Cada hoja que cae de las ramas de mi vida, veo mas claro que el mal no existe, el bien y el mal son invenciones del hombre, como la línea recta, que solo existen en nuestra imaginación o en nuestro subconsciente. Antes de la llegada del hombre al universo, había un orden, una armonía inmutable, el tiempo no existía, el ciclo de la vida se repetía inexorablemente, y el ballet del cosmos era de una belleza perfecta, pero en algún momento, esas leyes inexorables sufrieron un lapsus, en algún momento de la evolución algún gen malévolo mutó y dio el primer paso para la generación del bien y el mal, Pandora había empezado a abrir su tinaja.
Nuestra escala de valores está presidida por dos polos opuestos, el bien, y el mal, el bien es todo aquello que consideramos bueno, provechoso, aquello que se amolda a nuestra mentalidad y a nuestra cultura, y como no, a nuestros intereses, el mal por el contrario, sería lo que nos causa daño, sea físico o moral, lo desconocido, lo ajeno, la enfermedad es mala porque nos perjudica, nos causa dolor, la muerte es horrenda, porque amenaza nuestras ansias de eternidad, y nos separa de los seres queridos. Pero la enfermedad y la muerte son ciclos de la vida, son como las mareas, forman parte de nuestra naturaleza.
¿Qué es entonces el mal?, para mi, lo que llamamos mal, es la ruptura de la armonía, la violación de las leyes que rigen el universo, el hombre es el único ser capaz de vulnerar esas leyes, de revelarse contra los designios de cosmos. A pesar de su insignificancia, pretende ser “Hijo de Dios”, y sueña con que esté le dio poder sobre la tierra y sus criaturas, y comenzó a desviar ríos, a talar selvas, a desecar pantanos, a inundar valles. Sembró la tierra con sus despojos ensucio las aguas, ensombreció los cielos y ebrio de orgullo osó desafiar las leyes no escritas, y promulgar una nuevas tablas a su imagen y semejanza. Y el mal se hizo, la crueldad, la envidia, el odio y la avaricia repoblaron el corazón del hombre, el hermano mutó a enemigo los padres fueron un lastre y los amigos, rivales a batir, solo algunos hombres concienciados, siguieron manteniendo la armonía, la limpieza de alma y el equilibrio del cuerpo, respetaron la naturaleza y amaron a sus semejantes, estos hombres a veces fueron perseguidos y diezmados por los creadores del caos, pero nunca se vendieron, ni al oro ni a la espada. El universo fuera de nuestro alcance, continua, eterno y armónico, pero en nuestro pequeño mundo hemos creado un monstruo, ¿Conseguiremos dominarlo, o acabará extendiéndose mas allá de los confines del cosmos, mas allá del tiempo mas allá del bien y el mal….
JUANMAROMO
