivos hacen muy improbable embarazos indeseados ¿Qué sentido tiene seguir manteniendo la fidelidad a ultranza? ¿Por qué seguimos siendo pasto de los celos a pesar de todos los avances sociales?
El concepto de la fidelidad ha arraigado en nuestra psiquis a través de milenios y ahora es casi un instinto, el sentido de posesión que acarrea el amor romántico tiende a acaparar al amante y a exigirle dedicación exclusiva, la inseguridad, la falta de autoestima y los miedos hacen que muchas personas sufran lo indecible por esa enfermedad que llamamos celos. Las jóvenes parejas que han intentado liberarse del yugo relajando los lazos han acabado rotas o transformadas en puras unidades de coexistencia, ignoro si la humanidad derivará hacia un nuevo concepto de pareja, pero el camino parece que será arduo y tortuoso.

JUANMAROMO

ASALTO AL PALACIO



Emma Riverola


Debemos aceptarlo: los jóvenes de nuestro país hoy no asaltarían el Palacio de Invierno. Su revolución no está en las barricadas en las calles, ni en las inflamadas proclamas sediciosas. Si en ellos buscamos el reflejo de anteriores concepciones de rebeldía, difícilmente lo encontraremos. Salvo honrosas excepciones, la mayoría trata de mantenerse a flote en un magma de decepción y pesimismo. Su rechazo de la clase política fluctúa entre el desprecio y la indiferencia. Y su escepticismo se extiende hacia los agentes sociales y los medios de comunicación. Nacieron en una época de bienestar, protegidos y anestesiados por una visión hedonista de la vida. El sueño se está resquebrajando, pero aún se resisten a despertar. Por ahora, la red ha sustituido los antiguos cafés y locales clandestinos de reunión.

Probablemente, las conversaciones son tan estériles o brillantes como en los albores de cualquier movimiento. Stéphane Hessel, el nonagenario resistente, clama ¡Indignaos! en su exitoso manifiesto. Pero ninguna revuelta ha triunfado sin contener una idea, equivocada o acertada, del camino que hay que seguir. Si las expectativas de futuro siguen menguando, quizá llegue el día de la desesperación total. Entonces, tal vez un furioso y letal ciberataque asalte las estructuras financieras y políticas. Pero si el Palacio de Invierno cae, ¿qué nuevo orden propondrán los rebeldes?

"Mi sordera escondía una bendición"

Robert Dávila, la persona sorda que ha asumido más responsabilidad política del mundo

Victor-M Amela, Ima Sanchís, Lluís Amiguet


Foto: Mané Espinosa

Algún día harán una película sobre su vida (Momentos decisivos, editorial Octaedro): la historia de un niño inmigrante pobre que se queda sordo a los once años y por primera vez en su vida pisa una escuela, una escuela de sordos. Esa oportunidad bien aprovechada lo llevó al gobierno de EE.UU. y a liderar grandes cambios para ese colectivo. Fue de las primeras personas sordas en obtener un doctorado y el primero en dar un discurso en lengua de signos en la ONU (1981). Ha conseguido programas de apoyo para sordos en todo el mundo: "Los logros de EE.UU. deben extenderse por el mundo". Está en Barcelona invitado por la Asociación de Padres y Madres de Niños Sordos.

Eramos inmigrantes mexicanos. Vivíamos en un campamento de jornaleros sin papeles en lo que hoy es el Silicon Valley, en California. Mi padre estaba enfermo del corazón. Mi madre no era feliz.

¿Por qué?

Las barracas de los campos parecían cajones, a menudo no tenían ni techo. Toda la familia recogía fruta y verdura. Un día, cuando tenía ocho años, mi padre se subió a un árbol para sacudir las ramas más altas y cayó fulminado. Tenía 48 años. Jamás me había sentado en su regazo ni había mantenido una conversación con él, pero su pérdida fue lo más significativo de mi infancia, no fui capaz de superar la angustia hasta la muerte de mi madre 54 años después.

¿Su madre se hizo cargo de todo?

Sí, de sus ocho hijos. Llegaba muy tarde por la noche, cuando ya me había dormido, y se levantaba a las cinco de la mañana para ir a coger verdura, antes de que me despertara. Los fines de semana limpiaba casas y por la noche hacía canguros. Apenas la veíamos.

Qué vida tan dura.

Era una mujer fatalista que afirmaba que las dificultades de la vida eran voluntad de Dios. Discutíamos, yo le decía que las personas podían ser dueñas de su destino.

Y así ha sido en su caso.

A los once años, por las condiciones tan insalubres en las que vivíamos, contraje una meningitis. Un día me desperté sordo.

¿Cómo se adaptó?

Fue duro. No quería que la gente supiera que era sordo, su compasión me avergonzaba o me enfurecía. Pero hubo otras consecuencias sorprendentes: mi sordera escondía una bendición, ya que me concedió unas oportunidades que mis hermanos no tuvieron: ninguno fue a la escuela.

¿Tuvo que abandonar su casa?

La escuela de sordos estaba a 800 kilómetros. Veía a mi familia una vez al año. Muy asustado, me subí a un tren con una tarjeta que colgaba de mi cuello, con mi nombre y destino. El viaje duró dos días, no tenía dónde dormir; la policía me encontró y me permitió dormir en la cárcel.

¿Qué tal se adaptó en la escuela?

Algunos profesores no esperaban gran cosa de los niños hispanos, así que me apliqué. Aquel era un mundo nuevo: gente que me atendía, cama propia, buena comida. Deseaba tanto que me aceptaran que a menudo la emprendía a puñetazos.

Somos así de contradictorios.

En cuatro meses aprendí el inglés y la lengua de signos y pude comunicarme. La sordera abrió mi vida a nuevas experiencias, pero añoraba a mi familia, la primera Navidad fue durísima, todas las noches reprimía mis lágrimas porque mi madre me había dicho que no llorara. Desde entonces sufro de rigidez en el labio superior.

Se convirtió en el mejor estudiante.

Aprendía todo lo que estuviera a mi alcance con tal de que me dieran una palmadita en la espalda. Estaba muy motivado. Un día me enteré de que al primero de la clase lo llevaban a cenar y al cine. No puede ser tan fácil, me dije –piense que yo a los cuatro años ya trabajaba...–. Desde ese día fui al cine cada mes.

¡…!

Hubo otro acontecimiento que cambió mi forma de pensar acerca de mi identidad: un compañero de la escuela me invitó a pasar un fin de semana en su casa, sus padres también eran sordos: sordos, cultos y ricos.

¿Qué significó para usted?

Entendí que los sordos también podíamos triunfar, y ver que compartían información y sentimientos en lengua de signos me abrió los ojos. Me gradué precozmente con quince años con el descabellado sueño, en aquel entonces, de ir a la universidad.

Y llegó a doctorarse.

Eso fue lo más difícil, por ser sordo no me aceptaron en alguna universidad; ha habido que luchar mucho.Yo me sentaba en clase y no entendía nada, pero culminé con éxito el doctorado estudiando entre oyentes sin ayudas técnicas ni intérpretes de signos.

¿Por qué decidió meterse en política?

Era la única manera de cambiar las leyes para mejorar la vida de las personas con alguna discapacidad. Ha sido una lucha continúa. Siempre he querido hacer visible la lengua de signos, así que en una reunión de gobierno con Bush padre le dije al intérprete que se pusiera junto al presidente, pero aparecieron los de seguridad y dijeron que el intérprete debía alejarse.

¿Y?

¡Ni hablar!, les dije, yo necesito ver la cara del presidente mientras habla y las manos del intérprete. Mentira, pero así se hizo. Desde aquel momento todos los intérpretes se sitúan junto a los oradores en actos políticos y públicos. Hoy la lengua de signos es la cuarta lengua de EE.UU.

Ha sido muy perseverante.

¿Cuál ha sido mi secreto? Empuje interno. En EE.UU. tenemos una asociación nacional de profesores para sordos que se creó en 1843. Durante 125 años todos sus presidentes han sido personas oyentes. En una reunión con los responsables les pregunté: ¿por qué nunca han elegido a un sordo como presidente?... Nunca se ha presentado ninguno, me dijeron. Me presenté y gané.

¿Qué merece la pena en la vida?

Tener un buen sentimiento hacia ti mismo; se lo dice un sordo hispano de origen pobre. Con motivación y objetivos la vida se abre.

domingo, 27 de marzo de 2011

RIMAS ADOLESCENTES


POETAS

Hemos sido arrastrados por el viento,
hemos sido arrancados de raíz
descastados del mundo por un mundo
que ha perdido la esencia de vivir.

Hemos sido marcados por el fuego
hemos sido fichados por la ley,
acusados de todos las vilezas
y arrojados al negro anochecer.


Hemos sido los parias de las artes
los bufones del circo de papel
postergados en todos los banquetes
expulsados al este del Edén

condenados al fuego del olvido
y barridos del tiempo por un dios
que se esconde en mil almas sin un alma
y que cierra sus ojos al amor.

JUANMAROMO

sábado, 26 de marzo de 2011

EL PODER DE LA ORACIÓN


Desde pequeños nos enseñaron a rezar, antes de dormir recitábamos el "Ángel de la guarda" o el "Jesusito de mi vida" y nuestro sueño era tranquilo y placentero. Más tarde nos atiborraron de letanías, oraciones prefabricadas y rosarios que desgranábamos de carrerilla sin prestar atención a lo que decíamos, pasaron los años y olvidamos la pregarias, perdimos la fe y con ella la esperanza.
Yo no creo en un dios personal, en ese señor con barba "Creador y señor de todas las cosas", pero creo que hay algo trascendente más allá del tiempo y del espacio, una fuerza que controla el universo y que habita dentro de nosotros, un ente al que pertenecemos y que a la vez nos pertenece.
Hay momentos cruciales en nuestra existencia en que necesitamos comunicarnos con esa fuerza, trances en los que nos encontramos desnudos ante el infinito, es el momento de la oración. Rezar significa comunicarte espiritualmente con una entidad superior, pedir ayuda, o buscar consuelo, rezar es restablecer el equilibrio perdido, templar el alma, retomar la esperanza.
Cuando sientas que el corazón te estalla, que el dolor te oprime o que te cerca la desesperación, busca al niño escondido en tu alma y reza con él. No importa que no sepas a quien te diriges, pero lo cierto es que alguien te escuchará.

JUANMAROMO




viernes, 25 de marzo de 2011

HE ESGRIMIDO LA PLUMA



He tomado la pluma

como quien toma un arma

la he cargado de bilis,

la he cargado de rabia

y he rasgado la hoja

que confiada esperaba

la dorada caricia

de unas dulces palabras.


He esgrimido la pluma

como si fuera un hacha

y he templado su filo

en el fuego del alma

en la hoguera del odio,

en la sangre bastarda

de esos hijos de hiena

con camisa y corbata


De esos fétidos buitres

que esperando la presa

picotean furiosos

titulares de prensa

nauseabundas noticias

pegajosas mentiras

que se vuelven verdades

a fuerza de repetirlas.


He empuñado la pluma

cual flamígera lanza

ensartando falacias

traspasando pantallas

reventando panfletos

y soflamas airadas

que rezuman la mierda

con que inundan la casa

mientras matan la tierra

con sus guerras pactadas.


JUANMARMO

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EL MARIDO DESCONOCIDO



Emma Riverola
Escritora

En la olla bulle la sopa. En la cazuela, un pollo con especias. La joven desmenuza unos pimientos asados y se funde en los aromas espesos de la cocina. Pertrechada con cazuelas y cucharones, alza una muralla de azulejos blancos. Su minúsculo dominio sin reino. Esparce la pulpa encarnada sobre el guiso. El agua templada borra el perfume dulzón de sus dedos. Una mano en la cadera, otra en el vientre hinchado. El niño se mueve. El niño de él.

Toma una cuchara de palo y prueba la salsa del pollo. Pizca de comino. Pizca de azafrán. Otro movimiento en la panza. ¿Sabrá quererlo si ella ya no quiere a nadie? No, en la cocina no, se regaña, aquí no entran los desvelos. Aquí, el mundo es al revés. Toma dos naranjas, las pela y las corta en rodajas. El jugo se extiende por la tabla de madera. Al hundir el cuchillo, unas gotas saltan hasta la comisura de sus labios. Con la lengua recoge el néctar. Espolvorea la fruta con azúcar y canela. Casi a hurtadillas, roba un pedacito. El más pequeño. El más feo. Un par de minutos para las nueve. A él le gusta cenar a la hora en punto. Apaga el fuego de la sopa, toma la olla y abre la puerta de la cocina. Su piel se torna hielo. Y su mente, un embrollo de tristeza y odio. Él la espera. El marido. El desconocido. El hombre que sus padres decidieron meter cada noche en su cama. Sirve la sopa. Cuando ella la prueba, le sabe a nada. Igual que su vida.