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miércoles, 27 de mayo de 2009
LA CONTRA (La Vanguardia)
"Aquel piloto español me juró que él no nos bombardearía"
LLUÍS AMIGUET - 27/05/2009
Nací en Kosovo, que sigo considerando serbio. Tengo 65 años y llevo 20.000 operaciones - 3.000 en guerra-realizadas durante 38 años. Casado, dos hijos. Fumo. La gran lección de nuestra guerra es que no se puede castigar a todo un pueblo por los crímenes de un hombre
Nadie fue inocente en los cinco años de nuestra guerra, que acabó siendo una carnicería civil.
¿Tiene usted alguna explicación?
Mi abuelo fue general, yo sólo soy médico. Lamento que no hayamos encontrado la forma de convivir tres religiones: la ortodoxa de los serbios, la católica de los croatas y la musulmana de algunos bosnios...
¿Cuál fue su peor momento de guerra?
Ver a los niños operados sin anestesia por un bloqueo. Verlos sufrir y agonizar y morir en Bosnia, en el frente, en Belgrado. Aún nos llegan niños al hospital con secuelas de los proyectiles radiactivos.
¿Cómo se ejerce la cirugía en guerra?
Con improvisación, claro: improvisas. Aprendes que un medicamento casi sustituye al que falta y que con un foco bien situado se ilumina casi como con dos y cómo hacer sobrevivir con menos transfusiones...
¿No recibían ayuda humanitaria?
El primer año, muy poca. Luego, mucha de los japoneses, pero sobre todo aprendes a no necesitarla, hasta constatar que, no es que no haga falta, pero puede sustituirse.
¿Cómo?
La necesidad reemplaza a la tecnología. Se consiguen a veces curaciones casi milagrosas que salen de ti mismo: tú eres el milagro propulsado por esa sensación de estar al límite de lo posible. Operas día y noche...
¿Cuánto?
Cuarenta y ocho horas seguidas. Lo he hecho. Y después no hay descanso, sólo una especie de siesta. Y otra vez al quirófano.
¿No es peligroso para los pacientes?
Claro, en circunstancias normales lo es. Pero estás en guerra. Ellos son lo único que tienes y tú eres lo único que les queda. No hay alternativa ni para ti ni para ellos. Eso, paradójicamente, te confiere de repente una curiosa sensación de poder y libertad.
¿En qué sentido?
Estás allí y después de ti sólo está la muerte, de modo que todo lo que hagas será a favor de la vida. Así curé a una paciente de Mostar que había sido desahuciada por tres equipos médicos humanitarios antes de llegar a mi quirófano. Sólo había tiempo para las soluciones arriesgadas, y ella necesitaba una.
¿Qué hizo usted?
Abrí en tres sitios a la vez - una audacia-y, a la semana, la mujer estaba en su casa.
¿No sucede así en tiempo de paz?
Es diferente. Y no es que no experimente: he publicado en Lancet y revistas de neurocirugía; asistí a clases en la Harvard Medical
School y en escuelas médicas de Alemania y Rusia, pero nunca practiqué medicina como bajo las bombas.
Por ejemplo.
Tengo un joven y brillante colega en mi hospital de Belgrado. ¿Sabe cómo lo conocí?
¿. ..?
Llegó casi muerto a mi quirófano, pero su padre se negaba a que lo operáramos.
¿Por qué?
Aquel buen padre estaba confuso y algo agresivo. Ahora somos amigos, pero entonces tuve que llamar a la policía para que lo echaran. Operé como yo pensaba, y hoy somos amigos y el chaval, un buen médico.
¿Cuándo?
Recuerdo el bombardeo del centro de Belgrado por los aviones de la OTAN en 1999. Yo estaba operando en el hospital, allí en el centro mismo, junto a los cuarteles generales - esa era nuestra desgracia-de la policía y el ejército serbios bajo las bombas.
Algunos pilotos españoles participaron en aquellos bombardeos.
Salvo uno que me prometió que rechazaría la misión, que no nos bombardearía.
¿Cuándo? ¿Dónde?
No le puedo decir más. Se lo prometí. Estábamos en el frente y nos necesitábamos.
En Belgrado también estaba Milosevic.
No podemos aceptar un castigo colectivo por los actos de un individuo y su grupo; del mismo modo que las sanciones económicas sólo castigaron a los más desprotegidos, diez millones de ciudadanos y uno de refugiados. Tampoco se puede demonizar a todo un pueblo por las acciones de un hombre o de su grupo de afines.
¿No se sentían de algún modo, ustedes los serbios, responsables?
La demonización de un pueblo es el más efectivo de los ataques militares y es más barato: sólo necesitas a los medios. De repente, nuestra autoestima se derrumbó y empezamos a creernos culpables de nuestra propia desgracia. Y si no éramos culpables, ¿por qué entonces todo el mundo estaba de acuerdo en que sí lo éramos?
¿Todas las personas a las que intervino usted merecían que las curase?
Nunca fui nacionalista y no dejé nunca - y de eso estoy más orgulloso que de ningún mérito clínico-de ser persona antes que nada. A mi mesa de operaciones llegaron más de 3.000 heridos durante aquellos años. Yo los operaba de día y noche sin saber ni querer saber a qué bando pertenecían.
¿No es ese el juramento hipocrático?
Desde luego, y además no era tan difícil de cumplir después de todo. Al fin y al cabo, debajo de los uniformes, debajo de nuestro cráneo, los cerebros son los mismos.
¿Qué planes tiene ahora?
Estoy construyendo en Belgrado - con tecnología japonesa-uno de los mejores centros de medicina privada de Europa. Ojalá pueda acabarlo, pero me temo que esta paz es inaceptable para los serbios.
LOS PADRES MOLESTAN
JOAN BARRIL
La llamada reforma de la ley de salud sexual, también conocida como ley del aborto, ha sacado a la luz algunos aspectos de la controvertida mayoría de edad. Se enfrentan dos concepciones cada vez más alejadas. Una de ellas es la que considera que las responsabilidades de los jóvenes son cada vez mayores y a edad más temprana. La contraria se plasmaría en una actitud sobreprotectora propia de una adolescencia demasiado larga.
En el fondo de la cuestión está la presencia de los padres, que en el caso del aborto a los 16 años puede desaparecer. Ese es el segundo principio que puede caer con la aprobación de esa ley. Se nos propone que, para un aborto a los 16 años, los padres no hace falta que estén ni siquiera informados. La consellera Marina Geli insiste en la pintoresca propuesta de que las chicas en trance de aborto puedan ir acompañadas por una persona adulta, que, por lo visto, jamás estará tan mal vista como los padres.
En todo este lío, ya no se trata de rebajar la mayoría de edad de los jóvenes a todos los efectos. También aparece un nuevo elemento: la extinción de la responsabilidad parental. Esa reforma propone que se sea padre hasta los 16 años. A partir de aquí, las relaciones paterno-filiales van a verse determinadas por la voluntariedad y esperemos que por la cordialidad. Y es que esa reforma, que con tanta algarabía nos propone el Gobierno, puede conllevar no pocas contradicciones. Hasta ahora, la responsabilidad subsidiaria de los padres era evidente. Su hijo de 16 años, en un alarde de barcelonismo mal entendido, se dedica a cargarse los cristales de los escaparates. El heroico gamberro es detenido por los Mossos. ¿Quién creen ustedes que va a pagar los desperfectos? Ese mismo menor es multado por la posesión o por el consumo de una china de hachís y ya ven a los padres rascándose el bolsillo. Los tutores del instituto llaman a los padres para informarles del bajo rendimiento escolar de su hijo. ¿Se imaginan a esos padres diciendo que ellos ya no tienen nada que ver con su hijo porque él considera que puede hacer lo que le plazca sin informarles?
En esa ausencia forzada de la figura paterna solo ante el derecho del aborto a los 16 años se abren muchos vacíos y no pocas dudas. Si usted, padre o madre, acude a un hospital público ante la sospecha de una apendicitis de su hija, será informado de las consecuencias posibles de aquella intervención y le pedirán la autorización. Se la pedirán a su hija y también a usted. La apendicitis reconoce a los padres una tutela y un derecho a la información que el aborto les niega.
Pero vamos un paso más allá. El hecho de ser padres no implica ser buenas personas. Imaginemos que su hija se acoge a esta ley y se somete al aborto acompañada, eso sí, por la profesora de gimnasia o por la portera del inmueble, pero en ningún caso informando a sus padres. Toda intervención quirúrgica, incluso las menos complicadas, puede desembocar en una complicación. Imaginemos que, a raíz de ese aborto, la complicación surge y los padres descubren el pastel. ¿Quién va a limitar entonces la legítima demanda de responsabilidades a una supuesta mala praxis médica? Y, ante el temor de que esto suceda, ¿han pensado los impulsores de esa reforma que pueden encontrarse con una total objeción de los médicos a practicar abortos en estas condiciones? Ya no sería una objeción de conciencia, sino una simple medida de autodefensa. Que lo piensen: una ley así está reñida con la frivolidad.
martes, 26 de mayo de 2009
LA CONTRA (La Vanguardia)
"Formé parte de la gran causalidad dela pretransición"
LLUÍS AMIGUET - 26/05/2009
La juventud accede al conocimiento, pero sólo la edad da la sabiduría que permite ver lo mejor en cada persona. Nací en Bilbao, pero aspiro a ser ciudadano del mundo. Soy católico. La democracia no son sólo partidos, sino los ciudadanos cuando se asocian y le dan contenido
Estuve en Tanzania en los 60 enviado por la Unesco para reformar el sistema educativo, y allí conocí al presidente Julius Nyerere...
Gran y honesto líder.
Un día fuimos juntos a un poblado lejos de la capital. Sólo hablaban swahili y, de pronto, me quedé aislado del grupo y rodeado de nativos vociferantes...
...
... Y entonces me asaltó un pensamiento vergonzoso: "¿Qué hago yo aquí rodeado de estos negros?"...
Es usted sincero al recordarlo.
... Pero, poco a poco, me fui contagiando de la vitalidad, la alegría y la ilusión de los tanzanos y distinguí su dignidad en la pobreza. Y estaba tan avergonzado de haber pensado aquello, que se lo confesé a Nyerere.
¿Se enfadó?
Me miro a los ojos, como si hubiera descubierto en mí a un hombre nuevo, yme dio el megáfono: "¡Vamos, Ricardo, díselo tú!".
¿Se atrevió usted?
Les pedí perdón y les dije que quería ser un tanzano más. Y Nyerere cogió el megáfono y les preguntó: "¿Queréis que Ricardo sea tanzano? Y todos me abrazaron, y así inició la concesión de una nacionalidad que ahora aún me enorgullece: soy tanzano de honor.
Emocionante.
Todos somos la gran y eterna nación humana, por eso, repito a esos inversores que se creen de un país mejor: "Sólo ganaréis si vais a servir al mundo; no a conquistarlo".
Buen consejo.
También de joven tuve la tentación de pensar mal de la inmigración, pero ¿sabe cómo me curé? ¡Viajando! En Colombia, donde contribuí a reformar su educación, me trataron siempre como a un colombiano más.
País generoso.
Y allá adonde fui a servir - no a mandar ni a explotar a nadie-fui tratado como uno de ellos. Es algo que en Europa, donde nos gusta a todos pensar que somos de naciones mejores que las demás, debemos aprender. Y fíjese ahora cómo los chinos crean empresas en Áfricay la América del Pacífico...
¿Cómo volvió a la España de Franco?
Formé pequeña y modesta parte de esa gran causalidad que fue la pretransición...
Hoy menos estudiada que la transición.
... Pero que permitió abrir una serie de resquicios por los que se coló en el régimen franquista algo de oxígeno exterior. Yo me había ido de España con ganas de respirar libertad, y desde los organismos mundiales en los que serví: el Banco Mundial, la OEA, Unesco o la Alianza para el Progreso de Kennedy - a quien conocí-;nos dábamos cuenta de que España requería un plan para ponerla en el mapa de las democracias. Y mi jefe, el director general de la Unesco, René Maheu, me pidió que volviera a ayudar a democratizar mi país.
Hubo maniobras sin cuento...
Y algunos protagonistas hábiles y discretos. Recuerdo haber acompañado al entonces príncipe Juan Carlos como edecán civil en su visita a Nixon. Y recuerdo haber acompañado también a algún ministro de Educación extranjero a ver a Franco. Y citaría reuniones en París, Washington y otras capitales que anticipaban el futuro.
Cocina compleja la de la pretransición.
Y una lección: la de la enorme importancia de la sociedad civil y de su educación. Relea nuestro libro blanco de la educación, donde se criticaba por primera vez la educación franquista. La transición no era posible sin reformar antes la educación.
Algo he leído al respecto.
La democracia no son sólo los partidos, sino todas las asociaciones, fundaciones, grupos, ciudadanos que le dan contenido participativo y anticipatorio. La democracia funciona no sólo al votar a un partido, sino cuando nos reunimos por la comunidad: desde los padres de alumnos hasta los de su escalera.
Ese es el gran pegamento social.
Son esos ciudadanos unidos los que modulan y dotan de contenido a la tarea de los partidos, que al cabo, son sólo eso: partidos.
Prometo asociarme más.
Hágalo. Mézclese con sus conciudadanos en mil actividades. Sólo así podrá abrirse, cambiar, integrar, escuchar. Y trascender a su propio momento histórico. Piense que las identidades estáticas, las que no cambian, las que no se mezclan... ¡perecen!
Y toda pureza es una mezcla olvidada.
¿Sabe cuál es la lección de fondo de todo proceso educativo?
¿. ..?
Valorar la diferencia en el otro. Ser capaz de descubrir que todos - incluso aquellos que nos parecen malos, incluso los peores-son capaces de aportarnos algo. Y descubrir que ese proceso requiere esfuerzo, rigor, aplicación y respeto, generosidad.
Es más fácil juzgar en blanco y negro.
... Y, sin embargo, todo ejercicio de lógica está en el sutil discernimiento de los grises. Es muy fácil condenar personas y épocas desde la comodidad del presente, pero piense que en todo momento cada uno tiene sus razones para actuar, y no todas son enteramente malas o buenas.
De ahí la dificultad del juicio histórico.
El reto es encontrar lo mejor de cada personaje: saber ver en él la persona. Mire, yo he aspirado siempre a ser buen católico...
...
Pero debo reconocer que la fe es un don y que la mía me la salvó en una ocasión... un pastor protestante.
DOS MAESTROS, DOS GUERRAS, DOS MUERTES
Estas son dos escenas de "Esta tierra es mia" y "La lengua de las mariposas".
Los dos maestros serán fusilados por defender la libertad y la cultura frente al fascismo, pero en la escena protagonizada por Laughton, se respira dignidad, aún le queda tiempo para dejar su testamento en la mente de sus alumnos y morir en paz consigo mismo. En la de Fernan-Gomez, el desasosiego y la vergënza nos invade al verle sacado a culatazos como un perro rabioso .
En la primera, son los nazis, invasores y ocupantes los asesinos, en la segunda son los propios compatriotas, y sus conciudadanos los que abuchean y piden la muerte del maestro. Claro ejemplo de dos tipos de guerra, la resistencia contra un invasor terrorista y nazi, y la guerra civi, la guerra fratricida en la que cada pueblo suelta lo pero de su estirpe, donde los hermanos se matan y se traicionan como nunca lo haria la peor de las bestias.
¡Hojalá jamás escenas como estas vuelvan a repetirse!, no solo en españa, si no en ningún lugar de la tierra.
LOS PADRES MOLESTAN
JOAN BARRIL
La llamada reforma de la ley de salud sexual, también conocida como ley del aborto, ha sacado a la luz algunos aspectos de la controvertida mayoría de edad. Se enfrentan dos concepciones cada vez más alejadas. Una de ellas es la que considera que las responsabilidades de los jóvenes son cada vez mayores y a edad más temprana. La contraria se plasmaría en una actitud sobreprotectora propia de una adolescencia demasiado larga.
En el fondo de la cuestión está la presencia de los padres, que en el caso del aborto a los 16 años puede desaparecer. Ese es el segundo principio que puede caer con la aprobación de esa ley. Se nos propone que, para un aborto a los 16 años, los padres no hace falta que estén ni siquiera informados. La consellera Marina Geli insiste en la pintoresca propuesta de que las chicas en trance de aborto puedan ir acompañadas por una persona adulta, que, por lo visto, jamás estará tan mal vista como los padres.
En todo este lío, ya no se trata de rebajar la mayoría de edad de los jóvenes a todos los efectos. También aparece un nuevo elemento: la extinción de la responsabilidad parental. Esa reforma propone que se sea padre hasta los 16 años. A partir de aquí, las relaciones paterno-filiales van a verse determinadas por la voluntariedad y esperemos que por la cordialidad. Y es que esa reforma, que con tanta algarabía nos propone el Gobierno, puede conllevar no pocas contradicciones. Hasta ahora, la responsabilidad subsidiaria de los padres era evidente. Su hijo de 16 años, en un alarde de barcelonismo mal entendido, se dedica a cargarse los cristales de los escaparates. El heroico gamberro es detenido por los Mossos. ¿Quién creen ustedes que va a pagar los desperfectos? Ese mismo menor es multado por la posesión o por el consumo de una china de hachís y ya ven a los padres rascándose el bolsillo. Los tutores del instituto llaman a los padres para informarles del bajo rendimiento escolar de su hijo. ¿Se imaginan a esos padres diciendo que ellos ya no tienen nada que ver con su hijo porque él considera que puede hacer lo que le plazca sin informarles?
En esa ausencia forzada de la figura paterna solo ante el derecho del aborto a los 16 años se abren muchos vacíos y no pocas dudas. Si usted, padre o madre, acude a un hospital público ante la sospecha de una apendicitis de su hija, será informado de las consecuencias posibles de aquella intervención y le pedirán la autorización. Se la pedirán a su hija y también a usted. La apendicitis reconoce a los padres una tutela y un derecho a la información que el aborto les niega.
Pero vamos un paso más allá. El hecho de ser padres no implica ser buenas personas. Imaginemos que su hija se acoge a esta ley y se somete al aborto acompañada, eso sí, por la profesora de gimnasia o por la portera del inmueble, pero en ningún caso informando a sus padres. Toda intervención quirúrgica, incluso las menos complicadas, puede desembocar en una complicación. Imaginemos que, a raíz de ese aborto, la complicación surge y los padres descubren el pastel. ¿Quién va a limitar entonces la legítima demanda de responsabilidades a una supuesta mala praxis médica? Y, ante el temor de que esto suceda, ¿han pensado los impulsores de esa reforma que pueden encontrarse con una total objeción de los médicos a practicar abortos en estas condiciones? Ya no sería una objeción de conciencia, sino una simple medida de autodefensa. Que lo piensen: una ley así está reñida con la frivolidad.
lunes, 25 de mayo de 2009
LA PALABRA DESTILADA
JOAN BARRIL
La poesía se ha instalado en la ciudad. Parece el guión de una película. En El lado oscuro del corazón, una película de Subiela basada en textos de Juan Gelman, Oliverio Girondo y Mario Benedetti, su personaje principal es un poeta que sobrevive vendiendo sus poemas a quien se los pide. No son poemas para editar, sino para ser oídos. Ese poeta del instante solo aspira a encontrar una mujer que pueda volar. Se acerca a las ventanillas de los bancos y, en vez de pedir dinero, ofrece a las cajeras los versos que entre tanta cifra no pueden encontrar. Se sienta en las barras de un bar dispuesto a zambullirse en las últimas copas de la madrugada y empieza a musitar un poema a la mujer solitaria que se sienta junto a él. Él empieza el poema, ella lo acaba y le adivina el autor. «Me llevás a alguna parte», dice la mujer. ¡Qué maravilloso amor surge del poema que uno empieza y el otro acaba! ¿Para qué llevarla a ninguna parte, si el poema compartido ha creado un ámbito irrepetible? Pienso en cómo sería una ciudad en la que sus ciudadanos se comunicaran entre sí con poemas. Las multas de los guardias serían poesía moral. Una mañana en el mercado se convertiría en unos juegos florales dedicados a la concupiscencia de la materia. Y, en los parlamentos, los diputados se mirarían los unos a los otros sin griterío, porque hasta la palabra más afilada tendría una intención de belleza.
El festival Barcelona Poesía nos recuerda que en estos días de épica futbolística todavía queda algo de lirismo. Plazas, librerías, teatros y playas se han llenado de gente que cuenta sus cosas y de gente que las escucha por el simple placer de destilar las palabras para conseguir ese líquido que se asemeja a la verdad.
Y entonces llegan los de la editorial Tusquets y, en los fastos de sus 40 años de vida, nos recuerdan una de las mejores colecciones de poesía española que existen. Sus marginales han dejado los márgenes y avanzan con paso firme por las avenidas. Y allí estaba, entre otros, Carlos Marzal, que acaba de publicar Ánima mía. La lectura de los poemas de Marzal siempre produce la humana sensación de la envidia y la alegría del consuelo de tener a mano alguien que equilibra la balanza entre sentimientos y pensamientos. Ánima mía, el último poemario de Marzal, refuerza el impacto causado por Metales pesados. Aplanado me tienes, Carlos, bajo el peso molecular de tu escritura. Orgulloso me siento de una ciudad que todavía es capaz de mostrar el oro entre tanto barro literario.
Inocencia y vergüenza
De la infancia nos queda el sentimiento de culpa. Si subimos al metro sin billete y nos pescan, no hay injusticia que esgrimir. Eran las reglas y las hemos violado. Algo vergonzoso asoma en el rubor de las mejillas. Si entramos en una librería y nos llevamos un libro sin pagar, no hay argumentos que puedan justificar el robo aduciendo que la cultura debería ser un bien colectivo y gratuito. Lo sorprendente es que, ante los escándalos, algunos partidos se mantienen en sus trece con una desfachatez insólita. Ahora nos dice Camps que todo lo que le están haciendo es para hundir a la Comunidad Valenciana que preside. Esa confusión entre cargo y país en Catalunya la conocemos bien. La vergüenza, ausente.
LA CONTRA (La Vanguardia)
Santiago Niño Becerra, economista
"Viviremos de acuerdo con las necesidades, no con los deseos"
IMA SANCHÍS - 25/05/2009
Tengo 58 años. Nací en Barcelona y vivo en Vilassar de Mar. Casado, tenemos un hijo. Doctor en Ciencias Económicas y catedrático de Estructura Económica del IQS, Universitat Ramon Llull. Políticamente, agnóstico. Creo en el interior de la gente, lo que destila la persona
¿Lo peor está por llegar?
A mediados del 2010 es cuando verdaderamente empezará la crisis, cuando veamos que las medidas que se están tomando no funcionan.
¿Es inevitable?
Así es. El nivel de deuda es brutal, las entidades financieras tienen unos agujeros tremendos aunque no se quiera admitir, los recursos van a la baja y la capacidad de absorción de nuevos televisores, electrodomésticos, etcétera, se ha agotado.
¿Estamos ante una crisis del sistema?
Sí, porque dará lugar a un cambio que afecta al modo de organización y producción.
Entonces, ¿muere el capitalismo?
No por el momento, pero el reajuste será grave, como en la crisis del 29. Tras la gran depresión, se puso en marcha un nuevo modo de funcionamiento que hizo que las cosas fueran a más; pero se cometió un grave error al suponer que la cantidad de recursos (petróleo, minerales...) era inagotable.
Y comenzó el gran desperdicio...
Sí, y ahora hemos llegado a una situación en que ese modo de funcionamiento se ha agotado, ya no podemos ir a más. La recuperación de la crisis estará basada en la productividad y en la eficiencia, lo que significa que sobra y sobrará sin remedio mano de obra.
Ese decrecimiento ¿será para todos o sólo a partir de la clase media para abajo?
Para todos. El realmente rico será el que cree valor, el que tenga una altísima productividad. Si ahora la sociedad está escindida entre ricos y pobres, a partir del 2010 lo estará entre los que generan valor y los que no.
Los que generan valor son comprables.
Creo que las altísimas remuneraciones de ciertos directivos van a desaparecer. Un dólar colocado en subprime en el 2003 se convertía en 80 en el 2007, y eso no es valor.
¿Las grandes corporaciones internacionales serán los reyes del mambo?
Sí, van a más.
Esto es muy peligroso.
En tanto en cuanto la política va a menos, sí.
Las compañías que controlan productos básicos como gas, agua, electricidad, teléfono ¿seguirán abusando?
Si nos estrujan, consumiremos menos. La renta media va a bajar. El problema es el despilfarro: en Badalona hay un punto en el que se pierde el 50% del agua, y hay zonas de Nueva York en las que se pierde el 40%. Vamos a tener que ser eficientes.
Puro desperdicio.
Con la energía eléctrica pasa lo mismo: se habla de contaminación lumínica de las ciudades y a la vez de falta de energía eléctrica.
Hágame una foto del 2011.
En España, un país muy dependiente, la crisis será durísima por la estructura del PIB basado en el ladrillo, el turismo, el automóvil y en infraestructuras baratas ya insostenibles. Ohay un cambio del modelo productivo capaz de absorber a toda esa población o vamos a una tasa de paro del 30%.
¿Cómo cambiar el modelo productivo?
Sin una cantidad impresionante de capital y un cambio de mentalidad brutal - que no se consigue ni en dos generaciones-,es imposible. Con el 2010 vamos a entrar en un parón de la actividad económica. No creo que quiebre ningún banco, porque el Estado los sostendrá, pero la gente no podrá sacar su dinero libremente porque si se vacían los bancos el Estado no podrá sostenerlos.
¿Y los servicios básicos?
Posiblemente, sostenidos por el Estado.
¿Regulación de consumo?
Sí, de materiales estratégicos, tanto a través del aumento de sus precios como de la restricción o denegación de su consumo. Cada persona podrá consumir un número determinado de litros de combustible al mes.
¿Se acabarán determinados productos en los supermercados?
No, porque un sector que irá a más será la logística. Los camioneros tendrán que estudiar sus rutas y se les facilitará combustible para cubrirlas, pero para salir el fin de semana no habrá. Es decir, la cultura del todo es posible a base de crédito se acabó, y eso tiene un impacto en el modo de vida.
No vivir endeudado es un gran cambio.
Entre 1997 y el 2007 los salarios reales en España crecieron sólo el 0,9%, y nadie protestó porque a la gente se le dio crédito. Esto se acaba.
Mucha televisión.
Sí, que la gente esté entretenida. En 1933 se levantó la ley seca, no me extrañaría que en el 2013 se legalizara la marihuana. Viviremos de acuerdo con las necesidades y no con los deseos. Impensable la renovación de vestuario cada temporada y ya está bajando el porcentaje de divorcios, todas esas cosas que antes generaban PIB.
¿Guerras por los recursos?
Se irá a un reparto mundial de los recursos.
¿Cuáles serán los sectores de futuro?
Biotecnología, logística, lo que yo llamo el sector R (recuperación, reciclaje, reparación) y la producción de ocio masivo. Tendrán trabajo los que realmente sean útiles, los que se hayan especializado, y habrá una megaélite con mentalidad gestora.
¿Y qué pasará con el tercer mundo?
La gente que consume y no genera lo tiene francamente mal.
¿Qué nos espera tras el capitalismo?
Estamos hablando del 2070. Hasta ahora, lo esencial ha sido el individuo. Vamos hacia un sistema grupal, consciente de que el todo es mayor que la suma de las partes, colaboraciones, asociaciones.
viernes, 22 de mayo de 2009
EL PRESIDENTE DESNUDO
En el gran carnaval de la política lo importante no es la verdad, sino los disfraces. Lo importante no es la sospecha, sino los defectos de forma. Los más viejos del lugar recordarán el famoso caso Naseiro, un episodio de corrupción que afectó a importantes cargos del PP, cómo no, de la Comunidad Valenciana. El caso Naseiro dejó de ser un caso porque las cintas telefónicas grabadas de las que se infería su culpabilidad tenían problemas de credibilidad judicial. Ya saben el latinajo que dice in dubbio, pro reo: ante la duda hay que actuar a favor del presunto culpable. No suele ser así.
Pero una cosa es salvar a alguien de la cárcel por un bienintencionado garantismo, y otra, el mantenimiento de los sospechosos al frente de organismos de gobierno. En el ya famoso caso de los vestidos de Francisco Camps es evidente que se trata de un hecho penalmente menor, pero políticamente relevante. Sin embargo, la reacción política ha sido de grandes alharacas y de adhesiones incondicionales. Cuando conviene, los jueces son el brazo del pueblo. Cuando no conviene, los magistrados son unos sicarios del Gobierno.
Y es entonces cuando se explica que las pequeñas trapacerías textiles de un gobernante se cubran con los gritos de “presidente, presidente”. Los que se llenan la boca con el Estado de derecho tienen un concepto gaseoso del derecho y una idea patrimonial del Estado. Al Estado y al derecho se les ha de defender con una apelación a la confianza del ciudadano. Mal contribuye esa juerga popular que envuelve al imputado Camps a la credibilidad de la política. La dimisión es algo que ya no se lleva. Hoy, tras tanta comedia con los trajes, un niño puede decir --como en el cuento infantil-- que el presidente valenciano va desnudo.
La fórmula es responder al ataque judicial con el griterío de las gentes. La justicia ya no es el resultado de unas leyes y de una investigación. La justicia se está convirtiendo de nuevo en algo asambleario, como los antiguos griegos que mandaban a sus ciudadanos innobles al ostracismo a base de depositar sus piezas en forma de concha de ostra en el cesto de la inocencia o de la culpabilidad. Alguien se ha dado cuenta de que la opinión pública se mide por decibelios que pueden alterar el silencio de las sentencias.
Ahí está, por ejemplo, uno de los máximos encausados, Álvaro Pérez, también conocido como el Bigotes. Pues ahí, al palacio de justicia, llegó el Bigotes con los bigotes puestos. No solo eso, sino que alguno de sus simpatizantes --¿cómo se puede simpatizar con la sospecha de delito?-- no dudó en enarbolar pancartas en las que campaba un enorme mostacho negro como el del imputado de Orange Market.
En este curioso vodevil del Partido Popular ha regresado la época de todas las batallas antiguas. Los bigotes de Álvaro Pérez ya no son un adorno piloso, sino una prueba de resistencia. Más aún: es un logotipo de la resistencia del chanchullo frente a la justicia. Si el tal Pérez fuera un noble, imprimiría sus bigotes sobre un campo de gules y con esa plasmación heráldica marcharía como un caballero andante para decapitar a sastres infieles y arrancar puñetas torcidas. Gracias, el Bigotes, por darnos motivos de risa en el hastío político.
TECNOLOGIA ¿ALAS O CADENAS?
Poco a poco conseguí ganar tiempo libre, primero fueron los sábados por la tarde, después el día completo, me costó sudor y lágrimas conseguirlo, pero el primer fin de semana en casa, fue uno de los días más felices de mi vida.
Durante años estuve atado a la línea telefónica, era como la cadena que me amarraba a la bola de reo. La aparición de la telefonía móvil primero, y la derivación de llamadas después, me permitió trabajar fuera de la oficina, salir a desayunar, y en la actualidad trabajar desde casa por las tardes.
Gracias a un equipo informático de última generación, puedo desplazarme a cualquier lugar de una manera transparente para el cliente, recibir correo y faxes de manera instantánea, incluso desde el metro atiendo servicios. Los sistemas de navegación me permiten controlar la flota desde cualquier lugar y planificar rutas con plena seguridad.
La tecnología ha aumentado mi calidad de vida drásticamente, y en estas épocas de vacas flacas en las que paso horas y horas sin apenas trabajo, me ha permitido volver a escribir y conocer amigos que han llegado a ser como hermanos ¿o debería decir hermanas? a pesar de no habernos visto nunca, ser leído diariamente por miles de personas y tener un aliciente para levantarme cada mañana.
Ahora mismo estoy escribiendo mientras desayuno desde el miniPC, cuando acabe de redactar el post, lo enviaré por intranet al ordenador central. Luego en la oficina montaré la fotografía y la colgaré en el blog.
La tecnología es inocua en si misma, puede servir para liberarte o para encadenarte, ponerte alas o clavarte grilletes, todo depende de tu voluntad y tu necesidad. Solo tienes que apretar un botón y volverás al siglo XIX, tú decides.
jueves, 21 de mayo de 2009
CUANDO UN NIÑO MUERE...
Cuando un niño sufre
Se estremece el cielo
Se apaga una estrella
Se eclipsa un lucero.
Cuando un niño sufre
La vida se esconde
La luz se oscurece
Y el cielo se rompe.
Cuando un niño muere
Morimos un poco
Los hombres, la tierra
La risa , la historia.
Cuando un niño muere
La fe se derrumba
Y brota la rabia
Perendida del alma,
Ahogando el futuro
sembrando la guerra
Dejando a los dioses,
a todos los dioses
Cubiertos de mierda.
Juanmaromo
¿CERDO MACHISTA O VIEJO VERDE?
Esta mañana, se ha repetido la escena, pero la protagonista ha sido una señorita que al realizar la “maniobra”, ha acariciado mi espalda con los agudos vértices de sus senos. Por pura equidad, debería haberle increpado con la misma dureza que al varón, pero no, solo me ha faltado tenderle la alfombra para que bajara por la escalera.
Mientras realizaba el viaje hacia el trabajo. iba recapacitando sobre mi actitud, y he llegado a una triste conclusión, o soy un viejo verde, o soy un cerdo machista. Aunque me temo que alguno de ustedes opinara que lo uno no quita lo otro.
miércoles, 20 de mayo de 2009
¿APOCALIPSIS O RENACIMIENTO?
Hoy me había propuesto escribir un artículo sobre la situación económica, pero no volveré a hablar de crisis, porque a estas alturas, ya no se puede hablar de crisis. Se ha completado un macro ciclo que empezó tras la segunda guerra mundial, (aunque en España, a causa de la dictadura se retrasó veinte años, ) y ahora estamos alumbrando una nueva época en la cual de deberemos afrontar que el mito del crecimiento continuo se ha esfumado. El pastel no solamente no crece sino que empieza a disminuir, los recursos se agotan, el planeta está a punto de entrar en coma y debemos mentalizarnos en que nada volverá a ser como antes.
Si no queremos que esto acabe en una revuelta generalizada, debemos aprender a repartir la tarta con justicia, reinventar el concepto de trabajo, distribuir las rentas y adaptarnos a consumir menos y mejor. Ya sé que los desarrollistas a ultranza nos incitan a seguir consumiendo para salvar la industria y la producción, pero eso es una huida hacia adelante que solo nos conduce al abismo.
Hace falta una nueva planificación económica y social, se acabaron las segundas y terceras residencias, la vivienda en propiedad, los coches de lujo y los viajes millonarios financiados con créditos a largo plazo. Si nuestros gobernantes, nuestros economistas, y nosotros mismos fuéramos capaces de aceptar el reto, podíamos derivar hacia una sociedad en la que trabajaríamos seis horas diarias, viviríamos en viviendas de alquiler prescindiendo del consumismo innecesario y de las necesidades ficticias.
Podríamos dedicar más tiempo a nuestros hijos y a nosotros mismos, la bajada del consumo reduciría la contaminación, y la mano de obra excedente de la industria podría reciclarse en servicios sociales y agricultura ecológica, no olvidemos que en España hay millones de hectáreas de tierra feraz en barbecho porque actualmente no es rentable cultivarla. Enfermedades como el cancer, la leucemia y la depresión disminuirian drásticamente, y la investigación se dirigiria hacia el bienestar y el cuidado del planeta en lugar de a la obtención de beneficios rápidos y cuantiosos.
Deberíamos fomentar la formación integral de la persona, eliminar la tensión y el stress producido por la competitividad suicida y cultivarnos como seres humanos en unión con el cosmos y con la madre tierra.
No soy un ingenuo y sé que este planteamiento roza la utopía, pero en una época en que todo el mundo habla de cataclismo, caos y revueltas, solo la utopía nos abre las puertas de la esperanza. Hojala sepamos aprovechar esta oportunidad, porque me tremo que puede ser la última.
martes, 19 de mayo de 2009
¡QUIEN ME LO IBA A DECIR!
Juanmaromo
lunes, 18 de mayo de 2009
FIBROMIALGIA, VÍCTIMAS Y VERDUGOS
Me llamo Joaquin Rodes, tengo 52 años soy arquitecto vivo en Valencia y estoy separado de una enferma de FIBROMIALGIA.
Me he decidido ha escribir esta carta tras leer cientos de artículos sobre los efectos devastadores de la fibromialgia. Se han publicado opiniones de enfermas, médicos, científicos, pero hasta ahora no se ha publicado nada sobre el efecto aniquilador de esta enfermedad en los cónyuges de las mujeres afectadas.
Nos casamos hace veinte años y tuvimos un hijo, nuestro matrimonio fue pleno y enriquecedor, había (y hay) mucho amor entre ambos. Hace cinco años, Nancy empezó a sentirse agotada, apenas podía levantarse, le dolía todo el cuerpo. Tras casi un año de pruebas, radiografias escaners, todos negativos, un reumatólogo pronunció la palabra temida, mi esposa padecía S.F.C .
Durante este año terrible, le acompañé a todas las pruebas y vistas, renuncié a dos proyectos muy importantes para poder estar con ella, nuestro hijo está estudiando e Barcelona y no podíamos contar con él.
Tras el diagnóstico, me dediqué a ella en cuerpo y alma, trabajaba desde casa, hacia todas las labores domésticas , la cuidaba, la mimaba… pero de nada sirvió. Su carácter se fue agriando, y la pagaba conmigo. Todo lo que hacía, estaba mal hecho, todo lo que pasaba era por mi culpa. La vida en común se convirtió en un reproche continuo, las amistades e incluso la familia nos abandonaron, nadie podía soportar a una persona cuyo único tema de conversación era su enfermedad, sus dolores y sus penas.
Nuestra vida sexual desapareció por completo, no podía tocarla, todo le dolía, y lo que es peor, despareció nuestra vida emotiva. Me sentía un inútil, un impotente, mi trabajo se resintió hasta tal punto, que perdí a mis mejores clientes. Un dia terrible me dijo que toda la culpa de sus males era mia, que la había abandonado, que era un egoísta y que mejor estaría sola.
Se me hundió el mundo y la vida, ya no podía más, me pasaba las noches en vela pendiente de ella, pero solo encontraba su rechazo, me sumí en un estado de profunda tristeza y desesperación, no comia, no tenia ganas de nada… Un amigo de la familia medico , al verme después de casi un año, se quedó horrorizado, había perdido quince quilos y había envejecido diez años. Me presentó a un psiquiatra de confianza, que nada más verme, me diagnosticó una depresión profunda. Me aseguró que si continuaba con ella podría llegar al extremo de suicidarme.
Teníamos una segunda residencia y decidí venderla, tras semanas de lucha conseguíos convencer a Nancy de que se trasladara a un centro donde podrían tratarla en profundidad. Llevamos cinco meses, ella internada y yo intentando rehacer nuestra vida. Hace dos meses, pidió la separación por abandono y dejación de mis deberes maritales. No pienso luchar, le daré todo lo que pida, solo espero salir de esta pesadilla que me ha llevado a las profundidades del infierno y de las que no consigo salir.
Lo peor de todo es que la sigo queriendo y que a pesar de los pesares, siempre la querré…
BENEDETTI, LEVANTÓ EL VUELO
Hay días negros, días de hielo y granizada. Amaneceres amargos en los que el sol se niega a aparecer y solo la neblina helada nos acompaña. Mario sé ha ido y nos ha dejado solos. Mario, padre, maestro, POETA... "No perdono a la muerte enamorada, no perdono a la vida desatenta...".
¡Hojala Dios sea mujer y te tenga entre sus brazos no de marmol!
Tu, yo, y todos los que te amamos fuimos mucho más que dos, y puedes estar seguro, que ni siquiera con los torrentes de llanto de mi pena, tus poemas serán jamás papel mojado.
Sé que no vas a descansar en tu otra vida, porque tu jamás duermes, que vas a luchar contra la injusticia esté donde esté, y que tu amor y tus poesía nos llegará desde los confines del universo y nos seguirán seduciendo como Una mujer desnuda y en lo oscuro.
Dijo Saramago que una lágrima jamás podra mojar un Email, pero te aseguro Mario, que mis lagrimas están empapando el teclado. ¡SIC SEMPER!
domingo, 17 de mayo de 2009
RIMAS ADOLESCENTES
No tenemos raices,
navegamos
en el mar infinito
de la historia.
nuestra estela, es la estela
que trazamos,
con sudor, con dolor
y desengaños
en la pìel de los tiempos
sin memoria.
Ni seremos ni fuimos
porque apenas
si podemos decir
¡acaso somos!.
No tenemos marcado
nuestro rumbo
ni dejamos legados
en el mundo
que otros puedan seguir
¡vagamos solo!
viernes, 15 de mayo de 2009
DESNUDA ANTE EL ESPEJO
con las manos trenzadas en el pelo
atusándote el cuello sensualmente
adornando el cabello con tus dedos.
Esos hombros pulidos por mis besos,
esa espalda labrada por mis manos,
la cintura ceñida por mis brazos
y las nalgas pulidas por mis labios.
esos muslos de mármol de carrara
en que ocultas tu nido más preciado,
esas piernas que llevan a la gloria
esos pies que te muerdo y que te lamo.
Y he sentido el deseo fulminarme
y empujarme hacia ti como un torrente
pero, allí me he quedado contemplando
a una diosa ciñendo sus laureles.
JUANMAROMO
EL ESTADO DEL ESTADIO
JOAN BARRIL
Todavía resuenan en los oídos de las Españas el grito del "¡Pooodemoooos!", referido a la posible --y a la postre, real-- victoria de la selección española en la Eurocopa del año pasado. La épica popular va por barrios y probablemente ciertos comentaristas de la capital solo entienden la épica de sus propios colores. De tal manera que, cuando consideran que el gran partido del día no les hace vibrar, entonces se entretienen en la letra pequeña y la escriben con palabras enormes: El himno humillado, Bochorno en Mestalla. Algunos incluso llegan a sugerir la prohibición de que los equipos de ayer puedan continuar jugando en esa competición tan humillada por los silbidos de unos cuantos. Cuando el fuerte no tiene ganas de pensar, lo mejor siempre es la prohibición del débil.
La civilización consiste, entre otras cosas, en saberse comportar. No es lo mismo una taberna que un baile de gala. No se actúa de la misma manera en un entierro que en una boda. ¿Existen unas normas de buena conducta para cada deporte? Durante muchos años, se consideró que el tenis exigía silencio, hasta que los responsables de ese deporte abrieron la manga para que se convirtiera en un nuevo templo del hooliganismo. Si eso sucede con el tenis, ¿qué vamos a decir del fútbol? Alguien permitió que el fútbol dejara de ser un espectáculo deportivo y se convirtiera en un ámbito en el que valía todo. En los distintos campos europeos o americanos se han lanzado desde las gradas insultos, botellas, cabezas de cerdo y bengalas. Las aficiones más radicales se han enfrentado y luego se ha tenido que legislar sobre los cadáveres. Y, sin embargo, lo verdaderamente grave de este comportamiento, por lo visto, es el hecho de silbar al himno nacional. También hace poco Sarkozy anunció que no habría más partidos amistosos con aquellas selecciones cuyos aficionados inmigrantes silbaran La Marsellesa.
A los escandalizados les sugiero dos soluciones rápidas para acabar con ese problema. La primera: que si no quieren que el himno sea silbado, simplemente no lo pongan. ¿Realmente es imprescindible para la buena práctica del fútbol una música sin letra más propia de recepciones de presidentes? La segunda: a esos que se la cogen con un papel de fumar por el silbido al himno que representa al Estado, ¿por qué no se avienen a reconocer a las selecciones deportivas catalanas o vascas?
Cuando el fútbol, azuzado por sus gestores, deja de ser un juego se convierte en una batalla de símbolos que van más allá de los colores del equipo. Existen ciudadanos que no consideran que España sea su país. Y acaso esos ciudadanos, a los que la Constitución permite votar iniciativas claramente independentistas, ¿van a ver negado su derecho a silbar en un estadio un símbolo del Estado del que quieren separarse? De tanto patriotizar al fútbol, los estadios se han convertido en una plaza pública de la adhesión o el descontento. Anteayer tocó protesta. Representa exactamente eso: la oportunidad de expresar un malestar y una quimera. Los que hoy hablan del "himno humillado" no saben lo que es el goteo de humillaciones que desde hace años vienen destilando.
No soy de himnos. La Marcha Real no me pone. Y siempre hay alguien más autorizado a cantar Els Segadors que yo. Prefiero el silencio voluntario de las multitudes. En vez de los silbidos, ¿qué habría sucedido si, al final del himno de anteayer, 60.000 personas hubieran permanecido en silencio? Solo en el silencio puede aflorar la reflexión del necio.