¿Buscas trabajo? Entonces borra tu rastro de internet
Las compañías participantes en este estudio han reconocido que el 25% de las candidaturas fueron rechazadas debido a que los datos recabados en Internet se calificaron como “malos”. Los responsables de los reclutamientos han señalado que durante la fase de investigación se revisaron los perfiles de los candidatos en las redes sociales. Lo más llamativo es que esto está pasando a formar parte de la criba curricular, convirtiéndose en un examen que realiza el candidato sin darse cuenta, es más, ni siquiera tiene la oportunidad de saber las preguntas y su calificación final.
Los peligros de Internet no se toman en serio
En este sentido, se plantean muchas preguntas acerca del efecto de las Redes Sociales, sobretodo Facebook y Tuenti (consideradas como las de mayor difusión entre los jóvenes en nuestro país), en el futuro profesional de los jóvenes que optan a un puesto de trabajo.
Por ello, no se puede negar el posible peligro de las Redes Sociales en el futuro profesional de las personas, ya que el usuario es el único responsable sobre el contenido que publica y, como Internet va almacenando la información durante un tiempo indeterminado, hay que ser cuidadoso con lo que uno publica sobre sí mismo. De ahí la importancia de establecer estrategias de “reputación online”, tal y como aconsejamos a los usuarios en nuestro estudio sobre las redes sociales y las carreras profesionales que podéis consultar en el siguiente enlace: http://www.e-creade.com/news.asp?id=19
Hay que ser consciente que, normalmente, cualquier persona en su vida diaria no “difunde” sus secretos a todo el mundo, por lo que hay que tratar las herramientas Web 2.0 con la misma prudencia.
Además, la mayoría de los jóvenes no consideran el peligro que supone publicar datos personales en Internet. La razón de esto se debe fundamentalmente a la naturaleza de la misma, la cual actúa como estimuladora para superar la timidez y la vergüenza. El usuario se suele encontrar en un entorno cómodo y familiar (por ejemplo, en su casa) y tampoco suele tener compañía. Es en este espacio, donde se siente seguro y con confianza en sí mismo, cuando empieza a publicar sus fotos, actividades, opiniones e ideas en varios entornos: blogs, foros, perfiles… llegando a mostrar su “yo privado” y a publicar su intimidad sin pararse a pensar en la interpretación que los futuros reclutadores harán de ella.
La otra cara de la moneda
Resulta de lo más ingenuo pensar que al eliminar los propios perfiles en la Redes Sociales se acabaría con el problema, porque si alguna vez has publicado algo en Internet… ¡felicidades: eres un autor publicado!
El contenido que publicaste hace años posiblemente no haya desaparecido. Existen páginas que pueden recopilar fácilmente el texto y las fotografías que publicaste. Es probable que lo que escribas ahora siga apareciendo en las búsquedas dentro de cinco años.
No obstante, en el improbable supuesto de que las compañías no encuentren datos e información sobre los candidatos, llegarán a la conclusión de que éstos no son capaces de manejar con habilidad los continuos cambios o avances en Internet. Cabe destacar que los empleadores tienen la convicción de que los jóvenes y profesionales deben tener la capacidad de dejar y gestionar su marca personal en Internet.
Hoy en día, no debemos huir de la Web 2.0, sino, más bien, ser prudentes con todo lo que publicamos en ella. Es muy fácil subir información a Internet, sin embargo, es muy complicado protegerla.
INVERTIA