¿ Cómo se llega a esa violencia?,se pregunta Helena Taberna, la directora de cine que reconstruye la muerte de "Nagore" ,joven estudiante de enfermería a manos de un médico en Pamplona.
¿ Por qué son tan frecuentes la hostilidad y la crueldad entre los hombres ? ¿ Por qué aumenta la delincuencia en todas partes?, nos preguntamos todos .
Muchos escritores , científicos , dramaturgos y psicólogos han apoyado y apoyan la concepción de la supuesta maldad innata humana . Recuerdo que mi abuela, cuando yo era chica, me prohibía acercarme a una nena que me hacía llorar por puro placer y que siempre me decía : " Te tengo dicho que no te arrimes a ella, que es mala de nacimiento y no idea más que cosas dañinas."
Como si la maldad se pegara , mi abuela evitaba por todos los medios que jugaramos con ella y cuando la veía cerca de mí ,la espantaba y me castigaba a mí con un buen lote de pellizcos.¡ Cosas de las abuelas!
La verdad es que interpretar o aceptar que la agresividad o la violencia es instintiva , que pertenece a la propia naturaleza humana, es de lo más gratificante y hace que nos sintamos hasta tranquilos. Si parece la respuesta perfecta que lo explica todo.Pero ,a veces , las respuestas que lo explican todo , no resuelven nada.
Es muy cómodo pensar así y eludir de ese modo las influencias de la sociedad y de la moral sobre la mente humana, es muy satisfactorio hacer responsable de los diferentes comportamientos a diferencias naturales innatas.
Si hay algo que fundamentalmente necesita el ser humano ,eso es afecto. Los humanos nacemos programados para amar y vivir como si vivir y amar fueran una misma cosa y se supone que las personas que de alguna forma pasan en su vida por procesos en los que se les priva de ese sentimiento, sufren una deshumanización que les lleva a comportamientos destructivos. A comportamientos desordenados aprendidos.
Cuando yo leí " El señor de las moscas " ,de William Golding , la historia de una treintena de niños en edad escolar abandonados en una isla ,que se convierten en salvajes , en auténticos malvados,que se persiguen a unos y a otros, y las declaraciones que hizo el autor luego de la controversias suscitadas ante las diferentes interpretaciones ,pensé que la novela no buscaba las razones de esa maldad , que simplemente partía de la idea de que tanto la sociedad ,como la naturaleza humana están programadas para la crueldad y el sadismo , y que hechos reales que se produjeron en situaciones parecidas no apoyaban sus conclusiones.
No sé quién , intentando demostrar lo contrario de lo que el autor postulaba, relató que unos melanesios dejaron cierta vez a un grupo de seis o siete niños en un atolón con la idea de recogerlos cuando acabasen con el trajine de una isla a otra .Pero sobrevino una tormenta y sólo pudieron llegar hasta ellos cuando ya habían pasado meses. Cuando los niños fueron rescatados ,descubrieron que no habían muerto, que habían aprendido a buscar agua , a pescar y que se habían construido una auténtica comunidad sin luchas , ni problemas de liderazgo, ni peleas.
La nena que siempre me hacía llorar vivía en un ambiente en el que el afecto no era precisamente la herramienta con la que corrigiesen su supuesta belicosidad. Su padre nunca estaba en casa porque le llamaba más la taberna y cuatro medios ,que dedicarse a atender a las criaturas que año tras año iba procreando y trayendo a un mundo tan desordenado como él mismo. Su madre se pasaba el día trabajando en lo que pillaba..los membrillos, las aceitunas , la fábrica de harina , dar horas en casa de Doña Aurelia , y cuando volvía a casa ,cansada y derrotada , echaba los niños a la calle para que aprendieran a pensar por sí mismos.
Los hechos demuestran que el ser humano no nace con un carácter agresivo. Los hechos prueban que no nacemos malos y que las tendencias humanas básicas están dirigidas a relacionarse desde el amor con los demás,pero que cuando estas tendencias se frustran por cualquier motivo,nos convertimos en victimas de otros humanos igualmente afectados.
El malo no nace, se hace .Y su maldad no es una reacción sino una respuesta.