Nunca he sido miedoso, desde niño me atraía el riesgo, el desafío por lo desconocido.Me bañaba en los pantanos,explorabalas cuevas, atrapaba serpientes,y cuando más disfrutaba en la playa era si ondeaba la bandera roja. Despuésfue el submarinismo, el barranquismoy otros deportes de riesgo los que atraían mi atención.Las carreras clandestinas con vehículos trucados después de tormentasalcohólicasera otro de los alicientes del fin de semana, me creía infalible, invencible, inmortal.
Han volado los años, las responsabilidades familiares y la experienciame han hecho recapacitar sobre mi condición de pobre mortal, y el respeto a la vida de los demás.
Han pasado ya mucho desde la última vezque superé los 200km/h fuera de circuito ,aunque de vez en cuando, me asomo al filo de un acantilado y me quedo absortocontemplando el embate de las olas contra las rocas,o me sumerjo en una corriente de aguas bravas,sintiendo las garras de la espuma arañarme la piel.
Pero de un tiempo a esta parte, un miedo desconocido empieza a asomar las fauces por el horizonte de mi vida. Es el miedo a la enfermedad, al dolor, a la muerte. No a mi dolor,ni a mi enfermedad,puedo asumir misufrimiento y aceptar mi enfermedad porque formanparte de mi ser,siempre consideré a la muerte como la fiel amiga que vendráa rescatarme cuando me abandone la vida. Esel sentimiento de impotencia y frustración que me asalta ante el dolorde ajeno,la enfermedad de los seres queridos,la ausencia sine die de los que nos dejan.Entonces me siento indefenso como un niño asustadoy me acurruco en los rincones delrecuerdo para no sentir el gélido y pestilente aliento delmiedoque corre a abrazarme entre sus garras.
PARA AQUELLAS NIÑAS , QUE DEJARON MORDER SU PIEL DE MANZANA, QUE VENDIERON SU CORAZÓN Y SUS SUEÑOS POR TREINTA FALSAS MONEDAS. PARA AQUELLAS ESTRELLAS QUE ACABARON ESTRELLADAS CONTRA EL HELADO SUELO DE LA VIDA, PARA ELLAS TODA MI TERNURA, MI CARIÑO Y ESTA CANCIÓN QUE EXPRESA COMO NADIE LO QUE QUISIERA Y NO SÉ DECIRLES.
A esa muchacha que dio a morder su piel de manzana cuando Cupido plantaba un nido en cualquier ventana.
A esa muchacha que tuvo al barrio guardando cola y revoloteando como polillas en las farolas.
A esa muchacha que fue "Piel de Manzana" se le quebró el corazón de porcelana, se le bebieron de un trago la sonrisa. La primavera con ella tuvo prisa.
Y quién me hace entender que la entretuve ayer temblándome en las manos. Maldigo el no poder volvernos a esconder en el último rellano y a oscuras, compartir un ramillete de promesas y oír, sobre las diez: "Niña, la hora que es y sin poner la mesa".
Muchachas tristes que florecisteis en mis aceras, bien poco ha escrito en vuestros cuadernos la primavera...
En estos últimos meses se han multiplicado los casos de depresión de una manera alarmante. A parte de los problemas comunes que hasta ahora nos empujaban hasta las garras de esta fiera sin alma ahora, se ha sumado una que amenaza con saturar los consultorios psiquiátricos como si fueran urgencias en una ola de gripe.
Tras casi un año de negar lo innegable,de hablar de “desaceleración del crecimiento”, de “freno en la creación de empleo”, al final han tenido que pronunciar la palabra “Crisis”, la palabra tabú.
Ya se ha hablado demasiado de las causas y los causantes. Hoy quisierahablar sobre “los daños colaterales”, para seguir utilizando un lenguaje“políticamente correcto”.Hay dos colectivosque ante una posible deflación pueden salir indemnes o incluso favorecidos, los funcionarios y los pensionistas. A no ser que nos enfrentáramos auna hecatombe, estos colectivosseguirán percibiendosus ingresos, si bien puede ser que se les congelen, la bajada de preciosgeneralizada que supondría, podría incluso aumentar su poder adquisitivo.
Los grandes perjudicados en una crisis de esta magnitud son los asalariados que ven peligrar su puesto de trabajo, los pequeños empresarios los autónomos que pueden perder supatrimonio,y los pequeñosinversores en bolsa, que han visto esfumarse en pocas semanas loa ahorros de años de esfuerzo. Si a esta circunstancia, le sumamos una hipoteca o una deuda por adquisición de maquinariao medios de producción, el coctel explosivo está servido.
La espada de Damocles , ya parece un péndulo sobre vuestras cabezas, y vemos deshilarse la cuerda que la sostiene.El miedo, la inseguridad, la angustia, y por último, la depresión nos toman al asalto. ¿Cómo podremos salvar nuestra empresa?, ¿Cómo podremos mantener nuestra familia si perdemos el empleo?. La preocupación es un medio con el que afrontamos un problema e intentamos encontrar soluciones, pero cuando ese problema nos desborda y queda fuera de nuestro control, se genera esa sensación de impotencia y miedo que nos empujaal vacio.
Es la gran tragedia humana que genera lo peor de una crisis, las bolsas se recuperarántarde o temprano, las empresas desaparecidas, serán sustituidas por otras nuevas, y los pisos vacios acabarán vendiéndose. Perotodos aquellos quequedaron tirados por el camino, serán enterrados en la fosa común del olvido, mientraslos que de verdad gobiernan el mundo, comienzan de nuevo a inflar la burbuja.
El humor es como un chaleco salvavidas contra las tormentas de la vida, cada uno se lo pone como quiere, hay quien no se lo pone, e incluso, quien lo utiliza como arma arrojadiza. En una época que cuando preguntas a alguien con una sonrisa ¿Qué tal estás?, la respuesta suele ser ¡Pues anda que tú! a veces es mejor estarse calladito. Soy de los que opinan que el humor es un sentido puramente humano, los animales, a no ser lo que recreamos en los dibujos animados lo desconocen, y los dioses o bien carecen de él o bien lo tienen más negro que los cojones de Machin. El humor nos ayuda a quitar hierro a situaciones que pudieran resultar conflictivas, a superar crisis de pareja, o remontar baches personales. A veces contiene unas dosis de cinismo que pueden darle un toque de acidez y frescura, siempre y cuando no se transforme en sarcasmo. El humor inteligente es un ejercicio mental que potencia nuestros reflejos y nuestra asertividad, reírse de uno mismo, es uno e las mejores terapias que se conocen para mantener el equilibrio psíquico y emocional. Nunca me he reído de las desgracias ajenas, me mueven más a la compasión que a la risa. El humor como el amor, debe ser compartido, de lo contrario acaba siendo una masturbación intelectual y nada más agradable que una velada entre amigos salpicada de copas y risas. El humor es el padre de la risa, cura enfermedades, alivia dolores, espanta pesadumbres y nos hace la vida más grata, hay hombres que aseguran que la mujer carece de sentido del humor, ¡craso error!, se nota que han estado una reunión de cuarentaañeras hablando de sus parejas, te aseguro que nos dejan a los hombres a la altura del betún. Eso sí es diferente al nuestro, (al igual que tantas y tantas cosas), si intentas conquistar a una mujer, tu sentido del humor es fundamental, pero ves con tiento , porque puede convertirse en un arma de doble filo.