jueves, 23 de diciembre de 2010

"Jesús no nació ni el 25 de diciembre ni en Belén"


El periodista y psicólogo explora las celebraciones y los orígenes navideños en el libro 'Mitos y tradiciones de la Navidad'


  • Pepe Rodríguez, periodista y doctor en Psicología, es profesor de periodismo de investigación y especializado de la facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universitat Autònoma de Barcelona. Es autor de libros de investigación y ensayos sobre temas sociológicos y políticos. Ahora acaba de publicar 'Mitos y tradiciones de la Navidad' (Ediciones B)
Raimon cantaba “Qui perd els orígens, per identitat” (Quien pierde los orígenes, pierde identidad) y eso parece que es lo que nos ha ocurrido con la celebración de la Navidad. ¿Por qué adornamos un árbol en el salón? ¿Por qué nos obsequiamos con regalos? ¿Por qué vienen Papa Noel y los tres Reyes Magos?... El periodista y psicólogo Pepe Rodríguez ha buscado respuestas a todas éstas y más preguntas en el libro ‘Mitos y tradiciones de la Navidad’, todo un viaje por los orígenes navideños, que poco tienen que ver con las tradiciones actuales. Y lo más curioso: lo que creemos a ciencia cierta, quizás no es tan incuestionable como pensamos…

-Por ejemplo, afirma en su libro que Jesús no nació por Navidad. Empezamos bien…

-Exacto, no nació ni el 25 de diciembre ni en Belén. Hay serias dudas de que Belén existiese en esa época, y si hubiese existido, la familia de Jesús no tenía nada que hacer allí. El censo de Cirino fue en el año 6-7 d.C. y sólo se aplicó en Judea, no en Galilea. Que naciera en el año 0 de nuestra era, es un error del monje Dionisio el Exiguo, que no sabía matemáticas y contó mal. Lucas y Mateo dicen que Jesús nació estando reinando Herodes el Grande, que murió en el año 4 a.C. Por tanto, hay un desfase de 4 años. La mayoría de expertos coinciden en fechar el nacimiento de Jesús entre los años 6 y 9 antes de nuestra era.

-¿Hay algo real y genuino en la Navidad cristiana?

-Sí, la figura de Jesús. El resto son cosas que ya existían. Mucho antes del cristianismo había un dios fundamental, Mitra, que tampoco es original, lo copiaron de dioses anteriores. El dios Mitra nació de madre virgen en una cueva, fue adorado por pastores y poderosos, era hijo de dios padre, intermediario entre los hombres, murió y resucitó el tercer día…

-…y nació por Navidad.

-En el solsticio de invierno. Durante los primeros siglos del cristianismo incluso se prohibió especular sobre cuándo había nacido Jesús. No era un elemento de fe importante. No se construyó el cristianismo sobre su nacimiento, sino sobre su muerte. En el siglo IV, para contrarrestar las celebraciones en honor a Mitra, se adjudicaron sus tradiciones al judío Jesús, que heredó todos estos mitos ancestrales.

-¿Lo que celebramos en realidad el 25 de diciembre es el solsticio de invierno?

-Eso sí. Los mitos siguen siendo los mismos, cambian los personajes que los encarnan. Hace 4.000, 5.000 años… que celebramos el nacimiento de la esperanza en el solsticio de invierno. Es un culto solar. Ese día es el más corto del año, que empezará a alargarse. Celebramos la regeneración de la naturaleza. Eso es lo que encarna Jesús.

-¿Y qué me dice de los Reyes Magos?

-Mateo habla poco de ellos y dice que eran unos magos de Oriente que dejaron tres regalos al niño. Hubo mucho debate sobre si eran dos, tres, 12, 64… Hasta que Orígenes, el padre de la Iglesia, dijo algo muy lógico: como hay tres regalos, hay tres magos. Pero como que los magos estaban mal vistos, los transformaron en reyes magos, sabios o astrólogos, lo que justificaba que podían conocer la posición de las estrellas y llegar hasta el portal. La tradición fue evolucionando. En los siglos V y VI, los nombres ya están asentados, pero van cambiando las edades…

-…y el color de piel de Baltasar.

En el siglo VIII empieza a ser ‘fuscus’, lo que nos pasa a todos cuando vamos a la playa, la piel bronceada. Y es blanco en todas las pinturas del siglo XV. En cambio, en el siglo XVI ya lo pintan negro.

-Esta medida sería ahora muy políticamente correcta…

-Entonces también. Aunque se cepillaban a los negros, a los indios y a todo el mundo que no fuese blanco y cristiano, se decidió que los reyes representasen las diferentes razas.

-¿Y qué pinta Papá Noel?

-Mucho, aunque pinta más en el norte de Europa. Es una mezcla de tradiciones distintas. En la base está el obispo turco del siglo IV, Sant Nicolás, que acabó siendo protector de los niños e inocentes. En Holanda fue muy reconocido y traía juguetes y dulces a los niños. Cuando los holandeses fueron a la que es hoy Nueva York, se llevaron sus tradiciones. El escritor Washington Irving hizo una novela sobre los holandeses y satirizó al personaje. Gustó mucho y un dibujante empezó a darle forma. Fue evolucionando junto con una serie de mitos que existían en el norte de Europa: el padre invierno y los gnomos del bosque. Acabó formándose el PapÁ Noel actual, con la variante que era un personaje un poco hierático.

-Hasta que la Coca-Cola le dio chispa.

-Lo utilizó en una campaña del año 31, pero no le funcionó. Entonces encargó a uno de sus dibujantes que lo hiciese más humano. Se inspiró en un vendedor de prensa sueco con facciones bonachonas.

-¡Vaya manipulación!

-Los mitos siempre nos llegan muy trabajados. Las bases del mito subsisten, pero cambian los ropajes, los personajes, cómo se celebra… Si el mito funciona, es algo casi genético.

-¿Todavía funciona el mito actual de la Navidad o convendría hacer un nuevo 'remake'?

- El problema no es que no funcione el mito, es que nos hemos convertido en ignorantes. No sabemos qué es. Nos hemos endurecido de corazón y neuronas. Muchos, incluso creyentes, celebramos la Navidad de forma maquinal y administrativa. Hace 50 años en las comunidades rurales, la Navidad era una época especial, que se celebraba con emoción, devoción y conocimiento de lo que se hacía. Esto lo hemos perdido. El Tió, que tiene una base mítica y ritual preciosa, lo hemos convertido en vestir de no sé qué un trozo de madera y pegarle bastonazos.

-¿Cuál es el significado del Tió?

-Viene del árbol, que es uno de los ritos más antiguos que se relacionan con el solsticio de invierno. Se adoraba al espíritu de la naturaleza, representado por los árboles. El árbol sagrado, básicamente, era el roble, que se había quedado desnudo, sin hojas, por lo que se pensaba que el espíritu sagrado se había ido. Cuánto antes volviese, antes se regeneraría la naturaleza. Por eso, adornaban el árbol con ropas de colores, huevos pintados… para que regresara la esperanza, la regeneración. El Tió es un culto a este árbol sagrado, y un ritual de educación y respecto a la naturaleza dirigido a los niños. Se les enseñaba a cuidarlo y a cambio, él daba algún regalo.

-Y aparecen los regalos. Uno de los elementos principales de nuestras celebraciones navideñas.

-El regalo ya existía en las culturas mesopotámicas y también en Roma. Cuenta la leyenda que un gobernador de la recién fundada Roma recibió un regalo que le trajo suerte y que venía con unas hojas de laurel del bosque de la diosa Estrenia. De ahí vienen las ‘estrenes’ que decimos en catalán. En aquellas épocas se regalaban detalles o una moneda de bajo valor acompañados de vegetales mágicos. Los romanos degeneraron y empezaron a hacer regalos fastuosos. Incluso se legisló prohibiendo regalos de cierto valor. En la Edad Media había penas de cárcel para los que gastaban más de lo que se podían permitir.

-Hoy muchos padres estarían entre rejas…

-Todos. El regalo debe ser un detalle hermoso, cargado de efecto y valor, pero no de coste.

-¿Cómo celebra la Navidad?

-Con tranquilidad y con la familia, huyendo de las aglomeraciones. La Navidad tiene que ser un tiempo también de introspección.

-Y renovación. ¿Por eso los buenos propósitos de año nuevo?

-Efectivamente. Eso ya lo hacían las culturas mesopotámicas. Existe una tablilla mesopotámica con propósitos escritos.

-No somos nada originales.

-En absoluto. Todo está inventado, vivido…

-…y olvidado.

miércoles, 22 de diciembre de 2010

A TRAVÉS DE LOS AÑOS

 
Hace unas horas hablaba con una amiga de toda la vida, repasábamos nuestras vivencias,  nuestra trayectoria vital, lamentábamos que aquellos ideales y anhelos de cambiar el mundo se hubieran ido desvaneciendo, o quedaran desgarrados entre las zarzas del camino. En mi juventud aposté muy fuerte por la libertad, era época de lucha contra la dictadura, contra la represión de la iglesia, contra el machismo. Creíamos en las ideologías, confiábamos en los líderes y nos sentíamos capaces de de  vencer gigantes y desfacer entuertos. Pasaron los años y supimos que los líderes no eran dioses, que las ideologías eran manipuladas y que las banderas solo servían para cubrir a los que morían por ellas, pero hay algo que nada ni nadie consiguió robarme, la fe en el ser humano.
En mi escala de valores, la justicia, la coherencia y el respeto siempre ocuparon los primeros peldaños, y el amor, la familia y la paz interior quedaban a años luz de mi interés por el dinero. A través de los años, he tenido que tragar sapos y serpientes, masticar silencios impuestos y caminar por la cuerda floja que separa los intereses bastardos de la pura supervivencia, he tenido que hacer cosas impensables y vomitar creencias que se habían convertido en dogmas.
Comprendí que la vida no era en blanco y negro, que el arcoíris tenia infinitos matices y que la verdad era solo el espejo donde se refleja nuestra ignorancia, sufrí el zarpazo del desencanto, la escarcha del desaliento y por un momento me sentí perdido y desorientado, pero una cosa tenía claro, si tenía que morir, moriría matando.
Comprobé que todos tenemos un precio, sea en dinero, en poder o simplemente en miedo, que a veces tenemos que hartarnos del agua que juramos no beber y que duele más un puñal en la espalda que una flecha en el corazón.
Cada uno perseguimos la felicidad por distintos caminos, caminos que a veces convergen y a veces se separan, hay quien apuesta por el dinero como Meca y vende su alma por llegar a lo más alto, hay quien sacrifica en aras del poder su vida sus ideales y a todo el que se interponga en su escalada.
Sentado en un recodo contemplando el paisaje, recapacito y pienso que he tenido suerte. Si la talla de un hombre se mide por la de sus enemigos, debo ser menudito, porque jamás tuve enemigos, o al menos no reconocí a nadie como tal, la vida me regaló una compañera con la que espero disfrutar del resto del camino y solo pido que este sea largo y tener la fuerza para recorrerlo con dignidad sin soltarnos jamás de la mano. La belleza está en los ojos de quien la contempla y el paisaje de mi vida ha sido intenso y riquísimo en matices, no he alcanzado la fama y el dinero me rehúye pero he conseguido lo que busqué desde un principio, el amor y la paz interior, que la vida me de la sabiduría para conservarlos. 

JUANMAROMO


EL AÑO QUE CAMBIÓ NUESTRA VIDAS

 

 
Carlos Carnicero Periodista  

La explicación de los economistas incluso tiene visos de racionalidad desde la perspectiva seudocientífica que les acredita como forenses del pasado. Una crisis originada por el exceso de liquidez y la ambición desmedida de quienes controlaban los bancos -pero no su propiedad- ha terminado por cambiar nuestras vidas, probablemente para siempre.

No hay certidumbres, base de la seguridad y de la única manera de ahuyentar el miedo. El pánico conduce al individualismo, y este, a la indefensión. Los mercados se aprovechan de la falta de capacidad de organización de los ciudadanos, de la complicidad de los partidos conservadores y de la incapacidad de la izquierda para renovarse y hacer planteamientos alternativos.
Durante el 2010, cada día se ha producido una noticia que ha ampliado el efecto perverso de la anterior. Cuando aún no se ha aprobado la reforma de las pensiones, la OCDE ya avisa de que será insuficiente trabajar hasta las 67 años y que el computo será sobre una vida laboral más larga: nadie se detiene a explicar este pretendido milagro de los panes y los peces en el que, empezando a trabajar más tarde, con épocas de desempleo patológicas, muchos ciudadanos puedan conseguir una pensión.
En ningún caso se habla de desarticular parte de los privilegios de los poderosos. Y los únicos que responden son los que tienen una situación de aristocracia laboral, como los controladores aéreos. No hay anuncio de recorte de bonos para los altos ejecutivos.
El 2010 ha sido el año en que se ha instalado el pánico al futuro. La trampa es que están consiguiendo que cada recorte se examine y se apruebe por separado, con lo que se trata de evitar el síndrome de la realidad de acumulación de amputaciones. Mientras tanto, los expertos que ganan más de un millón de euros siguen aconsejando que se trabaje más, durante más años y se cobre menos. Es la realidad que nos ofrece como resumen el 2010, el año que cambió nuestras vidas.

"Una mujer sólo empieza a ser bella a partir de los 30 años"

Beatriz de Orleans, presidenta de la Asociación Española de Lujo

Victor-M Amela, Ima Sanchís, Lluís Amiguet


  

Elegancia alegre
Esta mujer casó ¿hoy está separada¿ con Su Alteza Real el Príncipe Miguel de Francia y Príncipe de Orleans: podría haber sido reina de Francia si Francia hubiese sido reino. Es una mujer elegante, inquieta y reina de su vida. Encantadora, habla con desparpajo del lujo, la elegancia, la belleza, la seducción... Habla español con "charmante" acento francés, sabe escuchar, hace gala de amplia apertura mental y sonríe con mucha alegría en la mirada. Colaboró en la reciente Barcelona Night Shopping y es la presidenta de la flamante Asociación Española de Lujo (www.luxuryspain.es), para promocionar lo mejor de España. Y no descarta fundar un partido político "con lo mejor de todos".
Qué es el lujo?
Algo innecesario para la supervivencia diaria.




¿Un perfume muy caro?
Sí..., si representa un sueño. El ser humano necesita soñar. Y si ese perfume te permite entrar en un sueño..., es lujo. ¡No sólo de pan vive el hombre! Vives de ensoñaciones.


¿Para qué una asociación del lujo?
Para destacar las cosas bien hechas. El lujo es el goce de la excelencia: lujo es todo lo que esté muy bien hecho. Lujo es todo lo excelente en cada ámbito, el que sea.


Un ejemplo.
El tren AVE es un lujo, por ser el mejor en su ramo. El mejor jamón ibérico es un lujo, y el mejor caballo, el mejor vino, el mejor hotel... o la mejor  pescadería, la mejor encuadernación de libro o el mejor bordado a mano de una sábana.


O la mejor joya.
Sí, pero el lujo no lo mide el precio..., sino la calidad, la buena factura, la delicadeza. Como la piel de los bolsos Hermès o Loewe.


¿Qué tienen?
Procede de vacas argentinas criadas sin piensos sintéticos, aprovechando  sólo la piel del pecho: si una sola mosca pica esa piel, se desecha... Claro, esos bolsos se mantienen incólumes sea en el calor arábigo o en el frío ártico.


Lujo, hoy, es tener un empleo.
El lujo exige de uno la capacidad para apreciarlo, paladearlo. El lujo exige  alguna capacidad cultural, alguna sensibilidad. Lo que ya no tiene sentido es la ostentación.


¿Qué es ostentación?
Exhibir marcas, comprar compulsivamente, valorar la ropa u objetos por su alto precio... O montar una fiesta con ¡cuatro orquestas! como yo he visto... Ese mal gusto del ricachón lo ha aplacado la crisis, felizmente.


¿Qué es lo más lujoso que usted tiene?
El tiempo. Nunca me sobra. Es mi máximo lujo: atesorar momentos para mi disfrute, para salir a pasear con mis perros, por una playa... Un fin de semana... Nada hay más valioso y más lujoso para mí.


¿No es una provocación, en plena crisis, ponderar el lujo?
No, porque es cantar al trabajo bien hecho.


¡Y eso necesitamos para remontar la crisis!
Digámosle al mundo que en España se hacen muy bien muchas cosas: eso revalorizará nuestro patrimonio..., con consecuencias beneficiosas para la economía.


¿No valoramos lo que tenemos?
España tiene mucha artesanía excelente y productos de sobresaliente  calidad..., pero poco promocionados. Hay en España huertos ecológicos que exportarían más si vendemos bien que sus hortalizas son un lujo.


¿Cuidar del propio cuerpo es lujo?
Si una mañana me veo horrorosa, visito a Carmen Navarro, mi doctora. Yo me he puesto hilo de oro para estirar la piel del cuello, y me inyecto bótox en las arruguitas, me doy masajes, me cuido lo que necesite...


¿Y no teme excederse?
No lo hago: podría quitarme bolsas y arrugas en los ojos, pero... ¿qué  pasaría en tal caso con la expresividad de mi mirada?


¿Podría perderla?
Sí, y lo mejor que tengo es mi chispa en la mirada. Cuando una tiene una  edad..., ¡le quedan las piernas y los ojos! Y yo no quiero perder la viveza de mi mirada.


¿Qué es la belleza?
Un poder. Investigaciones científicas demuestran que un bebé se espabila, come y se desarrolla mejor ante un rostro bello. Los niños de tres años  quieren más a una profesora guapa que a una fea. Los niños de siete años trabajan más y mejor si su profesora es hermosa... ¡Así de injusta es la naturaleza!


Veneramos la belleza.
La elegancia y la belleza son una confluencia de lo interno y lo externo, tiene que ver mucho con una actitud, un estado de ánimo.


¡Por eso una mujer sólo empieza a ser bella de verdad a partir de los 30 años!
Debe de tener usted de todo, ¿no? No hay nada material que pueda  epatarme. He viajado por todo el mundo, he visto todo... Por eso valoro tanto un atardecer paseando por el bosquecillo junto a mi casa de San Pedro de Alcántara...O tener tiempo para leer, que es lo que más me gusta. La calidad de vida no es sinónimo de dinero.


¿Qué pieza valora más de su armario?
Un vestido de Dior, diseñado por John Galliano: sigue los movimientos de mi cuerpo... Aunque tenga un día muy malo, me pongo ese traje... ¡y me siento divina!


¿Cómo sería usted de haber nacido en una familia pobre?
¡No puedo saberlo! Pero, al cabo, lo importante es que te den cultura desde niño..., ¡y a mí me la dieron! Deles cultura a sus hijos, y estará dándoles todo.


¿Cuál es el mejor piropo que le han dedicado?
Seductora. ¡Me encanta seducir! Hay mil modos de seducir, mil aspectos... Si en una cena me toca sentarme junto a alguien estirado, desagradable, pesado y pagado de sí mismo..., yo me reto a ablandarlo, enternecerlo, desmontarlo en un cuarto de hora. ¡Y lo consigo! Es el gran juego de la seducción.


¿Está ahora seduciéndome a mí?
Lo intento, al menos.


Pues ya lo ha conseguido.
Ja, ja... Yo jamás me he aburrido: todo es juego, es muy divertido mirar alrededor y embellecer la realidad con tu mirada. Y seducir a los que te rodean con tu mirada, tu aspecto, tu presencia. Siempre juego.

martes, 21 de diciembre de 2010

El último que cobre, que apague la luz



 


Rosa Cullell Periodista 

Estamos en el 2040. Se acabó. Somos muchos. La tercera parte de los españoles tenemos más de 65 años, una cifra que dobla la de aquel estrepitoso 2010, cuando las calles se llenaban de protestas. Somos 15 millones de pensionistas en una sociedad envejecida, donde los trabajadores y las empresas que los emplean no cotizan suficiente para cubrir nuestras jubilaciones. Ayer, el Pacto de Toledo acordó disolverse. La Seguridad Social es incapaz de pagar las pensiones.
Los más viejos nos acordamos del nacimiento del Pacto de Toledo, un 6 de abril de 1995 en el Congreso, para «analizar los problemas estructurales de la SS y plantear las necesarias reformas que deberán acometerse». Se salía de una recesión, tras los Juegos Olímpicos de Barcelona, que había provocado la caída de la actividad económica y, en consecuencia, mayores necesidades de dinero para el desempleo. «La problemática que amenaza la financiación de la Seguridad Social se agravará año a año», decían aquellos diputados de finales del siglo XX. Era urgente impedir su quiebra.
Las sucesivas administraciones fueron colocando parches para ir tirando. Nadie le ponía el cascabel al gato. Llegó el cambio de milenio y la década del ladrillo de oro. Con el bolsillo lleno, los gobiernos se olvidaron de la desagradable tarea de prevenir. En el 2010, un Ejecutivo socialista ahogado por la crisis, presionado por la deuda y los mercados internacionales, se veía obligado a tomar medidas impopulares: despido barato, cálculo de pensiones más largo, retraso de la jubilación... Con cada una, los sindicatos convocaban huelgas y la oposición se frotaba las manos ante la inminente caída del Gobierno.
Durante el mensaje navideño del 2040 y frente al fuego de la chimenea, el presidente español acaba de anunciar que la Seguridad Social ha quebrado. El último que cobre, que apague la luz.
No se alarmen. Es ciencia ficción. Nuestros políticos, sindicatos y empresas trabajarán desde hoy por el acuerdo. Tomarán medidas para que en las próximas décadas cobremos la pensión por la que estamos cotizando. Feliz Navidad.

"Lo peor acaba por convertirse en lo mejor"

David Vann, escritor

Victor-M Amela, Ima Sanchís, Lluís Amiguet
  
Foto: David Airob
Espeluznante
A raíz del suicidio de su padre, Vann pasó diez años escribiendo sobre ese tema y el resultado fue Sukkwan Island (Ediciones Alfabia; Empúries en catalán), una novela que pasó doce años en cajones de agentes literarios. Nadie quería publicar una novela sobre el suicidio, así que la envió a un concurso que incluía la publicación en una editorial universitaria. Ahora Sukkwan Island está en las listas de los mejores libros del año en EE.UU., el Reino Unido, Irlanda y Australia, y lleva un año arrasando en Francia. La historia de Vann es extraña y espeluznante, y su manera de contarla, con una gran sonrisa, es aún más extraña, pero hace tomar conciencia de la gran sombra que proyecta un suicidio.
Crecí rodeado de once mujeres, la mayoría solteras.

¿Padres separados?
Sí, se separaron cuando yo tenía 6 años. Mi padre era un buen padre pero un terrible marido: infiel y mentiroso. Culpaba a las mujeres de su desesperanza.


¿Se sintió culpable de su suicidio?
Sí, porque me pidió que pasara con él un año en Alaska y le dije que no. Dos semanas después se suicidó. En la novela digo que sí.


¿Ha entendido por qué lo hizo?
Se sentía culpable por haber roto dos matrimonios. Ganó mucho dinero como dentista, profesión que odiaba; defraudó, y Hacienda le perseguía. Se compró una casa muy grande en Alaska, pero no había muebles. Era un frío invierno, estaba solo y tenía pistolas.


Un mal cóctel.
Durante diez años intenté escribir un libro sobre él, y Sukkwan Island es el resultado. Durante doce años nadie quiso publicarlo.


¿Cuál ha sido su proceso?
Dije que mi padre había muerto de cáncer porque su suicidio me hacía sentir sucio. Al cabo de tres años rompí con todos mis amigos.


¿Por qué?
En el instituto lo habitual era reírse de los débiles –algo muy normal en Estados Unidos a esa edad–, así que de los 13 a los 16 años soporté burlas por la muerte de mi padre, incluidas las de mi mejor amigo.


¿?
Justo después del suicidio, mi madre y mi tío me regalaron todas las pistolas de mi padre y empecé a utilizarlas. Tenía una doble vida: de día era el niño perfecto, con buenas notas y deportista; por las noches cogía las pistolas y me dedicaba a disparar a las farolas y a poner en el punto de mira a la gente que pasaba por la calle. Aterrador.


¡Pero... y su madre!
Era psicóloga y pensaba que todo estaba bien. Mi hermana, cinco años menor que yo, lo llevó mejor. Pero a los 25 años empezó a salir con tipos que le doblaban la edad. A los 19 años empezó a escribir.


¿Qué ha entendido durante ese proceso?
Superar un suicidio lleva mucho tiempo y tiene diferentes legados: tres años de vergüenza y mentiras; luego quince años de insomnio y la convicción de que nunca podría tener sexo con nadie. Y creo que todo se debía al temor de perder el control.


...
Luego veinte años en los que siempre pensé que podría acabar como mi  padre. Tenía miedo de que me fueran mal las cosas y de que me asaltara la idea del suicidio, hasta que llegó ese momento: lo perdí todo.


¿Qué es todo?
Hacía chárter culturales, mi barco era mi casa y mi negocio, y en una tormenta lo perdí y me quedé en la ruina. Todo era oscuridad, pero tenía una buena relación con mi pareja y me di cuenta de que no era un suicida.


Menos mal.
Mi vida siempre ha sido así; he tenido muchas segundas oportunidades y lo que me gusta de la escritura es que hay una redención posible. Yo quería describir qué viene después del suicidio.


¿Y qué viene?
Sientes que nada es real, todo parece de mentira, incluso tus pensamientos y sentimientos. Sigues con tu vida pero no vives tu vida, tienes que volver a empezar a creer.


Usted hoy participa en una asociación que atiende temas de suicidio.
Soy voluntario, doy charlas sobre el suicidio en colegios y universidades. Uno de los mayores problemas es la vergüenza y el aislamiento: hablar de ello invita a buscar ayuda.


Usted ha estado en peligro.
Sí, varias veces, navegando por el mundo en mi barco. En realidad, estaba intentando emular la vida de mi padre, y lo hacía de forma inconsciente y peligrosa. Casi muero en sucesivas ocasiones; pero aprendí.


¿Qué?
Que las peores cosas que nos suceden se convierten en las mejores. El suicidio de mi padre fue lo peor, pero a través de la escritura se ha convertido en lo mejor de mi vida. Y en el mundo de los barcos lo perdí todo
dos veces y cada vez mi vida se reconstruyó para convertirse en algo mejor.


Esperanzador.
Hay una parte importante de la historia que debo contarle: las infidelidades de mi padre acabaron con su segundo matrimonio. Mi madrastra había rehecho su vida cuando él, escopeta en mano, la llamó: “No voy a vivir sin ti”, y se disparó. Sucedió once meses después de que ella perdiera a sus padres. Su madre mató a su padre cuando este le dijo que había estado quince años con otra. Luego se quitó la vida.


¿Hay más sorpresas?
Mi madrastra recibió flores de mi padre tres días después de su muerte. Eso me avergonzó profundamente.


¿Le da miedo tener hijos?
Sí, y me daba miedo casarme, me parecía el primer paso para convertirme en mi padre.


¿Cómo se puede vivir con esos miedos?
La culpa, la ira y el miedo a la pulsión del suicidio se han ido. Y cuando veo una foto de mi padre me sorprende el inmenso amor que siento. Pero sigo comparando su vida con la mía y no confío en los hombres ni en los referentes masculinos de mi vida.


¿Eran todos iguales?
Mi abuelo materno pegaba a mi abuela, y todas las mujeres de mi familia han contado historias espeluznantes de los hombres. Soy mucho más empático con las mujeres.

lunes, 20 de diciembre de 2010

¿Y si abolimos la prostitución?


Al igual que lo fue la proscripción de la esclavitud, lograr la del sexo de pago es una tarea de todos


 
Joaquim Coll Historiador
  Me ha sorprendido la ausencia en la campaña electoral catalana del debate sobre la prostitución. Parecía que la apertura en La Jonquera, poco antes, del mayor prostíbulo de Europa iba a forzar una discusión en serio. Por no hablar de las tristes siluetas que vemos al pasar por muchas carreteras o del estallido periódico de un tipo muy escabroso de prostitución urbana. Por eso mismo, es significativo que el partido llamado a gobernar, CiU, no haya dedicado ni una sola palabra a este tema en su programa electoral, mientras que el resto de fuerzas se han movido entre diversas posturas, desde las partidarias de una explícita regulación hasta las tímidamente abolicionistas. Visto en perspectiva, parece que estamos atrapados en un mar de contradicciones. Por un lado, parece urgente reglamentar mejor una actividad alegal como es la prostitución, que genera todo tipo de conflictos, mientras por otro crece la evidencia de que estamos sustancialmente ante una situación de explotación de seres humanos. Superada esa mirada edulcorada sobre los burdeles que describen algunos escritores como «lugares de iniciación en la clandestina religión del sexo», hace tiempo que la prostitución aparece como lo que es: vulneración enmascarada de derechos humanos.

Por eso creo que resulta útil adoptar una perspectiva histórica y trazar un paralelismo entre el dubitativo debate sobre la prostitución y el largo proceso que acabó culminando en la abolición casi universal de la esclavitud. Sabemos que fue una conquista lenta, con retrocesos, muchas hipocresías y no pocas contradicciones. En Europa se abolió en la mayoría de países hacia 1850, aunque tardó en hacerse efectiva en las colonias. EEUU también fue pionero en su abolición en el norte industrial, pero la esclavitud fue una de las causas de la guerra de secesión de 1861-65. En España se abolió, bajo presión inglesa, en 1837, pero se excluyeron los territorios de ultramar, y ello propició un floreciente tráfico negrero que generó importantes fortunas. Detrás del comercio de esclavos había enormes intereses y su abolición pareció al principio un objetivo imposible.
El asunto de la prostitución es, sin duda, algo más complejo, sobre todo porque hay dos ideas que crean una gran distorsión conceptual. La primera supone que ha habido siempre, también ahora y en el futuro, una prostitución voluntaria. Con ello se sobreentiende que estamos ante un oficio, un poco peculiar, se admite, ya que se trata del «más antiguo del mundo», se añade con sorna. La segunda recurre a la evidencia de que sin demanda masculina no habría oferta, con lo cual se refuerza la idea de un intercambio carnal puramente comercial y, por tanto, de un oficio. Aun suponiendo que ambas ideas fueran en parte ciertas, este planteamiento rehúye lo esencial del problema: la clara vinculación entre violación de los derechos humanos y el negocio de la prostitución. Un reciente artículo de la magistrada Matilde Aragó, en la Revista Jueces por la Democracia, sintetiza bien diversos estudios recientes y explica hasta qué punto se ha agudizado en España en la última década la marginación de las mujeres prostituidas y la violencia que sobre ellas ejercen las mafias. La mayoría son extranjeras provenientes de países pobres, sin recursos ni formación, y en un 90% han sido objeto de trata por parte de mafias que las extorsionan para obtener enormes beneficios. Por eso resulta sorprendente que pongamos tanta atención en un tema estadísticamente irrisorio como el burka o el niqab, y seamos incapaces de ser consecuentes ante un drama que afecta a miles de mujeres.
Al igual que antaño con la esclavitud, hoy el negocio de la prostitución mueve mucho dinero: solo en España 18.000 millones de euros anuales. Eso explica una cierta hipocresía por parte de políticos y medios de comunicación. Los primeros obtienen unos ingresos, en algunos casos notables, para las maltrechas finanzas municipales, y los segundos se benefician del dinero de la publicidad. Predomina, pues, una perspectiva comercial y no ética. Mirando el asunto en abstracto, los neoliberales afirman que el negocio de la prostitución no es inmoral puesto que no perjudica a ninguna de las dos partes. Pero la realidad social nos indica que no es así. Por eso creo que la opción más coherente es la abolicionista. Supera la vieja receta puritana anglosajona, que prohíbe la prostitución pero persigue solo a las prostitutas. Rechaza frontalmente su legalización, ya que sería en la práctica un regalo para los proxenetas y los traficantes. Y, finalmente, se centra en perseguir el negocio y al cliente, al tiempo que busca salidas laborales para estas mujeres. Admite que su erradicación total es improbable, pero parte de la base de que la prostitución es esencialmente explotación, fruto de la desigualdad social y de género. Suecia dio el primer paso en esta dirección en 1999 y el balance hoy parece positivo. Al igual que en la lucha contra la esclavitud, la batalla por la abolición de la prostitución es una tarea de todos. Y, sin duda alguna, de los hombres en primer lugar.

domingo, 19 de diciembre de 2010

CARTAS MARCADAS


Cuando echas el resto y ya no es suficiente
cuando la vida te mira retadora 
y  no tienes fichas a tu alcance.
Cuando lo has dado todo a cambio de promesas 
y tu firma no vale ni un torpe garabato.

Cuando presientas que todos te hacen trampas
que el destino te dió cartas marcadas,
que nadie apuesta por ti en esta partida
que echada está la suerte.

 Cuando sientas que hasta te huye la sombra,
y los espejos se rompen a tu paso,
da una patada y tumba la mesa,
arranca el tapete y rompe la baraja,
no sigas hasta perder tu propia vida
tu dignidad, tu paz y tu autoestima.


Levántate y busca otro horizonte
busca otra mesa donde jugar tus cartas
no hay más cadenas que las que tú te ciñes
ni más desgracias que la que tu consientes.

JUANMAROMO

FRASES DE JUANMAROMO VI




"La verdad es el sonido del universo, ha prevalecido durante milenios hasta que llegó el hombre y quiso poseerla, pero solo alcanzó a capturar unos ecos lejanos, a los que llamó dogmas".

Cada sonrisa que se enciende en la mirada del que sufre, es una aurora en el corazón de quien la provoca.

La voz de dios resuena en la sonrisa de un niño.

La fruta cae por si sola en su mejor momento, solo debes tener el ojo atento y la mano presta.

Lo que llamamos "verdad" es tan solo, el reflejo de nuestra ignorancia.

La mayoría que nos hablan en nombre de dios tan solo son unos pobres diablos.

Por mucho que estés dispuesto a dar la vida por alguien, jamás podrás exigirle que dé su vida por ti.

La sabiduría es como el genio, puedes perfeccionarla si te ha sido dada, pero jamás podrás alcanzarla si no se te ha concedido.

El sabio dice muy mucho hablando muy poco, el necio dice muy poco, hablando muy mucho...

"La política es el conjunto de reglas y normas que regulan las relaciones entre los hombres y entre los pueblos. Si no haces política, otros la harán por tí"

"Los derechos no se suplican, se conquistan, no ha habido ni un solo paso adelante en el camino de la humanidad, que no haya sido regado con sangre sudor y lágrimas".

Vivimos aprendiendo a morir, y morimos aprendiendo a vivir.

JUANMAROMO

viernes, 17 de diciembre de 2010

¡¡NI SE TE OCURRA!!

-Veamos.-Dijo la mujer de tetas como tartas introduciendo las claves del cuestionario en una ficha del nuevo cliente. Mientras tecleaba, él permanecía algo estresado con los codos sobre el mostrador.
-Sí. Podrá entrar. He metido las respuestas de su cuestionario en el ordenador y los dígitos le posibilitan acceder al área. Más debo informarle primeramente, esto no es llegar y besar el santo, dada su peligrosidad.
-Sí, comprendo. Soy todo oídos.
-Verá. Existen los juegos de rol donde hay que vérselas con el balverino, por ejemplo, así cómo los parques temáticos donde se asiste a un modelo de vida virtual. Nosotros le ofrecemos algo superior a jugar a la realidad virtual, o a permanecer en un parque de atracciones donde se viven momentos ambientados conforme a la época. Esto cómo digo es superior. En el momento en que entre por esa puerta viviría en tiempo real e in situ, situaciones realistas en primera persona. Somos más que temáticos ya que se las verá con monstruos, y más que un tablero de rol, porque aquí la emoción cuenta, cómo también cuenta el cuestionario que rellenó, que de no haber sido aprobado por la computadora no podría tener acceso al juego real.
-Sí, todo eso ya lo he leído en sus folletos, y sé que sólo el siete por ciento de los aspirantes logran poder jugar una partida, dado que ninguna persona está preparada para acceder al área si el test no da positivo, y también sé que psicológicamente solo estamos preparados unos pocos. Más ¿Qué hay dentro en verdad?
-Sí claro, tengo que informarle, es mi deber, puesto que en el momento en que entre por esa puerta no habrá marcha atrás ni esta permitido el abrirle la verja, una vez que cruce la puerta habrá una aventura real llena de peligro, donde a todos les ocurre que les pesa, nada más pasados los primeros tres minutos el haber accedido al parque. Pero hay algo más: Antes de entrar y solo aquellos que superen las pruebas, puede asistir a un vídeo que da el monitor sobre lo que le esta pasando a alguno de nuestros jugadores. Acompáñeme, vea el vídeo y si aún así está convencido podrá acceder. No es solo el test: Hay que estar demasiado preparado para lo que dentro sucede realmente. Yo trabajo aquí y le diré que seria incapaz de meterme dentro. No estoy preparada, no es fácil.
Un hombre con taparrabos permanecía rodeado de leones que le miraban furiosos. El jugador, al borde de un colapso, sudaba, miraba hacia atrás más la puerta de salida estaba cerrada.
-¡Hostias!-Grito el aspirante. Pero se tranquilizó: el del taparrabos sacó una escopeta y se lió a tiros con los felinos salvajes hasta que cayeron a sus pies.
-Ahora le pondré el monitor dos. Observe a esta chica. Preste atención por favor.
Una muchacha permanecía rodeada de cocodrilos. Pero como encontró una llave mágica junto a una maceta, al tenerla en las manos la plataforma escondía rápidamente a los animales.
-uff menos mal. Si no llega a encontrar la llave ¿Qué habría pasado?
-Se la habrían comido, lo más probable.
-Entiendo.
-Le pondré la última monitorización del jugador tres, y cómo no vamos a pasar así todo el día ahí usted ya decide.
Apareció un hombre rodeado de guerreros que le daban espadazos por todas partes. Finalmente como eran demasiados lo mataron.
-Esto ya parece peligroso, la verdad. Aún así… ¿Seguro que quiere jugar?-Pregunto la mujer de la blusa verde, que escondía una tetas grandes que se contoneaban como flanes.
-Sí, cóbreme ¿Cuánto es?
-Son novecientos euros. Antes de subir de nivel tendrá que comprar ropa acorde con la partida. Así como armas, magia y mapas con tesoros. Haciendo misiones ganará dinero y podrá comprar sicarios o hacerse de pócimas, exactamente lo mismo que en juegos de rol, pero aquí todo ocurre de verdad.
-Cóbrese.-Dijo entregándole la tarjeta de crédito que ella pasó por su terminal, pulsó un botón y el hombre temblando se adentró por una puerta amurallada gigantesca, que en cuanto cruzó se cerró herméticamente. Allí podría estar días, meses o incluso años, solo podría salir si le mataban o vencía.
Cinco meses más tarde salió por la misma puerta, en mal estado, lleno de heridas y arañazos, con alguna sanguijuela aún adherida a la piel, cicatrices, pequeñas lesiones, barba espesa y ojos cansados, así cómo se sentía débil.
-¿Cómo le fue?-Preguntó la señora de los pezones gordos como chupetas.
-Terminé el juego pero, he pasado hambre, piojos, me las he visto con murciélagos asesinos, francamente admirable este parque, algo así no cabía en mi cabeza que pudiera existir. He comido hasta animales asquerosos para sobrevivir. Intenso y deprimente. Divertido y aterrador. Horroroso y agradable.
-¿Sabe usted porqué mueren pero no mueren? ¿Cómo se explica que quien fallece ahí dentro se le saque y reviva?
-Ni idea.-Dijo el jugador del cuerpo lleno de heridas.
-Cuando a la víctima, por ejemplo, le atacan los leones recibe primeramente el disparo de un anestésico. Sólo que los monitores están preparados para que se vea un jugador morir, que por supuesto no muere. Aquí está todo controlado hasta el más mínimo detalle. Les atacan, les hacen daño, pero si abren las mandíbulas se lastiman con unas descargas que reciben y desisten. Ya digo, todo está controlado. Pero el subidón de adrenalina merece la pena.
-Sí, suponía que no podía ser del todo real. Merece la pena me gustó.
Un hombre bajito se acercó a la recepcionista y le susurró:
-Esto no acabará bien. Los dispositivos que aseguraban que las fieras no dañaran a los jugadores han fallado, y ya tenemos dentro quince jugadores atacados mortalmente por las fieras.
-¿Les han matado? No puede ser.
-Sí perdonen. Cuando terminé la partida rompí el mecanismo de la caja de seguridad de los animales, para que esto tenga un poco más de realismo. Hasta la próxima.-Saludó el jugador despidiéndose.








http://lacomunidad.elpais.com/esquizopolis/2010/12/17/ni-se-te-ocurra

"Ellas prefieren un Rimbaud a un Rambo"

"Ellas prefieren un Rimbaud a un Rambo"