miércoles, 19 de enero de 2011

"La gente se compara: sufre, desea, desprecia y etiqueta"

Maria Grazia Cucinotta, actriz ('El cartero y Pablo Neruda') y productora de cine

Victor-M Amela, Ima Sanchís, Lluís Amiguet

Foto: David Airob

Inteligencia sensual
1,80 de estatura, ojos y pelo negros, un pecho cicciolino regalo de la madre naturaleza, inteligencia para llevarlo, y una sensibilidad cinco estrellas. Anunció pasta, café, panetones y lencería fina; debutó en cine como reclamo erótico hasta que Massimo Troisi se fijó en ella y le dio el papel de Beatrice, la sensual pueblerina de El cartero. Hoy produce películas de corte social y se estrena como directora con un documental que aborda el abandono de los abuelos, mientras, paralelamente, crea la oenegé Adopta un Abuelo. Tiene un orfanato en Bielorrusia y un hospital pediátrico en Botsuana. Rueda en Barcelona Transgression, thriller dirigido por Enric Alberich, producido por Just Films con Canadá e Italia
Era la más bonita del cole?


Era larguirucha, tenía mucho cabello, siempre en la cara para esconder mis gafas. En casa me llamaban la Simia y en el cole se burlaban. Ver en lo que me convertí fue una sorpresa.

¿Cuándo hizo el cambio?
A los 14 años. La gente se volvía a mi paso; pero la importancia de ser mujer no la he comprendido hasta ahora.


¿Qué comporta ser tan bella?
Miedo e inseguridad, porque en el otro siempre está el prejuicio de que eres un objeto para usar, y eso cuando era jovencita me hería mucho. Siendo modelo, todos los hombres con cierto poder se sentían con derecho sobre mí, y para mi trabajo de actriz la belleza ha sido un gran obstáculo.


Pues no le ha ido nada mal.
Pese a que 'El cartero y Pablo Neruda' fue un éxito internacional –cinco  nominaciones y un Oscar–, desencadenó muchas envidias: “Demasiado guapa para papeles dramáticos”, “demasiado pecho”, “demasiado alta”. La gente se compara, sufre, desea, desprecia y etiqueta: bella-fea-alta-delgada-baja”.


¿Por qué decidió ser modelo?
Me paró por la calle un agente de modelos de Milán, y rápidamente tuve  mucho trabajo en publicidad; he hecho cientos de spots: era la cara de lo italiano en el mundo.


¿Le gustaba?
Yo soy hija de un cartero, y de repente, con 18 años, empecé a ganar mucho dinero; estaba en shock, y aunque me daba apuro salir por televisión, pude cambiar la vida de mi familia. Entras dentro de una caja mágica que hace realidad tus sueños, pero te roba parte de tu vida personal y de tu inocencia.


...
El mundo del espectáculo está circundado de hombres maduros a la caza:  chasquean los dedos y pretenden que tú acudas corriendo porque ellos te ofrecen cenas, coches de lujo, te compran vestidos... Es terrible.


Habrá a quien le guste.
Tras la moda hay un mundo de jovencitas desesperadas que no despuntan y que sobreviven gracias a esta especie de hombres poderosos que para mí son cero machos, porque quien pretende comprar a una mujer carece de lo fundamental.


¿Le cambió el dinero?
Cambiaron los otros. Me vi rodeada de gente que me frecuentaba por interés. Viví ocho años en Los Ángeles –llegué con 24– y fue una verdadera escuela de vida. Era la chica de moda junto a los últimos zapatos y el último bolso, pero consciente de que en cualquier momento podía acabar en un rincón del armario.


Entiendo.
La vida alrededor del cine debes tomártela como un juego: limusinas,  fiestas..., todo gira en torno a un grupo muy reducido de actores y directores. Luego están los cientos de jóvenes que hacen hamburguesas para pagarse la escuela de cine y que jamás tendrán una oportunidad por buenos que sean.


La cruda realidad.
Entendí lo importante que es defender el cine europeo. Los americanos han propagado por todo el mundo su cultura, su mentalidad, sus valores, su manera de vivir, de comer, de amar, de matar... a través del cine.


¿Cómo se sentía siendo icono erótico?
Eso lo decían los otros, no me he identificado. Hay una gran diferencia entre quien nace con un cuerpo como el mío y quien se lo construye. Siempre he tenido un pecho muy abundante, como mi hermana y mi madre, y en la adolescencia me lo vendaba.


¿Le acomplejaba?
Sí. Yo a los 16 años esperaba encontrar un chico de mi edad con el que  pasear románticamente, pero tropezaba con cuarentones libidinosos obsesionados por tocarme.


¿Cómo encajó el éxito?
Todos te quieren, te lo dan todo, entras en un negocio y te regalan lo que desees. Si no tienes los pies en el suelo, piensas que eres dios y estás perdida. Jamás salgo con directores o actores: mis amigos no tienen nada que ver con el cine, porque necesito vivir una vida verdadera.


¿Por eso está implicada en varias asociaciones benéficas?
La parte mágica de mi trabajo es que la gente te para por la calle y te cuenta su historia como si te conociera de siempre, se fía de ti. Lo peor de la enfermedad es la soledad, escucharles es una manera de devolverles lo que me han dado: fama y dinero.


Consecuente.
Pertenezco a la Asociación de Cáncer de Mama. A la mayoría de las mujeres con cáncer las abandonan sus parejas porque la enfermedad da miedo, y cualquiera de nosotros puede ayudarlas a sentirse menos solas. Cuando visito a niños terminales, intento distraer a las madres durante dos o tres horas, darles un respiro.


¿De dónde le viene esta sensibilidad?
Crecí en un barrio pobre y difícil. En la iglesia nos reuníamos todos, buenos y malos, y mi madre, pese a que no teníamos nada, ayudaba a los que estaban peor que nosotros. De hecho, que mi padre fuera cartero me hacía sentir como una princesa frente a quien no tenía padre o lo tenía en la cárcel.


El cine que usted produce trata sobre temas humanos.
Llevo mi lucha por la igualdad y la visibilidad de los desfavorecidos. He  producido una película sobre amor adolescente homosexual y produzco otra sobre madres que cometen infanticidio.

 

martes, 18 de enero de 2011

¡¡DIOS NOS LIBRE DE LOS QUE HABLAN EN SU NOMBRE!!



La libertad de culto es un derecho inherente al ser humano, todos tenemos el derecho a creer y a pensar lo que nos dicta nuestro corazón y nuestro cerebro. La fe es uno de los pilares en los que se apoya la personalidad, todos de una manera u otra profesamos un credo que puede ser religioso, político o ideológico, pero esa creencia, por definición debe quedar restringida al ámbito personal sin invadir el espacio público.
Cuando la religión y el poder se ayuntan, crean seres contra natura, híbridos monstruosos que acaban devorándolo todo.
Durante siglos, la iglesia impuso sus dogmas a golpes de hierro y fuego, no dudó en aliarse con el imperio romano que había sacrificado a sus mejores vástagos en el circo, con tal de ponerse a la altura de El Cesar  y perpetuar sus ambiciones terrenales tan lejanas a las doctrina de Jesús.  La inquisición, el Santo Oficio y  "la cruzada contra el comunismo" son apenas unos pasos del vía crucis por el que nos han hecho transitar a todos los que nacimos dentro del periodo "Nazional Catolicista" y que llegó a sacar bajo palio a un dictador  sanguinario como si fuera el mismísimo Dios.
Los nacidos en la década de los cincuenta, recordamos la obligación de entrar en las iglesias con velos, mangas largas y faldas por debajo de las rodillas, la marginación que sufrían todos aquellos que no asistían a misa e incluso de las multas por no respetar el toque de ángelus o trabajar en Domingo. No debemos olvidar que hasta 1963, la legislación española permitía al padre o al marido matar a hijo o esposa si era sorprendida "en delito de sangre y honor", cuando el mismo Jesús había retado a los verdugos de María de Magdala a tirar la primera piedra, o la obligación de asistir por ley a las procesiones del corpus en muchas poblaciones.
Cuando veo a las mujeres musulmanas cubiertas con un pañuelo, me parece ver a las mujeres de mi infancia que a partir de los cuarenta años se embutían en un sudario negro y ocultaban sus preciosos cabellos bajo un tocado y un moño redentor y cuya viudedad las condenaba de por vida al celibato y al ostracismo.
La religión es uno de los pilares de nuestra cultura y de nuestra personalidad, todos creemos en algo, aunque no todos creamos en lo mismo, pero ese mismo derecho implica el respeto a las creencias ajenas. Toda práctica religiosa, sea la que sea, debe quedar restringida al ámbito personal, y cuando desee mostrase en público, debe seguir los mismos cauces legales que cualquier otra manifestación política o deportiva, con idénticos derechos y obligaciones. Hace unos días me enviaban un vídeo de las calles de Paris cortadas por musulmanes practicando sus cultos, pero aun palpitan en mi recuerdo los tres días se sitio que sufrimos los vecinos de "La Sagrada Familia" en Barcelona con motivo de la visita de El papa Benedicto. Calles cortadas, parkings inaccesibles y la obligación de circular con el carnet en la boca para entrar en nuestra propia casa como en los perores tiempos de la dictadura.

¡DIOS NOS LIBRE DE LOS QUE HABLAN EN SU NOMBRE Y DE LOS QUE LES SIRVEN DE ECO, SE LLAMEN COMO SE LLAMEN!

lunes, 17 de enero de 2011

LA CORTINA DE HUMO



 Desde hace unos meses mi correo está siendo bombardeado por panfletos  en los que se acusa a los parados, emigrantes y enfermos con minusvalías, de todo tipo de estafas y fingimientos, raro es el día en que de una u otra forma no pretendan lavarme el cerebro con una serie de consignas machaconas que lo único que pretenden es desviar la atención de los verdaderos causantes de esta crisis sistémica y estigmatizar a los marginados que en la mayoría de los casos lo único que intentan es sobrevivir.
El uso de internet ha hecho su difusión mucho más inmediata, pero este tipo de desinformación es tan antigua como la escritura, ya la utilizó la iglesia contra los todos aquellos que no comulgaban con sus ruedas de molino, y miles de mujeres libres, judíos y ateos pasaron a ser pasto de la voracidad de las llamas divinas, mientras el pueblo asistía entusiasmado a los festejos.
Antes de la llegada del III Reich, el aparato propagandístico nazi dirigido por Goebbels, alfombró las calles de Alemania con millones de pasquines acusando a Judíos, gitanos y emigrantes de todos los males acontecidos durante la crisis inflacionaria preparando así la llegada de la llamada "solución final", fue el creador de aquella célebre frase que la ultraderecha y los neocom ha adoptado como suya. "Una mentira mil veces repetida....se transforma en verdad". No vamos a negar que hay miles de personas de todas las etnias y circunstancias sociales que estafan al fisco, reciben subsidios injustificados y cobran el paro mientras trabajan en otras actividades, pero esto es tan solo una minucia. 
Lo que verdaderamente pretenden estos panfletos es justificar un drástico recorte del estado del bienestar y levantar una cortina de humo para ocultar a los verdaderos responsables de esta pesadilla.
¿Saben ustedes que dos miembros de las familias más ricas del país están siendo investigados por hacienda, acusados de evasión de capitales por valor de cientos de millones de euros?, son grupos familiares propietarios de empresas que no cotizan en bolsa, pero que son equivalente a multinacionales de primer orden. ¿Saben Ustedes que ninguno de los responsables de la burbuja financiera, ni de las auditoras encargadas de controlarlos no solo no están en prisión, si no que han aumentado sus ingresos un 50% en los últimos tres años? . ¿Estaban al corriente de que tan solo en España hay varios miles de directivos y consejeros delegados con sueldos superiores a los 500.000 euros anuales y que muchos de ellos superan el millón?.
La extrema derecha aliada con el capitalismo salvaje, está utilizando todas sus tácticas para desviar la atención de los verdaderos culpables y buscar cabezas de turco donde el pueblo pueda descargar su ira y su frustración. Toda la vida ha habido y habrá fraude en el paro, en los subsidios y en las ayudas familiares, pero achacar el déficit del estado a estos chanchullos es como decir que el Titanic se hundió porque las ratas royeron la sentina. Mientras algunos se dedican a matar roedores, la tripulación de la nave nos dirige hacia el iceberg a toda máquina, pero no teman, ellos ya tienen preparados los botes. 

JUANMAROMO

El viento del Sur



 
Emma Riverola Escritora
  AMohamed Buazizi, un joven informático que malvivía vendiendo frutas y verduras, la policía le requisó la parada. Él, desesperado, se inmoló ante el ayuntamiento de su pueblo y prendió la mecha de la revuelta en un país colmado de jóvenes como Buazizi, titulados universitarios, en paro y con hambre de libertad, trabajo y futuro. Los jóvenes se alzaron. Y se sumó una mayoría harta de debatirse entre el despotismo de un Gobierno corrupto o el integrismo medieval.

Con una insólita premura, casi sin tiempo para asimilarlo, estamos asistiendo a la primera revolución popular en el Magreb desde la independencia. Miramos al sur y podemos sentir un aliento de esperanza, de coraje y de admiración. Volvemos la mirada a nuestros gobiernos y nos preguntamos si, esta vez, apostarán por la justicia, la democracia y los derechos humanos o si Europa continuará bendiciendo, de forma sistemática y mezquina, a todos los gobiernos árabes que protegen nuestros intereses a costa de aplastar a sus súbditos. Una Europa a la que poco parece importarle las represiones sangrientas ni las torturas sistemáticas si, a cambio, nos sirven de muro de contención del integrismo y dan paso libre a nuestros suministros energéticos.
Hoy, cuando el viento de la libertad sopla en el Sur, la vieja Europa no debería sucumbir al interés miserable ni a la vacilación. El reto no admite medias tintas.

Los beneficios de ilegalizar las drogas

El debate sobre los estupefacientes


Sacan provecho los grandes distribuidores y la industria de la seguridad que combate el tráfico


José Antonio Martín Pallín 

La ilegalización de las drogas no beneficia a los adictos a su consumo, a los que envuelve en un drama que les sume en un estado de marginación social y les convierte en casi seguros reos de delitos que un sistema, fracasado de forma clamorosa, les lleva a la doble condición de enfermos y delincuentes arrojándolos fuera del sistema de convivencia social, dificultando, salvo heroicas excepciones, cualquier posibilidad de curación e integración.
 
No beneficia a su entorno. Los daños y estragos no limitan sus efectos a los drogadictos. Se extienden a los familiares y amigos cercanos convirtiendo la convivencia en un verdadero infierno. El drama alcanza su punto culminante cuando la incapacidad para procurarse las dosis necesarias les lleva a extorsionar a las personas que les son más cercanas, exigiéndoles violentamente dinero para obtener una dosis.
No beneficia al Estado de derecho y a la estabilidad de los sistemas democráticos. Todos los encuentros internacionales que han abordado la compleja posibilidad de encontrar alternativas han coincidido en la necesidad de reaccionar ante el fracaso endémico del sistema penal. Después de más de 40 años de ensayos basados en el incremento de las penas y la rebaja de las garantías se ha constatado que el fiasco ha sido estrepitoso. Un seminario internacional celebrado en Lima en febrero de 1990 rechazó de forma tajante las propuestas que emanan de la Convención de Ginebra para la lucha contra la droga. Este organismo ha derribado límites infranqueables del derecho penal como la propuesta de criminalizar el consumo. Su tarea consiste en celebrar innumerables reuniones cuyas conclusiones han sido inanes. Podemos preguntarnos cuánto nos ha costado desde su creación en diciembre de 1988. Si la transparencia es un valor esencial de la democracia alguien debe publicar las cifras sobre el funcionamiento de ese organismo.
No beneficia al sistema penitenciario, que se ha visto superado por el aumento espectacular de reclusos condenados por trafico de drogas. Pocos jefes de grandes cárteles, algunos más de los escalones intermedios y numerosos distribuidores a escala media o menor que intensifican nuestra ya saturada población carcelaria. La droga forma parte de la vida penitenciaria, crea luchas por el poder, origina víctimas y llega a corromper a funcionarios relacionados con su entorno.
Beneficia a determinadas reacciones desproporcionadas. En el seminario de Lima se advirtió que enfrentarse a la lucha contra la droga con un enfoque bélico y la militarización tiene grandes posibilidades de incrementar la violencia y muy pocas posibilidades de contribuir a la resolución de este problema. La guerra es un negocio para los productores de seguridad. Siempre necesitan un enemigo, pero, como ya les advirtió Nils Christie, hace muchos años que no engañan a todos. Se trata de una guerra sin combatientes enemigos. Se les presenta como lo suficientemente fuertes para movilizar toda la energía de una nación, pero al mismo tiempo son lo suficientemente débiles para no ser nunca realmente peligrosos y así poder seguir la guerra mientras los dirigentes necesiten una guerra.
Beneficia el enriquecimiento desmesurado de los que controlan el tráfico a gran escala. Los estudios sobre el valor añadido de la transformación de la hoja de coca son científicamente irrebatibles. La hoja se vende en los mercados andinos como un producto agrícola de bajo coste. Machacada en una especie de mortero y mezclada con aditivos baratos multiplica su valor por mas de cien. Esa pasta básica se lleva a unos laboratorios rudimentarios que, con un escaso coste, la convierten en clorhidrato de cocaína dispuesto para ser consumido. El transporte masivo hasta los lugares de donde parte en cargamentos que superan la tonelada implica riesgos que encarecen su precio hasta cotas que no alcanza ningún otro producto o materia prima. El paso sucesivo hasta que llega a manos del distribuidor al por menor incrementa exponencialmente su precio. Mientras no se rompa esta inercia, es difícil, por no decir imposible, que el derecho penal resulte lo suficientemente disuasorio.
Algunas propuestas alternativas. Un grupo de profesores universitarios y magistrados firmamos en 1991 un manifiesto por una nueva política. Nos rebelábamos frente a la nefasta política sobre drogas que padecemos desde hace unas décadas. ¿Por qué esta machacona resistencia a intentar vías alternativas? La propuesta alternativa partía de la base legal que proporcionaba la ley del medicamento. En ella se considera que los estupefacientes y las sustancias psicotrópicas son medicamentos. La ley fue modificada en el 2006 eliminando estas sustancias. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) viene equiparando el tabaco y el alcohol a los estupefacientes, por lo que están abiertas las vías para un tratamiento que permita un sistema de distribución controlado. Magistrado del Tribunal Supremo.

Comisionado de la Comisión de Juristas de Ginebra.

domingo, 16 de enero de 2011

CUESTIÓN DE CONFIANZA

Una amiga de "La comunidad" ha publicado un post sobre la confianza en la pareja, en él se narra la experiencia de una mujer que descubre por los SMS y los correos de su marido que este le es infiel, lo que desencadena una crisis de consecuencias imprevisibles.
Ha sido muy interesante leer los comentarios al respecto, porque algunos cuestionan el derecho de la mujer a leer la correspondencia privada de su marido, y aseveran que desde el momento en que ella viola el derecho a la intimidad de su compañero leyendo mensajes e investigando en el historial de su ordenador también rompe ese pacto de confianza  tan fundamental en las relaciones de pareja.
Como pienso que cada pareja es un mundo, opino que generalizar es siempre juzgar injustamente, no es lo mismo una pareja que desde el primer momento establece unas reglas de confidencia en las que cada uno tiene un espacio privado de correspondencia, que siempre hablan de "mío" y "tuyo", que aquellas que desde el principio lo comparten todo y que siempre hablan de "nuestro" y "nosotros".
La mayoría de los cónyuges abren la correspondencia física que llega a casa aunque vaya a nombre del consorte sin que haya problema alguno, cuando uno de ellos empieza a ocultar correos,  mensajes o llamadas telefónicas es porque algo no funciona, ¿qué debe hacer la persona que sospecha una infidelidad? ¿es legítimo que investigue las comunicaciones de su pareja a fin de confirmar la sospecha, o debería plantearle el tema abiertamente antes de recurrir a un método que hasta puede ser ilegal.
Personalmente creo que en la mayoría de los casos, el descubrimiento de los hechos se debe a los descuidos del culpable (casi siempre el hombre), que deja pistas evidentes para la perspicacia e intuición de la mujer, luego la curiosidad y la duda harán el resto.
Creo que en estos casos, la comunicación es fundamental para evitar la hecatombe y que la postura correcta del "damnificado" seria  pedir explicaciones antes de entrar a saco en la privacidad del compañero supuestamente infiel, claro que una cosa es predicar y otra dar trigo y supongo que ninguno de nosotros sabemos lo que haríamos si se presenta la ocasión sobre todo en estos temas en los que el corazón manda indefectiblemente sobre la razón.
JUANMAROMO

ROMPIENDO FUENTE Juan Luis Guerra

Esta es una de esas canciones que me llegan al alma, un hermoso poema, un canto a la maternidad, a la mujer, a la vida. Los que hemos tenido la suerte de ser padres de hermosas niña nos sentimos totalmente identificados con ella. Espero que os guste tanto como a mí.



Mi mujer trabaja en Zona Franca
borda sueño en mangas de camisa
y recoge el ruedo de la tarde
con un sol de "jean" en su sonrisa

Lleva nueve meses de ilusiones

con mi amor preñado cada día
y un bidón de estrellas anunciando
que ha de ser pronto mujer parida

CORO:

Y es que tengo la sospecha de que vas a dar a luz
una niña hermosa como tú
niña hermosa como tú

Mi mujer ordeña la esperanza

con pañales y almohada de hilo
y entre corte y tela se disfraza
como lágrima que cae al río

No te apures, corazon baldío

puja el vientre, y que se abran los mares
que la vida duele, es ley de madre
pero el fruto olvida lo sufrido

CORO:

Y es que tengo la sospecha de que vas a dar a luz
una niña hermosa como tú
¡Oye!

Traigan sueños de levadura

noche de aguardiente
mi mujer con yerba de luna
va rompiendo fuente

En un mundo donde los vivos

son sobrevivientes
mi mujer con yerba de luna
va rompiendo fuente

Nueve meses y un pececito

nadando en tu vientre
mi mujer con yerba de luna
va rompiendo fuente

Mi mujer con yerba de luna

va rompiendo fuente
mi mujer con yerba de luna
va rompiendo fuente

¡Puja, madre! ¡Puja!

Agua de lluvia
noche transparente
mi mujer con yerba de luna
va rompiendo fuente

En un mundo donde los vivos

son sobrevivientes
mi mujer con yerba de luna
va rompiendo fuente

Puja, madre que con un grito

la vida se enciende
mi mujer con yerba de luna
va rompiendo fuente

Mi mujer con yerba de luna

va rompiendo fuente
mi mujer con yerba de luna
va rompiendo fuente
¡Puja, madre! ¡Puja!


LA COLMENA DE TU VIENTRE




Te huelo, te presiento, te deseo
impregnas hasta el aire que respiro
consumes la madera de mi tronco,
enciendes con tu fuego mis sentidos.

Te añoro sin dejar de poseerte
sin alejarme, ya te necesito
y vivo en la nostalgia de tu ausencia
si no siento tus muslos en los míos.

Mis manos no son manos sin tus pechos
mis labios no son labios sin tus labios
mi lengua se cuartea si no bebe
los cálidos efluvios de tu acuario.

y muero por ahogarme en tus espumas
y sueño con sentir en mí tus dientes
fundiendo nuestras mieles derramadas
en la tibia colmena de tu vientre.

Juanmaromo

sábado, 15 de enero de 2011

"No hay momento malo para hacer algo bueno"

Pere Estupinyà, químico, bioquímico y divulgador científico

Victor-M Amela, Ima Sanchís, Lluís Amiguet

Foto: Laura Guerrero

El turista científico
Una de sus tarjetas de visita es haber trabajado durante cuatro temporadas como guionista y editor del programa Redes. La beca Knight de periodismo científico le permitió pasar un año en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y en la Universidad de Harvard. Le gusta infiltrarse en los principales laboratorios y centros de investigación del mundo, es una especie de turista científico que invierte sus ahorros en visitar cerebrines. Fruto de esas incursiones son su blog Apuntes científicos desde el MIT y El ladrón de cerebros (Ed. Debate; La Magrana en catalán), un libro ameno y divertido que nos pone al día de lo último en neurociencia, cosmología, genética, psicología, física cuántica...
¿Soy pura química?
Si esta noche sus niveles de testosterona se elevan considerablemente, se lanzará en busca de una aventura amorosa.

¿Y si no tengo éxito?
El “así no me puedo ir a casa” es un mito, la testosterona sube y baja. Pero si tiene éxito disfrutará del subidón de dopamina, la hormona del placer. Y si el sexo ha sido bueno, querrá repetir y al despedirse de su amante puede que note el bajón de serotonina y piense: “Qué especial es esta persona”...

¿Amor?
Quizá tras varios chutes de dopamina esté un poco enganchada, pero si aparece la oxitocina está perdida, su cerebro la segrega en cantidad en cada orgasmo y es la responsable del apego: estar juntos aumenta la confianza y reduce el estrés.

Qué bonito.
No se confíe, asegúrese de mantener los niveles de oxitocina altos a base de orgasmos si no quiere que el apego vaya decreciendo. El drama aparece cuando una relación se rompe por alguna de las dos partes con los índices de oxitocina al máximo.

¿Depresión y obsesión química?
Sí, la serotonina está por los suelos y tus neuronas encargadas del placer ya no segregan dopamina: sufres síndrome de abstinencia; desesperado, tu cerebro pide volver a ver al amado; pero si él no corresponde, abstente, insistir es un suicidio hormonal.

¿Si lo veo, la química se reactiva?
Sí, cualquier neurocientífico experto en adicciones le dirá que la mejor terapia para el desamor es borrar su teléfono.

¡Menudo drama hormonal!
Hay muchos ejemplos que demuestran que la química va por delante de la conducta. La libertad es una ilusión del cerebro. Antes de decidir cualquier cosa, hay unos procesos inconscientes que dan lugar a esa decisión.

Ya que somos química, deme química para estimular la inteligencia.
Participé como voluntario en un estudio del Instituto Nacional de Salud de EE.UU. que demostraba que la estimulación eléctrica transcraneal hace que aprendas más rápido.

¿Para cuándo su comercialización?
Una de cada cinco personas que toman Ritalin (fármaco para tratar el déficit de atención) no tiene ningún problema de salud. La mayoría son científicos y académicos que quieren mejorar su rendimiento intelectual.

Hemos pasado del determinismo genético al químico.
Investigadores del MIT, como Ed Boyden, reconocen poseer herramientas que cambiarán nuestros cuerpos, mentes e identidades a una velocidad nunca vista.

El humano ciborg ya es una realidad.
Al ingeniero Hugh Herr le amputaron las dos piernas y se puso a trabajar con prótesis; es el padre del tobillo electrónico más avanzado del mundo. Sus piernas ortopédicas le permiten subir paredes con más agilidad que antes y presumir: “Cuando tenga 80 años mis tobillos serán igual de buenos, pero los suyos estarán muy deteriorados”.

Fascinante.
Se está investigando la conexión de la actividad neural con una interfaz que permite interactuar con una pantalla de ordenador. Un parapléjico puede con el pensamiento situar el cursor donde le convenga.

Y la moral ¿también es pura química?
La moralidad tiene un sustrato neurobiológico. No necesitamos que nadie nos explique que matar es malo, lo llevamos insertado de manera innata en las áreas más profundas de la emoción, y florece inconscientemente como los miedos, el hambre o la gramática. Nuestros pensamientos y acciones no dejan de ser impulsos químicos en nuestro cerebro.

El cerebro es la estructura más compleja del universo.
Sí, cien mil millones de neuronas interconectadas. Un prodigio de la evolución, ¡pero, ojo!, el cerebro detesta la incertidumbre y si los sentidos no le dan suficiente información, se la inventa, mezcla memorias reales con recuerdos imaginados para que las historias rememoradas sean plausibles. La duda tampoco le gusta y se aferra a la realidad subjetiva que más le convenga.

Muy humano.
Haga la prueba, intente reconstruir en detalle el momento de su desayuno, ¿se ve a sí misma sentada o caminando por el comedor como si hubiera una cámara en un rincón? Si ve eso, no hay duda de que su cerebro se ha sacado esa imagen de la neurona.

Cerebro complejo y mentiroso.
Si tras conocer unos minutos a alguien que nos ha gustado nos preguntan sobre él, respondemos con gran optimismo incluso a los aspectos de los que no tenemos datos. Hemos rellenado los huecos de información con expectativas.

... Así nos va.
En un estudio formaron dos grupos, uno con personas de autoestima muy alta y otro muy baja. Hicieron unas técnicas muy agresivas de pensamiento positivo y resultó que a los que tenían la autoestima baja les perjudicó, así que mantenga su ironía.

¿Alguna lección vital?
Una reflexión inesperada. Cuando llegó el nuevo director de los Institutos Nacionales de Salud quiso establecer un mapa de ruta muy ambicioso y todos le dijeron: “No es el momento” (andaban mal de presupuesto); pero él respondió: “No hay momento malo para hacer algo bueno”. Su mandato como director fue un éxito.
 

viernes, 14 de enero de 2011

Volver a Sexualidad, afectos y cultura - Pensamiento en Mujer Palabra El miedo masculino a la potencia sexual femenina

Entre 1970 y 1988, William Hartmann, del Centro para Problemas Maritales y Sexuales, en California, monitorizó el orgasmo de 469 mujeres y 289 hombres voluntarios. El mayor número de orgasmos en una hora fue de 134 para la mujer y 16 para el hombre.
El miedo de los hombres a la potencia arrasadora de la sexualidad femenina ha sido uno de los grandes motivos para encerrar a las mujeres en el ámbito doméstico, para cubrir sus cuerpos (desde el velo hasta el burka), para mutilarlos (dos millones de niñas al año son castradas a manos de sus familiares) y para estigmatizarnos como seres más próximos a la animalidad y la irracionalidad que a la cultura y la civilización humana.
AblaciónLa mayor parte de los monstruos femeninos de las culturas patriarcales son seres eróticos, voraces, insaciables sexualmente, apasionados, crueles hasta el extremo. Las Gorgonas, las Harpías, las Erinias, las Amazonas, las Sirenas, la Esfinge, las Succubus, Medusa, las Lamias, las Centaurides, las Empusas, Artemisa, Afrodita… Otras diosas monstruosas fueron: Andras, un Espectro Bisexual; Astartea, el Ángel del Infierno; Gomory, la Maestra del Sexo; Is Dahut, la Amante Insaciable; Perséfone, la Reina del Inframundo; Zalir, la Lesbiana, Zemunín, la Prostituta. Lamia, el Mito de la Vagina Dentada: es un personaje femenino de la mitología grecolatina, caracterizado como asustaniños y seductora terrible. Otras mujeres malas (malas porque se sienten libres y actúan como quieren) son Lilith (para la cultura hebrea) y Eva (para la cristiana), porque con su curiosidad corrompen la bondad del hombre.
LilithLilith es considerada la primera esposa de Adán en la literatura rabínica. En las leyendas populares hebreas es el espíritu del mal y la destrucción, el demonio animal con rostro de mujer. Dios no la creó a partir de la costilla del primer hombre, sino de “inmundicia y sedimento”. Según Erika Bornay (1998), Lilith y Adán nunca encontraron la paz, principalmente porque Lilith, no queriendo renunciar a su igualdad, discutía con su compañero sobre el modo y la forma de realizar su unión carnal.
Lilith consideraba ofensiva la postura recostada que él exigía. “¿Por qué he de acostarme debajo de ti?”, preguntaba, “yo también fui hecha de polvo, y por consiguiente, soy tu igual”. Como Adán trató de obligarla por la fuerza, Lilith, airada, pronunció el nombre mágico de Dios, se elevó en el aire y lo abandonó. La diablesa huyó del Edén para siempre y se fue a vivir a la región del aire “donde se unió al mayor de los demonios y engendró con él toda una estirpe de diablos”.
Las religiones monoteístas, en general, se esfuerzan mucho en condenar el deseo de la mujer y en tratar de constreñir el erotismo femenino a la tarea de la reproducción. Según Erika Bornay, los penitenciales medievales revelan que el acto carnal entre un hombre y una mujer no unidos en santo matrimonio era considerado más grave que el asesinato: “El continuo apelar a la abstinencia, esta insistencia la maldad intrínseca del goce sexual, este desprecio sin paliativos por la carne necesitó de la figura de un “impulsor”, un culpable, un ser proclive al pecado, que no fuera aquel hombre creado a “semejanza de Dios”. Se necesitaba de “otro” que por la lógica de estas filosofías patrísticas, iba a ser otra: Eva, la Mujer. Es en ella en quien los padres de la Iglesia encarnarán todas las tentaciones del mundo terrenal, el sexo y el demonio. Y ello pese a que en el Antiguo Testamento el hombre reconoce a la mujer como su igual”.
La moral patriarcal ha dividido a las mujeres en dos grupos: las seductoras, que destacan por su erotismo y sexualidad; sus artes sensuales sirven para desorientar y manipular a los hombres, que tienen que huir de ellas para no sentirse dominados. Y por otro lado están las discretas, que aparentan no sentir deseo alguno. Las primeras son malas porque son promiscuas, y porque no son sumisas a la autoridad masculina, ni se sienten objeto perteneciente a ningún dueño. Las segundas son las madres y las esposas, esas mujeres complacientes y bondadosas que tienen sexo solo por complacer a sus maridos, no porque lo deseen por ellas mismas.
Esta idea implica que su cuerpo, de algún modo, no es suyo, sino del hombre con el que se casa, del cura que la confiesa, del médico que la explora, del gobernador que ejecuta las leyes, de los parlamentarios que las aprueban. Su cuerpo reproductor es un bien social, por eso la maternidad se contempla como algo obligatorio, natural y necesario para las mujeres.
Ya sabemos que a las mujeres que han elegido un camino distinto haciendo ejercicio de su libertad les ha tocado morir torturadas, asesinadas, y quemadas en la hoguera. La figura de la bruja, la vampiresa, la loba, la hiena, ha sido común para representar a las mujeres con deseo sexual, y forma parte de las pesadillas del imaginario masculino la mujer a la que ningún hombre sacia.
En nuestra cultura, las mujeres que han disfrutado de su cuerpo y su sexualidad han sido siempre estigmatizadas socialmente como malas mujeres, mujeres de vida alegre, mujeres de la calle, putas o ninfómanas. En definitiva, las mujeres que se apartan de sus estereotipos y roles de género, y su función reproductora, son penalizadas socialmente por ello, y esto ha sido así durante muchos siglos.
Por eso han tenido que recurrir siempre a cómplices y ayudantes para poder vivir su sexualidad al margen de la moral patriarcal. En el caso de las lesbianas, el ambiente doméstico propició de alguna manera que las mujeres pudieran compartir placeres y cariño sin la represión masculina, aunque siempre en la clandestinidad.
En el caso de las heterosexuales, son las alcahuetas, celestinas, criadas… las que ayudaban a las mujeres recluidas en su casa destinadas a un matrimonio de conveniencia. Ellas facilitaban los acercamientos masculinos, el establecimiento de las citas clandestinas, el reparamiento de virgos antes de las bodas, el adulterio sostenido de las casadas. Y es que la hipocresía cristiana y burguesa daba por sentado que las mujeres no tenían deseos propios y que su deber era guardarse del deseo masculino, siempre potente y desbocado.
El clítoris fue descubierto en el siglo XVI y redescubierto por la sexología a finales del XIX. El orgasmo múltiple en el XX. Cuando digo “fue descubierto” me refiero a que lo descubrió la Ciencia, que hasta entonces había sido exclusivamente cosa de hombres. Nosotras ya sabíamos lo del clítoris y también conocíamos los orgasmos múltiples sin que ningún especialista nos tuviera que decir nada. Pero para la opinión pública supuso un escándalo constatar no sólo que la sexualidad femenina no es inferior ni más débil que la masculina, sino probablemente más placentera que la masculina porque la mujer no se descarga y muere, sino que es capaz de perderse en las cimas del placer sin descender de ellas durante mucho tiempo.
En el caso de los hombres, el orgasmo es esencial para la inseminación: las embestidas empujan los espermatozoides dentro de la vagina. El óvulo de la mujer, sin embargo, es expulsado naturalmente por el ovario una vez al mes, independientemente de su respuesta sexual; esto es lo que hace incomprensible la función del orgasmo múltiple para los científicos.
Según Helen Fisher (2007), una de las causas del orgasmo femenino radica en el placer que siente la mujer: “para la mujer el orgasmo es un viaje, un estado alterado de conciencia, una realidad diferente que la eleva por una espiral que llega hasta el caos, y que luego le proporciona sensaciones de calma, ternura, y cariño que tienden a cimentar la relación con el compañero”.
Otros autores inciden en la idea de que el orgasmo sacia a la mujer, y eso la induce a permanecer acostada, lo que impide que la esperma escape del canal vaginal. El antropólogo Donald Symons piensa que, al no tener el orgasmo femenino una utilidad directa en la concepción, es un fenómeno anatómico y fisiológico innecesario que ha subsistido a la evolución femenina solo por su importancia para los hombres. Como el orgasmo es señal de haber llegado a la máxima satisfacción, a los hombres les gusta que la mujer lo experimente porque es la prueba de la gratificación de su compañera, y tal vez porque suponen que de ese modo tenderá menos a buscar aventuras sexuales.
Desde esta óptica (poco afortunada a mi entender), el orgasmo femenino sirve o existe para alimentar el Ego del macho y lo prueba el hecho de que muchas fingen tenerlo para no herir a su compañero. Catharine MacKinnon, por ejemplo, ve en la “simulación del orgasmo” una demostración ejemplar del poder masculino de conformar la interacción entre los sexos de acuerdo con la visión de los hombres, que esperan del orgasmo femenino una prueba de su virilidad y el placer asegurado por esta forma suprema de sumisión.
Como el placer femenino no ha de ser retenido, ni cae en picado como sucede en la eyaculación, la mujer que disfruta está siempre en el cénit, navegando por las cumbres del éxtasis. Es, en este sentido, un placer desordenado, sin principio ni fin: “En su erupción voluptuosa, el cuerpo femenino es desobediencia civil a la anatomía impuesta; induce metafóricamente una nueva socialidad, un nuevo exceso; y demuestra lo siguiente, que lo genital y sus placeres localizados son una limitación a la que un día, hace poco, obligamos al cuerpo”. (Pascal Bruckner, 1977)
La sexualidad femenina confunde al hombre, según este autor, porque constituye, aun hoy en día, un tipo de sexualidad diferente a la suya, un mundo, pues desconocido y temible. El hombre nunca puede estar seguro de si su aparato sexual va a funcionar como es debido, si después de una erección podrá lograr otra. A veces se encuentra atrapado en su propio falo mientras el placer de la mujer se expande en el tiempo y el espacio: “En los orgasmos de las mujeres habitan unos universos increíbles de los que nos enamoramos locamente a pesar de su distancia insuperable. Aun cuando los gestos de la amada parecen dirigidos y dedicados a nosotros, siguen expresando las oscuras regiones que nos excluyen”. (Bruckner, 1977)
Las mujeres deben orientar y definir su erotismo de acuerdo con las normas dominantes y simultáneamente, con las específicas de su género. Las mujeres tienen así, según Marcela Lagarde, una doble asignación erótica: tienen deberes, límites, y prohibiciones, por ser miembros de una determinada cultura, y otros específicos por ser mujeres.
Una de las razones por las que existen entre 85 y 114 millones de niñas y mujeres mutiladas en el planeta es porque se piensa que sin capacidad para tener orgasmo, serán mujeres fieles a sus maridos. Si se mutilan masivamente es porque se sabe que todas las mujeres tienen una sexualidad tan “fuerte” o mayor que la del hombre, y por eso se trata de eliminarla. Porque se entiende el cuerpo femenino como para ser usado por un hombre, no para ser disfrutado por la propia mujer. Y también porque se entiende que la sexualidad femenina ha de ser controlada, constreñida, arrancada, para que no se desparrame.
La doble moral sexual
Alejandra Kollontai denunció el fenómeno de la doble moral sexual, que se sostiene sobre la falsa idea de que los hombres tienen derecho a disfrutar de su sexualidad y las mujeres no, porque sus necesidades sexuales “no son tan fuertes como las de los hombres”, o porque se considera que ellas no deben disponer de su propia sexualidad para la obtención de su propio placer.
La doble moral existía ya en la Antigua Mesopotamia, según Carlos Yela García.
Según Barash y Lipton (2003), esta doble moral está muy extendida en la mayoría de las sociedades patriarcales: los hombres disfrutan de mucha mayor libertad que las mujeres para practicar el sexo fuera del matrimonio. Tras examinar 116 culturas diferentes, la antropóloga Gwen Broude señaló que mientras que 63 permiten el sexo extramarital de los maridos, sólo 13 se lo permiten a las mujeres.
La promiscuidad femenina sigue estando peor vista que la masculina, no solo entre los hombres, sino también entre las propias mujeres (Robinson y otros, 1991; A. de Miguel, 1992). En las sociedades patriarcales los hombres aprenden que su promiscuidad sexual es un signo del que jactarse, mientras que las mujeres aprenden que es un signo del que avergonzarse. La disparidad de cifras en las encuestas sugieren que las mujeres ocultan sus infidelidades en mucho mayor grado que los hombres, que tienden a mentir aumentando la cifra de mujeres con las que han compartido una intimidad sexual.
Esto sucede porque, según Franca Basaglia (1983), el cuerpo femenino es la base para definir la condición de la mujer como un cuerpo apto para la procreación, para dar vida y placer a los hombres.
Y sin embargo, numerosos estudios como los de Beach y Ford (1951) señalan que existe una marcada tendencia a buscar relaciones sexuales fuera de la pareja en prácticamente todas las sociedades humanas, tanto en hombres como en mujeres. Prueba de ello son las culturas donde no existen presiones sociales contra la promiscuidad femenina, en las que las mujeres inician las demandas sexuales con la misma frecuencia que los hombres (Yela, 2002).
La doble moral se sustenta sobre la base de que las mujeres han de ser fieles a sus parejas masculinas, pero no a la inversa; socialmente es mucho más perdonable el adulterio masculino (lo que se denomina “echar una canita al aire”), que el femenino, penalizado con la muerte en muchas sociedades, y motivo de escándalo y marginación social en casi todas.
Y es que la infidelidad femenina es uno de los terrores masculinos más comunes a todas las culturas patriarcales, porque ser un cornudo es símbolo de debilidad, de poca virilidad, de pérdida del honor. Y porque siempre se ha considerado que la sexualidad femenina no es para ella, sino que existe para el otro, es decir, que tiene que servir para el placer masculino. Se ha concebido siempre como un medio, no como un fin en sí mismo del que el hombre pueda sentirse excluido.
Alejad vuestros rosarios de mis ovariosDe ahí que en la revolución sexual de los años 60-70 las feministas lucharan por alejar el cuerpo femenino de la jurisdicción de la Iglesia, el Estado, la Medicina, la moral patriarcal y el macho dominante. Y lo consiguió en parte; en Irán siguen muriendo mujeres lapidadas por haber cometido adulterio; y en España l@s adolescentes claman indignad@s contra las “guarrillas” (chicas que no practican el noviazgo monogámico tradicional y se enrollan con quien quieren y cuando quieren).
Las que sí practican lo que llaman “la normalidad”, es decir, las “buenas”, no deben de saber lo que han luchado sus madres y abuelas por su libertad y sus derechos, porque se enorgullecen de que sus novios no las dejen llevar faldas cortas, hablar con otros chicos, o salir con sus amigas de fiesta, aunque sus madres y padres si se lo permitan.
¿Vamos avanzando, o vamos retrocediendo?


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