miércoles, 13 de octubre de 2010

UN "JUICIO DE NUREMBERG" PARA LOS ESPECULADORES

 

Los especuladores financieros, causantes de la actual crisis mundial, “son criminales que han cometido crímenes contra la humanidad, en el sentido estricto del término según la justicia internacional. Sus acciones han causado la muerte de millones de personas, mientras continúan con su estrategia para dominar el mundo”. La afirmación no pertenece a algún militante antiglobalización sino a Jean Ziegler, analista y miembro del comité consultivo del Consejo de Derechos Humanos de la ONU. En 2001 y 2008, Ziegler, profesor de la Universidad de Ginebra, fue relator especial de las Naciones Unidas para el derecho a la alimentación.
Frente a la cumbre de la ONU en Nueva York, Ziegler arremetió contra las instituciones cómplices de esos “piratas financieros” y dijo que los especuladores deben comparecer ante un nuevo “tribunal de Nuremberg”, similar al que juzgó a los nazis al final de la Segunda Guerra Mundial.
En entrevista con la agencia EFE en Madrid, adonde viajó para presentar la edición española de su libro El odio a Occidente, el autor denunció el neocolonialismo de las multinacionales, amparadas en un sistema financiero “caníbal”.
El también autor de El imperio de la vergüenza recordó que en octubre de 2008, la Unión Europea decidió pagar 1.7 billones de euros para evitar el colapso financiero y garantizar los créditos interbancarios”, pero antes de que terminara ese año esos mismos Estados habían recortado a la mitad las partidas del Programa Alimentario Mundial (PAM). “Eso significa, por ejemplo, que en Bangladesh se eliminaron todas las comidas escolares y que un millón de niños se quedó sin su principal fuente de nutrición diaria”.
Lo peor de todo, dijo, es que con la agricultura actual podría producirse suficientes alimentos como para mantener a 12 mil millones de personas, el doble de la población mundial actual.
En El odio a Occidente Ziegler aborda la lucha de las multinacionales por el control de los recursos energéticos, así como la gestión de Obama: “La esperanza fue tan grande con un afroamericano en el poder en EU que la decepción es, si cabe, más grande”, dijo. Pero lo disculpa por el “terreno minado” en que se mueve. “Hay tres líneas rojas en EU que un presidente no debe cruzar. No debe ofender ni al complejo industrial militar, un estado dentro del Estado, ni a Wall Street ni al lobby sionista”. “Obama sabe que si ataca a cualquiera de estos grupos, será asesinado”.
Para Ziegler la única opción es crear un frente solidario entre la nueva sociedad civil “que crece en Occidente” y los movimientos sociales de los “pueblos del Sur”, para hacer la que sería “la primera revolución mundial victoriosa”.

MANIFIESTO PARA LEER EL DIA DE HOY DELANTE DEL INSS O EL ICAM

Hoy nos hemos reunido aquí para exigir el final de una marginación, para terminar con el expolio de nuestros derechos, contra una política eugenésica que nos está convirtiendo en los nuevos "intocables", una casta inferior que debe ser exterminada.
La nuevas técnicas del Holocausto no incluyen cámaras de gas ni deportaciones masivas. Las nuevas tácticas consisten en destruir nuestra auto estima, aislarnos y desprestigiarnos delante de la sociedad, hacernos sentir culpables de nuestro sufrimiento y obligarnos a permaneces invisibles en zulos virtuales hasta que nos vayamos extinguiendo, la consigna es crear un Gulag en cada casa y encerrar el enfermo de por vida.
Si intentamos traspasar estas puertas, nos encontraremos con medidas de seguridad extremas, arcos de metales, escáneres y guardias de seguridad. ¿Temen un ataque de Al Qaeda?  No, temen nuestra desesperación, nuestra rabia, son conscientes de la ola de odio que están desencadenando. Solo quien ha sufrido un interrogatorio en las "checas" que se esconden tras esos muros, sabe lo que es la tortura psicológica, solo quien ha sido insultado, despreciado y pisoteado por los sicarios de las batas blancas, sabe lo que era la inquisición y las SS.
Venimos a exigir el fin del apartheid, la igualdad de derechos con los otros enfermos, venimos a reivindicar nuestra condición de ciudadanos y contribuyentes, exigimos un trato humano, una evaluación justa y el fin de esta injusticia que está creando bolsas de pobreza extrema, que esta expulsando del mercado de trabajo a personas que podrían seguir siendo útiles con una política laboral adecuada, que está dejando en la indigencia a cientos de familias, mujeres con hijos que han tenido que dejar el trabajo sin encontrar ayuda alguna, y que no cuentan con medio alguno de subsistencia.
Los evaluadores que acechan en esas checas, son los nuevos verdugos, los sicarios de un sistema sanitario que quiere ignorarnos y exterminarnos, son los cómplices necesarios en esta operación limpieza que se está desplegando contra nosotros, médicos sin código deontológico, sin ética  que han vendido su profesión y su dignidad por un puñado de Euros.
Sabes, que estamos aquí, acechando, esperando y exigiendo, que cada día somos más y que llegará el día en que de nada os servirán vuestros guardaespaldas y vuestros matones, porque la cólera del pueblo caerá sobre vosotros.
Los derechos no se suplican, se conquistan, y nosotros  hemos agotado la paciencia, toda la paciencia.

JUANMAROMO

Otra vez Hawking y la teología

Cuestionar el origen de la creación es, sin pretenderlo, tanto como negar la existencia de Dios


 
Alfonso S. Palomares Periodista
  La aparición en el pasado mes de septiembre del libro El gran designio, del astrofísico Stephen Hawking, provocó una agitada polémica al sostener que Dios no era necesario para la creación del universo, ya que, en razón de la ley de la gravedad, el universo se creó a sí mismo. No habla de teología, ni de fe, pero originó un tremendo seísmo porque tocaba las raíces de muchas creencias y las convicciones profundas de mucha gente. En medio de la marejada mediática, yo publiqué en este periódico un artículo titulado: Enmienda a la totalidad de Hawking. No entraba a valorar la tesis de Hawking, ni si contenía una certeza incontrovertible, o de que solo se trataba de una aventura provocadora del conocido científico, pero no cabe duda de que el simple enunciado tal como se transmitió en el resumen editorial era una enmienda a la totalidad de los planteamientos del fideísmo monoteísta.

Por eso causó la perturbación que causó y la razón es muy sencilla. En las distintas formulaciones monoteístas de Dios, la primera de las grandes esencias de la divinidad, por decirlo de una manera comprensible, es la de ser creador. Quitarle la realidad de la creación es una manera de eliminarle.
Mi artículo tuvo una severa respuesta crítica por parte del profesor Francesc Torralba. Le agradezco la atención que me prestó y la corrección con que lo hizo, también ese será el tono de mi reflexión. Tomo unas frases de su texto al referirse a mi escrito: «Dice textualmente que la teología no es una ciencia y lo remata diciendo más a menos que es un género de la literatura fantástica». La verdad es que al afirmar que no es una ciencia, no pretendía negarle su estatuto de actividad intelectual de primer orden, incluso sublime como la calificaba el gran teólogo escolástico Duns Scoto, sino que le retiraba el estatuto epistemológico entendiendo por epistemología la doctrina de los fundamentos y métodos del conocimiento científico. Dios está en el piso de arriba. Aunque tengo que decir que tampoco me voy a poner estupendo negando que sea una ciencia. No tengo ninguna certeza que pueda calificar de absoluta en este sentido, aunque después de releer ahora mismo el número especial de Le Nouvel Observateur sobre Dieu et la science. Le nouveau choc podía hacer una lluvia de citas de intelectuales de distintas disciplinas apoyando mi afirmación.
De lo que estoy un poco más convencido es de que la teología es un género de la literatura fantástica. Y aquí lo digo con el mayor respeto y admiración, al modo de Borges. Lean el diálogo entre Borges y Sábato, los dos grandes pensadores y escritores argentinos. «Borges, ¿qué opina usted de Dios?», pregunta Sábato. Responde Borges: «Dios es la máxima creación de la literatura fantástica». Sigue Sábato: «Pero dígame, Borges, ¿por qué escribe tantas historias teológicas». Responde Borges: «Es que creo en la teología como literatura fantástica, es la perfección del género». Incluso desde el teísmo se puede admitir que la formulación de Yavé que se hace en el Antiguo Testamento es de una belleza desmesurada y fantástica. También terrible. La revelación más sustantiva se le hace a Moisés, según el libro del Éxodo, cuando pastoreaba el rebaño de su suegro Jetró y vio cómo ardía una zarza que no se quemaba, el fuego era el mismo Dios y entabló una charla con Moisés sobre la opresión de su pueblo por los egipcios. La opresión del pueblo de Moisés, que también era el pueblo de Dios. El momento culminante fue cuando le dijo para presentarse: «Soy el que soy». Sobre esta frase, que es puro realismo mágico, no me lo negará el profesor Torralba, los teólogos han gastado ríos de tinta con algunas páginas de gran belleza creadora. Los seis días de la creación que nos cuenta el Génesis es literatura fantástica en estado puro, así como el paraíso, la manzana, la mujer y el pecado, que se eternizará de generación en generación. Estoy de acuerdo cuando dice que el Génesis es un relato que, por definición, pertenece a la tradición literaria, que exige una interpretación simbólica y alegórica que ni confirman ni niegan las afirmaciones de físicos y cosmólogos. La simbología y la alegoría, también lo dice Borges, son piezas clave de la literatura fantástica.
Es necesaria una afinada hermenéutica para explicar ese pasaje terrible del Éxodo, dentro de una teología avanzada, en donde le ordena a los israelitas pintar la puerta con la sangre del cordero de Pascua porque «esa noche atravesaré todo el territorio egipcio matando a todos sus primogénitos, de hombres y animales. La sangre será vuestra contraseña en las casas donde estéis, cuando vea la sangre pasaré de largo. Yo soy el Señor». Este párrafo necesita una exégesis imaginativa, porque a la luz del Derecho Penal avanzado podía tipificarse como genocidio. No cabe duda de que tanto en el judaísmo como en el cristianismo y el islamismo, los que formularon la idea y la identidad de Dios, los teólogos, hicieron un genial trabajo intelectual.

viernes, 8 de octubre de 2010

EMINENCIA



Te crees sabio porque lo ignoras todo

porque te ignoras a ti mismo

porque no ves de cerca ni de lejos,

pero tu ciencia es tan solo una brizna

que brota en la selva de la vida,

un espejismo en el que te recreas y te pierdes.


Todo tu saber no es ni un grano de arena

en las playas inmensas del misterio

y golpeas tu pecho con soberbia

cuando la luz te ciega como a Saulo.


Mejor harías recogiendo hiervas

descendiendo del pedestal en que te aíslas

y mezclándote con la gente a quien desprecias

para aprender viviendo.


Mejor harías desnudando tu mente de prejuicios,

tu cuerpo de medallas,

afrontando la imagen del espejo

que ignoras o disfrazas,

buscando la verdad en tus adentros

cerrando los ojos para ver más claro.


Pero sigues creyéndote infalible

viviendo en tu caverna de sombras y quimeras

tus pequeñas verdades, son la inmensa mentira

la ciénaga donde ocultas tu ignorancia

y escondes tus miserias.

Te proclamas dios

pero apenas alcanzas a ser un pobre diablo.


JUANMAROMO

BANCOS Y CAJAS APUESTAN CONTRA NOSOTROS

Se habla tanto, y sin más, de los mercados que se ha olvidado, si es que alguna vez se supo, qué hay detrás de ese término. Y no por casualidad: a los gobiernos les conviene que la gente y los medios de comunicación manejen, sin mayores precisiones, ese concepto abstracto, que es más un eufemismo que otra cosa. Porque cuanto menos se sepa del diablo económico de nuestros días, más fácil será echarle la culpa de todo lo que esos gobiernos dicen que están obligados a hacer.

Sin embargo, de vez en cuando nos enteramos de cosas que nos acercan a la verdad. Por ejemplo, y gracias a un informe que ha publicado el Tesoro Público, y no precisamente para que se entere todo el mundo, hemos sabido que los bancos y las cajas de nuestro país poseen cerca del 29% del total de la deuda pública del Estado español. Es decir, que casi un tercio de esos mercados que nos obligan a congelar pensiones, a recortar inversiones y a bajar el sueldo de los funcionarios son conciudadanos nuestros. Y de los que más cobran, por cierto.

El citado informe añadía un dato aún más sangrante: el total de deuda pública española en manos de entidades financieras españolas ha caído casi un 12%, hasta el citado 29%, desde junio a septiembre, es decir, durante los meses más difíciles que la economía española ha vivido en varias décadas. Eso significa que mientras Zapatero rompía todas sus promesas, la gente se indignaba y se gestaba la protesta sindical, nuestros bancos y cajas vendían a mansalva títulos de deuda pública. ¿Por qué? Para ganar dinero: los habían comprado cuando estaban baratos y se han deshecho de ellos cuando los intereses han subido.

No es fácil saber, todavía, a cuánto asciende el beneficio de la operación. Pero parece ser que es jugoso. De varios miles de millones de euros. Tampoco se puede determinar en qué medida esas ventas masivas han encarecido el precio de nuestros títulos. Pero cabe suponer que el hecho de que las entidades españolas se hayan deshecho de títulos de su Estado en momentos de alarma no ha debido contribuir mucho a mejorar su atractivo en el mercado.

"Primera ley de la seducción: no lo des todo al principio"

José Hermida, escritor y conferenciante sobre la interacción entre los seres humanos

IMA SANCHÍS  - 08/10/2010

Tengo 59 años. Nací en A Coruña y vivo en Madrid. Divorciado y con un hijo (19). El distanciamiento y la desconfianza entre políticos y ciudadanía es un abismo. Me parece un acto de soberbia decir si algo intangible existe o no existe, y pretender ser el portavoz es ya exceso

Sólo hay tres tipos de relaciones entre las personas: confrontación, colaboración o indiferencia. Fin. ¿Dónde está la magia?

 ¿En los matices?

En nuestra capacidad de comunicación verbal y no verbal para cambiar ese escenario. Si estamos ante un escenario de confrontación tal vez halla que pasar un mensaje persuasivo; y si quiero huir pero conservar la relación usaré un mensaje protocolario: "Tengo prisa; nos llamamos".

Muy típico.

Mejor eso que "eres un pesado y no te aguanto más". Yoamis alumnos suelo decirles: "Ojalá lleguemos a convertirnos en personas que no dicen lo que piensan".

¿. ..?

Hay que pensar qué efecto van a causar nuestras palabras y si eso es lo que pretendemos. No hay que perder de vista para qué estamos hablando.

Nos gusta seducir al interlocutor.

Coger al otro por la solapa y empezar a agitarle diciéndole "¡ámame!" no funciona.

Bueno..., eso ya lo sabemos.

¡Y un cuerno!, la inmensa mayoría de la gente se muestra arrogante, agresiva o sumisa y no le pasa por la cabeza esto tan mágico de qué puedo ofrecer a esa persona.

Vale.

La primera ley de la seducción, sin la cual nada funciona, es: no lo des todo al principio. Y no hablo de sexo, si lo agotas todo, ¿qué interés tendrás la semana siguiente?...

¡Es que si no te da para dos semanas!

Has de dejar de pensar en ti y pensar en la otra persona. Sorprenderla cada día.

¿Y cómo se seduce sin palabras?

Se trata de identificar el escenario: si alguien aparta la mirada cuando le hablas, te interrumpe, mira la hora, lo más probable es que el escenario sea de confrontación o de indiferencia tensa; sabiéndolo, puedes rebelarte ante todo tipo de dominación.

Cuénteme eso.

Póngase de pie. Tenga.

¡Vaya!

Hacerle sostener algo mío sin pedirle permiso es una actitud de dominación. Nuestro cuerpo es un semáforo, un emisor de señales. Cuando ligamos, ¿se ha fijado en que hay un momento en el que no se habla y se está bien?... Es porque nos hemos estado emitiendo señales en un escenario de colaboración. Movimientos lentos (no tengo ningún tipo de nervios); lanzar una sonrisa sosteniendo la mirada (estoy a gusto contigo).

La mirada está llena de códigos.

Sí. Como no tengo confianza con usted, le miro entre los extremos de los arcos ciliares y la punta de la nariz; pero no en la boca, ni del cuello para abajo, ni insistentemente a los ojos. Así le estoy diciendo que me interesa pero la respeto. Lo percibe, supongo.

Sí.

Sin embargo, si quiero agredirla le miraré la boca, la repasaré descaradamente y usted dirá: este es un imbécil. ¿Por qué? Porque la he invadido. Aparte de la connotación sexual, la boca es el túnel a una cantidad de vísceras increíble, es algo íntimo.

Hay quien te habla y no te mira.

Dominación. El macho alfa es un personaje habitual en las oficinas, ese que también te mete la bronca delante de la gente.

Conozco.

En el momento en que tu frente brille, los hombros suban (porque ocultamos las zonas vitales), estás perdido. No olvide que somos seres humanos desde ayer por la tarde.

¿Cómo pararle los pies?

La primera señal que debo emitir es "a mí no me impresionas pero estoy dispuesto a colaborar si te portas bien". Esto significa que mis hombros tienen que estar caídos y que no estaré rígido, por eso tendré descompensado el cuerpo. Le miro, pero no directamente a los ojos, es decir, le respeto y exijo el mismo respeto.

¿Y si se pasa de rosca?

Técnicas más específicas, por ejemplo, a los aznares que te dan la mano sin mirarte, yo se la pongo cerca pero no se la doy, entonces te miran y te encuentran sonriente... ¡Ya es tuyo!: has cambiado el escenario.

También están los que te dan golpecitos cuando hablan.

En la sociedad occidental la mujer tiene derecho a tocar más que los hombres (podéis quitarnos una miga del jersey). Y tenéis derecho a mirar durante más rato, inspeccionar. A nosotros nos resulta antipático ese comportamiento porque son señales femeninas destinadas a un público femenino y a nosotros nos gusta que nos vean machos.

Hablamos sin palabras.

Sí, con esas que suprimimos después de una coma. Por ejemplo: "¡Pero pregunta ya, (pesada)!". Esa palabra no dicha se escucha, la emitimos con el semáforo. La clave está en observar para cambiar el frame (marco).

Cuénteme.

En las parejas, por ejemplo, con tan sólo un par de gestos uno puede hacer cambiar la franja de colaboración a la de indiferencia; de hecho se usa mucho para mantener el interés del otro. Los que cambian los escenarios lideran las relaciones humanas.

¿Y si quiero oyentes entregados?

En una conferencia la gente escucha unos cinco minutos, luego se evade. Lo primero es captar la atención y lo segundo estimular el interés, lo que sólo sucederá si lo que dice les propone un beneficio o les evita un problema. Las explicaciones déjelas para el final. Pero lo esencial para que te escuchen es que tú hayas escuchado primero.

 
 

jueves, 7 de octubre de 2010

HAGAMOS UN TRATO.



"Hagamos un trato", le dijo ella, "si tú me das una vida larga yo a cambio te prometo aprovechar todos y cada uno de los días de mi vida". Ella supo, aunque no recibiera ninguna señal de la otra parte, que el trato estaba hecho. y cumplió su parte del trato.

Tenía unos cinco años cuando hizo el trato. Era la menor de cuatro hermanos. Sus padres se dedicaban al vino, tenían un par de viñas que les permitían malvivir. Pero llegaron varios años de malas cosechas y las cosas fueron a peor, vendieron una viña y pudieron mal comer un par de meses, luego tuvo que venderse la otra, y pudieron mal comer un mes. El padre, buscando un dinero que no encontraba en el campo, se hizo guardia civil, y fue destinado a Oyón, cerca de Logroño. Pero el jornal tampoco era suficiente para una familia de 6 individuos y los dos hermanos mayores abandonaron su mundo e ingresaron en un monasterio él, en un convento ella. Ella por su parte, junto a su otra hermana, se quedaron en la casa familiar, ayudando en las viñas de otros más afortunados que ellos cuando hacía falta y en la casa todos los días.

Pasaron los años y a pesar de tener pretendientes ninguno la satisfacía así que un día antes de acostarse dijo "hagamos un trato, tú me encuentras un buen hombre y a cambio yo prometo dar un hijo a tu iglesia". Al día siguiente un nuevo guardia civil se presentó en el cuartel. Nada más verle supo que su trato había sido aceptado. No era guapo, tampoco feo, más bien serio y reservado, y era para ella. Alguna otra mujer, mujerzuela diría ella, trató de quitárselo, incluso una vez persiguió a una de ellas, la más fulana de todas diría ella, con la pistola de su padre. Nadie sabe que hubiera pasado si la pistola hubiera estado cargada. Al final, el chico reservado se atrevió a pedir su mano, y el padre, quizá por miedo al genio de ella, quizá por amor a ella, se la dio. Se prometieron y decidieron casarse un año más tarde, cuando tuvieran suficientes ahorros, pero un gallego tenía otros planes para ellos y para el resto del país. Se declaró la Guerra Civil. A su hermano lo sacaron del monasterio, le cambiaron el crucifijo por un fusil y lo mandaron a Madrid. A su prometido le mandaron a combatir a la República. "Hagamos un trato", dijo ella, "tú me los devuelves sanos y salvos y yo te doy otro hijo". Los dos volvieron, uno de ellos de vuelta al monasterio, el otro a su cama.

Hastiado de los horrores de la guerra, de las matanzas, asesinatos y abusos posteriores, su marido abandonó el uniforme y con el dinero ahorrado compraron viñas en el pueblo natal de él, donde las tierras y las vides eran de las mejores de la comarca. Y llegaron los hijos, a la primera la llamaron como a su hermana mayor, ya monja en un convento en los alrededores de Bilbao. Puede que el último trato fuera tomado al pie de la letra, puede que fuera la fatalidad, en cualquier caso la siguiente murió a los pocos días de nacer. Se lloró en la casa por la niña apenas conocida pero poco, no había tiempo para ello, había bocas que alimentar, viñas que trabajar. Posteriormente vinieron tres niñas más. Los chistes eran constantes en el pueblo sobre la cantidad de mujeres que había en su casa, "hay más rajas en tu casa que en las paredes de mi casa" se oía decir en la taberna. Pero él callaba, agarrado a su vaso de vino, y cuándo era necesario también daba sus pinchazos. La vida era dura en aquellos tiempos de miseria y hambre. Para poder alimentar a su mujer e hijas, él tuvo que ser el peón de los terratenientes locales y sólo los domingos le quedaba libre para trabajar en sus viñas. Tenía que escabullirse de madrugada para que el cura no le viese y volvía a la hora de la siesta. Pero como nada escapa a los ojos del Señor un día el cura le pilló, sudado y manchado con la azada al hombro. "¿No sabes que está prohibido trabajar los domingos?, es el día que Dios descansó". El hombre dejó la azada en el suelo, y le respondió, "como diría mi mujer, hagamos un trato, usted se encarga de que Dios alimente a mi familia y yo descanso el Domingo", a lo que el cura sólo pudo responder, "si te vuelvo a ver, tendré que denunciarte a la Guardia Civil". Desde ese día, Dios guió los pasos del cura por otros caminos, o eso diría ella. Cuando la hija mayor tuvo la edad suficiente entró de sirvienta en la casa de los más ricos del pueblo, y todas las semanas daba su paga, y alguna que otra sobra de la mesa que recogía, a su madre. La siguiente, por mediación de su tía monja, fue internada en un colegio de monjas y acabó convirtiéndose ella misma en una de ellas, cumpliéndose con ello el trato sellado varios años antes. Las tres pequeñas siguieron en el colegio del pueblo, llenando la casa de risas, y de vez en cuando de lloros.



Entre alegrías, penurias, risas y lloros, los años se fueron dejando atrás, aparecieron los novios y más tarde los maridos, y con ellos se fueron las hijas y llegaron los nietos. De nuevo la casa se llenó de pañales, biberones, peleas entre niños, y risas infantiles. Todos los veranos las hijas venían a pasar unos días con sus padres, algunas dejaban a los hijos los meses de vacaciones. Los niños iban y venían dejando tras de ellos puertas abiertas por las que entraba el calor y se escapaba el frescor y el grito del abuelo "esa puerta... Ya verás cuando te coja". Un día a ella le tocó ir al médico, el cual le dijo ""tiene usted una edad ya avanzada por ello es recomendable que deje de beber vino, quítese la sal de las comidas y tenga cuidado con el colesterol", a lo que, mirándole a los ojos, le respondió, "la vida sin un trago de vino, un poco de sal y una guindillita que de sabor a las comidas, ni es vida ni es nada, así que, si no le importa, hagamos un trato, yo seguiré tomando un poco de vino y echando un poco de sal a las comidas y a cambio entre los dos nos ocupamos del colesterol." El médico no tuvo otra opción que aceptar el trato. Los nietos, entre trago y trago de vino de los abuelos, fueron creciendo y también ante ellos aparecieron los novios y las novias. En la boda de una de ellos algo se rompió en la cabeza del hombre serio y taciturno que junto con su mujer había creado esa familia. Ella, cerrando los ojos dijo, "hagamos un trato, si dejas que se quede conmigo unos años más a cambio prometo no maldecirte cuando te lo lleves para siempre". Puede que por miedo a su genio, puede que por su amor a ella, el trato quedo aceptado. El vivió cinco años más, aunque día a día su mente iba perdiendo facultades. Un día él, que se había enfrentado a la cárcel por ellas, empezó a olvidar los nombres de su mujer y de sus hijas, poco después él, que ni en los días más calurosos con la espalda baldada de tanto doblarse para quitar las malas hierbas había soltado un joder, empezó a insultar a presentes y ausentes, días más tarde él, que la única ayuda que había necesitado era la de su mujer, empezó a perder el control de su cuerpo. Durante los cinco años siguientes, ella sola al principio, después con la ayuda de alguna de sus hijas, le cuidó como había hecho toda su vida y nadie puede decir que ella maldijese su mala suerte ni una sola vez. Pasaron los años, y en una cama de hospital rodeado de su mujer e hijas el hombre serio y taciturno se fue como había vivido, tranquilo y sin hacer ruido. Ella lloró porque algo dentro suyo había sido perdido para siempre.


Dos años más tarde, paseando por los caminos de su pueblo, empezó a quejarse del dolor en una pierna. Preocupados, su yerno la llevó al hospital más cercano. Su estado iba empeorando poco a poco, perdió la autoridad sobre sus extremidades, y los órganos internos iban poco a poco perdiendo el interés por seguir trabajando. Los médicos y enfermeras miraban a los familiares y en voz baja decían "no quedan más que horas, días a lo sumo, para que se vaya". En su sueño comatoso, ella se dirigió a él por última vez, "hagamos un trato, deja que vea el futuro de mi familia y a cambio no iré a quejarme ante ti cuando llegue mi hora." Al día siguiente, abrió los ojos, y miró a su familia. Día a día volvió a tomar control de su cuerpo y de su vida. La recuperación no fue milagrosa, fueron varios los meses los que tardó en volver a acercarse a lo que había sido. El médico cuando veía una botella de vino no podía evitar sonreír. Los nietos le dieron bisnietas, y ella, sin responsabilidades por primera vez en la vida, jugaba con ellas, les hacía ropa de encaje y disfrutaba de la vida, como había hecho siempre. Dos años más tarde, murió, tranquila y sonriente y nadie entendió el significado de sus últimas palabras, "has cumplido tu parte del trato."
http://lacomunidad.elpais.com/johnny-99/2010/10/7/hagamos-trato

LA CRISIS, UNA ESTAFA DETRÁS DE OTRA




La Real Academia Española de la Lengua define de dos modos el verbo estafar.


Como pedir o sacar dinero o cosas de valor con artificios y engaños y con ánimo de no pagar.


Y en sentido jurídico, como cometer alguno de los delitos que se caracterizan por el lucro como fin y el engaño o abuso de confianza como medio.


1.- Por eso yo creo que el término de estafa es lo que mejor describe lo que han hecho continuadamente los bancos, los grandes especuladores y la inmensa mayoría de los líderes y las autoridades mundiales antes y durante la crisis que padecemos.


Los Estados le dieron a los bancos privados el privilegio de crear dinero emitiendo deuda con la excusa de que eso era necesario para financiar la actividad de las empresas y los consumidores. Pero en los últimos treinta años, la banca internacional multiplicó la deuda para financiar los mercados especulativos y para ganar dinero simplemente comprando y vendiendo más dinero, y no para financiar a la economía productiva.


Esta es la primera estafa.


2.- Para disponer de recursos adicionales a los que le depositaban sus clientes, la banca ideó formas de vender los contratos de deuda y los difundió por todo el sistema financiero internacional.

Pero al hacerlo, ocultaba que millones de esos contratos no tenían las garantías mínimas y que al menor problema perderían todo su valor, como efectivamente ocurrió. Actuando de esa forma y tratando de elevar cada vez más la rentabilidad de sus operaciones, la banca fue asumiendo un riesgo cada vez mayor que ocultaba a sus clientes y a las autoridades y que transmitía al conjunto de la economía.


Esta es la segunda estafa.


3.-- Para llevar a cabo esas estafas, la banca recurrió a las agencias de calificación que actuaron como sus cómplices corruptos engañando sistemáticamente a clientes y autoridades indicando que la calidad de esos productos financieros era buena cuando en realidad sabían que no era así y que, por el contrario, se estaba difundiendo un riesgo elevadísimo porque eran, como se demostró más adelante, pura basura financiera.

Esta es la tercera estafa.


4.- Los grandes financieros consiguieron que los bancos centrales fueran declarados autoridades independientes de los gobiernos con la excusa de que éstos podían utilizarlos a su antojo y de que así era mejor para lograr que no subieran sus precios. Sin embargo, lo que ocurrió fue que con ese estatuto de "independientes" los bancos centrales se pusieron al servicio de los bancos privados y de los especuladores, mirando a otro lado ante sus desmanes.

Y así, en lugar de combatir la inflación permitieron que se diera la subida de precios de la vivienda quizá más alta de toda la historia y constantes burbujas especulativas en numerosos mercados. Y lejos de conseguir la estabilidad financiera lo cierto fue que durante su mandato "independiente" también hubo el mayor número de crisis financieras de toda la historia.



Esta es la cuarta estafa.



5.- Para generar fondos suficientes para invertir en los mercados especulativos cada vez más rentables, los bancos y grandes financieros lograron, con la excusa de que eso era lo conveniente para luchar contra la inflación, que los gobiernos llevaran a cabo políticas que redujeran los salarios y aumentaran así los beneficios de dichos bancos (que en su mayor parte van a Ahorro en lugar de al Consumo como le pasa a los salarios), y la progresiva privatización de las pensiones y de los servicios públicos.


Esta es la quinta estafa.


6,- Cuando el riesgo acumulado de esa forma estalló y se desencadenó la crisis, los bancos y los poderosos lograron que los gobiernos, en lugar de dejar caer a los bancos irresponsables, de encarcelar a sus directivos y a los de las agencias de calificación que provocaron la crisis, por lo contrario, les dieran o prestaran a bajísimo interés varios billones de dólares y euros de ayudas con la excusa de que así volverían enseguida a financiar a la economía. Pero en lugar de hacer esto último los bancos y grandes financieros usaron esos recursos públicos para sanear sus cuentas, para volver a tener enseguida beneficios o para especular en mercados como el del petróleo o el alimentario, provocando nuevos problemas o que en 2009 hubiera 100 millones de personas hambrientas más que en 2008.


Esta es la sexta estafa.


7.- Los gobiernos tuvieron que gastar cientos de miles de millones de dólares o euros para evitar que la economía se colapsara y para ayudar a la banca. Como consecuencia de ello tuvieron que endeudarse.


Como los bancos centrales están dominados por ideas liberales profundamente equivocadas y al servicio de la banca privada, no financiaron adecuadamente a los gobiernos, como sí habían hecho con los bancos privados, y eso hizo que tuvieran que ser los bancos privados quienes financiaran su deuda.


Así, éstos últimos recibían dinero al 1% de los bancos centrales y lo colocan en la deuda pública al 3, al 4 o incluso al 8 o 10%



Esta es la séptima estafa.



8.- Como los bancos y grandes financieros no se quedaron contentos con ese negocio impresionante, se dedicaron a propagar rumores sobre la situación de los países que se habían tenido que endeudar por su culpa. Eso fue lo que hizo que los gobiernos tuvieran que emitir la deuda más cara, aumentando así el beneficio de los especuladores y poniendo en grandes dificultades a las economías nacionales.


Esta es la octava estafa.



9.- Los gobiernos quedaron así atados de pies y manos ante los bancos y los grandes fondos de inversión y, gracias a su poder en los organismos internacionales, en los medios de comunicación y en las propias instituciones políticas como la Unión Europea, han aprovechado la ocasión para imponer medidas que a medio y largo plazo les permitan obtener beneficios todavía mayores y más fácilmente: reducción del gasto público para fomentar los negocios privados, reformas laborales para disminuir el poder de negociación de los trabajadores y sus salarios, privatización de las pensiones, etc...


Afirman que así se combate la crisis pero en realidad lo que van a producir es todo lo contrario porque es inevitable que con esas medidas caiga aún más la actividad económica y el empleo porque lo que hacen es disminuir el gasto productivo y "el combustible" que los sostiene.



Esta es la novena estafa.


10.- Desde que la crisis se mostró con todo su peligro y extensión, las autoridades e incluso los líderes conservadores anunciaron que estaban completamente decididos a poner fin a las irresponsabilidades de la banca y al descontrol que la había provocado, que acabarían con el secreto bancario, con los paraísos fiscales y con la desregulación que viene permitiendo que los financieros hagan cualquier cosa y que acumulen riesgo sin límite con tal de ganar dinero...

Pero lo cierto es que no han tomado ni una sola medida, ni una sola, en esa dirección.


Esta es la décima estafa.


11.- Mientras está pasando todo esto, los gobiernos, esclavos o cómplices de los poderes financieros, no han parado de

- exigirle esfuerzos y sacrificios a la ciudadanía.

- mientras que a los ricos y a los bancos y financieros que provocaron la crisis no les han dado sino ayudas constantes y todo tipo de facilidades para que sigan haciendo exactamente lo mismo que la provocó.


Gracias a ello, éstos últimos están obteniendo de nuevo cientos de miles de millones de euros de beneficios mientras que cae la renta de los trabajadores, de los jubilados o de los pequeño
y medianos empresarios.


Esta es la undécima estafa.


12.- Mientras que constantemente vemos que los presidentes de gobiernos reciben instrucciones del Fondo Monetario Internacional, de las agencias de calificación, de los banqueros o de la gran patronal, la ciudadanía no puede expresarse y se le dice que todo lo que está ocurriendo es inexorable, y que lo que ellos hacen es lo único que se puede hacer para salir de atolladero.


Esta es la duodécima estafa.


13.- Finalmente, se quiere hacer creer a la gente que la situación de crisis en la que estamos es el resultado de un simple o momentáneo mal funcionamiento de las estructuras financieras o incluso económicas y que se podrá salir de ella haciendo unas cuantas reformas laborales o financieras.


Nos engañan porque en realidad vivimos desde hace decenios en medio de una convulsión social permanente que afecta a todo el sistema social. La verdad es que cada vez hay un mayor número de seres humanos hambrientos y más diferencias entre los auténticamente ricos y los pobres, que se acelera la destrucción del planeta, que los medios de comunicación están cada vez en propiedad de menos personas, que la democracia existente apenas deja que la ciudadanía se pronuncie o influya sobre los asuntos más decisivos que le afectan y que los poderosos se empeñan en imponer los valores del individualismo y la violencia a toda la humanidad.


Esta es la decimotercera estafa.


Lo que ha ocurrido y lo que sigue ocurriendo a lo largo es la crisis es esto: una sucesión de estafas y por eso no se podrá salir de ella


- hasta que la ciudadanía no se imponga a los estafadores impidiendo que sigan engañándola,


- hasta que no les obligue a dar cuentas de sus fechorías financieras y


- hasta que no evite definitivamente que sigan comportándose como hasta ahora.

Redactado por el Catedrático de Málaga Juan Torres

"A Garzón le destruirán sus colegas jueces, ¡buenos son...!"

José María Mena, ex fiscal jefe de Catalunya

VÍCTOR-M. AMELA  - 07/10/2010


Tengo 73 años. Nací en Villarcayo (Burgos) y vivo en Catalunya desde 1967. He sido fiscal durante 43 años. Estoy casado y tengo dos hijas y cuatro nietos. Insatisfecho con esta sociedad injusta, hay que mejorarla en tiempo inaplazable. Fui comecuras: hoy soy agnóstico apacible


¿Qué es un fiscal?

Pagado por el Estado, es un funcionario que defiende a las víctimas de un delito, acusando a sus autores.


¿Por qué quiso ser fiscal?


Mi padre lo era, y nunca me planteé otra cosa. Era el carril natural.

¿Qué aprendió de su padre?


Con ocho añitos, unos amigos y yo cogíamos fruta del huerto de un labriego..., que irrumpió blandiendo su garrote. Huimos, pero mi padre me pilló... y me obligó a regresar para pedir disculpas al furioso labriego.


Glups.


¡Sí, aún me dura el miedo! Mi padre me prohibió ser cobarde: "¡No huyas jamás, da la cara siempre!", me ordenó. Me prohibía rehuir una pelea, y me castigaba si lo hacía.


¿Cómo es eso?


Es que siempre me pegaban: era nuevo en clase (cambiábamos de ciudad por los destino de mi padre), y era el más pequeño, y poco fuerte. Y me tocaba recibir. ¡Y no podía huir, tenía que evitar el castigo de mi padre!


¿Conclusión?


Daba la cara y me pegaba. ¡Nunca huir, siempre afrontar! Un hábito que me ha sido muy útil en mi oficio: se lo agradezco a mi padre.


¿Y cómo fue ser fiscal bajo Franco?


Fui díscolo y me sancionaron: traslado forzoso... Por encarcelar a un especulador cuya codicia e imprudencia provocó la muerte de tres trabajadores... Aquel día de 1965, levantando esos cadáveres y viendo la sumisión temerosa de los demás trabajadores, me dije: "Tú eres un niñato, ¡y esto es la guerra!", y sentí crecer dentro de mí un compromiso.


¿Qué compromiso?


Profesional, pero a la vez integral, ético, íntimo... Acuciante, y definitivo.


¿Qué retocaría hoy de nuestra justicia?


Aplaudimos cuando la Audiencia Nacional enjuició a Pinochet, aplaudimos cuando se enjuicia a gorilas sudamericanos o a salvajes africanos... Pero al tratarse de Franco..., ¡ah, no! Ahí la justicia universal se suspende. Esto es una asignatura pendiente.

Nuestros jueces no buscan aprobarla.


Tienen un concepto arcaico de la justicia: suman soberanía nacional e independencia, y el resultado es tan provinciano... En un mundo global..., ¿fronteras a la justicia?


¿Garzón ha sido víctima de esto?


Garzón ha amenazado este modelo. Y sus colegas jueces van a destruir a Garzón. ¡Buenos son sus coleguitas, ja...! Quieren conservar un modelo penal separado del mundo.


¿Es la justicia española reaccionaria?


No quedan ya jueces del franquismo, todos son nuevos..., pero conservadores por naturaleza, pues tienen un concepto conservador de la ley: memorizarla y no tocarla.


¿Usted defiende o critica a Garzón?


He llevado muchos casos estelares, mediáticos, pero al acabar soy un humilde funcionario, me escabullo a mi casa. Otros temperamentos, en cambio, gustan de la notoriedad.


¿Tilda a Garzón de vanidoso?


Que Garzón sea presumido es cuestión colateral, marginal, insustancial: ¡lo sustancial es si actúa justamente! Y yo creo que sí.


Apoya sus actuaciones, pues.


Sí, son irreprochables. Yno está solo: jueces de todo el mundo respaldan su lucha por una jurisdicción universal. Él se ha arriesgado..., y está pagando, sea o no juez estrella.


Otro asunto
garzonita es el caso Pretoria. ¿Cómo lo ve?

La Fiscalía pidió unas detenciones, y Garzón cumplió. Yo pongo la mano en el fuego por esos fiscales, los conozco bien: no hay mediatización política alguna, ¡seguro!


¿Y qué me dice de que los detenidos salieran esposados en el
Telediario?

Si esa imagen la captó espontáneamente el periodista, hizo bien su trabajo; pero si fue fruto de un pacto de alguien con el periodista..., me parece incorrecto.


¿Hay pacto para que Fèlix Millet no vaya a prisión?


¡La Fiscalía pidió su prisión! Pero el juez no aceptó. También le conozco, y seguro que no cobra de Millet: es honrado desde el punto de vista económico.


¿No lo es desde otro punto de vista?


Le llaman juez caracol porque actúa así en sus casos. Sí se sancionó rápidamente a los fiscales por decir en público lo que todos dicen dentro: afeo ese gremialismo, y que el Tribunal Superior encubra y no corrija.


¿Disfrutó enviando a alguien a prisión?


No. Eso no me reportó satisfacción. Sí ver a una víctima compensada. Y también he gozado mucho desarmando argumentos de los más empingorotados abogados de la ciudad, uno a uno. ¡Ah, qué a gusto te quedas!

¿Cómo podríamos evitar la partidización de los órganos del poder judicial?


Deriva del encono de posturas ideológicas en nuestra sociedad: hay núcleos hostiles que no se saludan al cruzarse por los pasillos... ¡Y esto se manifestará en cualquier mecanismo de designación que elijamos!


¿Cuál es hoy su mayor sueño?


Unos días, seguir comprometido como ciudadano responsable, en comités y asociaciones. ¡Y otros días, enviarlo todo a la porra y aislarme en mi casita de payés en el bosque! Y lo hago, pero esto me dura tres días.


¿Qué enseñanza transmitiría usted a sus nietos?


Honradez, solidaridad y laboriosidad. También sirve la máxima romana: Honeste vivere, neminem laedere, suum cuique tribuere.


Traducción.


Vive con honradez, no dañes a nadie y dale a cada uno lo suyo.


MORIRÉ ANTES DE TIEMPO POR ESTÚPIDO O POLITICAMENTE INCORRECTO

Me moriré antes de lo que debía ser por políticamente incorrecto o quizás por estúpido. ¡Quien sabe! Y quizás tendría hasta que ponerle una demanda a mis padres si estuvieran vivos o si me lo pienso mucho al estado como responsable civil subsidiario porque si muero antes de lo que debía es por culpa suya.
Me he pasado la vida comiendo con azúcar, disfrutando desde niño las golosinas y la bollería, agregándole sal a las comidas, saboreando la deliciosa grasa de la carne de cerdo, hartándome de rojas carnes de cadáveres animales, bebiendo vino y otras sustancias etílicas de mayor graduación, fumando puros o cigarrillos negros, cometiendo el sacrilegio de beber leche entera, degustando el pan con mantequilla al punto de sal, las fritangas y bocadillos, excitándome con el café puro y sin descafeinar, bebiendo el agua del grifo o de la fuente (¡Que delicia!).
He cometido el sacrilegio de dormir siestas, de hacer poco ejercicio apenas la vida me lo permitió o de pasar malas noches. He permanecido horas que suman años tumbado en una cama mientras me entontecía leyendo libros de literatura, filosofía e historia. Otra cantidad similar la he dedicado a oir música mientras no usaba unos auriculares para hacer deporte a la vez. He dedicado años a estar sentado escribiendo cosas que quizás nadie lea.
Durante años salí de cacería de sexo por las noches, a veces por las tardes e incluso por las mañanas. Reconozco que me he ido de putas y que con ellas he pasado momentos inolvidables en otras latitudes.
He maltratado el gusto que debí cultivar y democraticé mis preferencias o las he reducido incluyendo solamente a las altas, las bajitas, las gordas, las flacas, las rellenitas, las morenas, las rubias, las pelirrojas, las negras, las blancas, las chinas y las mulatas, las ricas, las pobres y las de clase media.
Más tarde las extendí a los diversos niveles culturales y si no lo he extendido a mi propio sexo es porque ya no me da tiempo para si la experiencia es satisfactoria cultivarla.
En resumen, que me gusta beber, que fumo, como con grasa, bebo el café expreso, me encantan las carnes rojas y aún a mi edad disfruto cuando veo un cuerpo joven y si lo tomo mucho más aún.
Dicho esto he decidido que como no me arrepiento de vivir como he vivido ni pienso cambiar no haré ninguna reclamación a nadie aunque me vaya a morir antes de tiempo. Pueden estar tranquilos.
DERALTE 

http://lacomunidad.elpais.com/deralte/2010/10/6/morire-antes-tiempo-estupido-o-politicamente-incorrecto