Durante el
último siglo, Cataluña ha sido saqueada por el estado central y expoliada sistemáticamente,
durante decenios la inversiones en obras públicas han sido la mitad que en
otras comunidades y ha recibido en concepto de servicios sociales y
transferencias menos del 70% de las partida enviadas a la hacienda central,
pero no es este el tema en el que quiero centrarme.
El
franquismo nunca perdonó a Catalunya su ideología, su compromiso y su lucha en
favor de la República y las libertades. Una vez terminada la contienda, el
gobierno fascista procedió al desmantelamiento económico, la industria cinematográfica
catalana fue trasladada a Madrid, los coches de importación debían matricularse
forzosamente en la capital y las empresas multinacionales que pretendían instaurase
en Catalunya eran presionada a instalarse en el centro. Un caso típico fue el
de Seat, cuando el gobierno negoció con Fiat la creación de las factorías,
insistió hasta el último momento para que se instalaran en Valladolid, solo la
negativa rotunda de Agnelli, obligó a Franco a permitir su construcción en
Barcelona donde se encontraba toda la industria auxiliar y el puerto para poder
exportar directamente la producción, lo mismo sucedió con Renault pero en este
caso se salieron con la suya importando los componentes desde Francia.
Otro caso
sangrante fue el trasplante de Pegaso desde Barcelona a Madrid. Cuando el
estado nacionalizó Hispano Suiza, la única marca de automóviles española capaz
de competir con Mercedes o Rolls Royce, la convirtió en una fábrica de camiones
y vehículos industriales a la que denominó ENASA e inmediatamente trasladó su factoría
a Barajas a pesar de que todas las piezas se fabricaban en Catalunya y debían
ser transportadas a Madrid.
El carácter
emprendedor de los catalanes había creado un tejido industrial denso y complejo
que no existía en el resto del estado, y que atraía la inversiones extranjeras,
el puerto y la cercanía geográfica hacía del principado una zona ideal para
inversiones industriales y tecnológicas, y eso exacerbaba la ira del régimen.
Otro de los intentos patéticos por desmantelar la industria textil fue la
creación de Intelorce, un grupo estatal que se instaló en Andalucia y que a
pesar de las cuantiosas inversiones y privatizaciones, termino en quiebra.
La industria
discográfica estaba instalada en Catalunya desde siempre. Emi, Odeón, Belter,
CBS, Vergara, Ariola etc tenían su sede en Barcelona pero poco a poco fueron absorbidas
por los grandes grupos multinacionales que
se afincaron en Madrid por las presiones del estado, lo mismo pasó con las
industrias nacionalizadas o los monopolios que inexorablemente quedaban fuera
de Cataluña, pero no nos creamos que esto acabó con la democracia, mientras
Navarra y Euskadi consiguieron un acuerdo fiscal mediante el cual gestionaban
sus impuestos y entregaban al estado un montante negociado en concepto de los
servicios recibidos, Cataluña fue sometida a un concierto draconiano que la
está asfixiando económicamente, la red de autovías gratuitas que rodean Madrid y otras muchas ciudades contrasta
con la autopistas de peaje que ahogan Barcelona
y que son de uso obligado por la falta de carreteras opcionales, otro de los
muchos agravios comparativos El último
botón de muestra fue la privatización de Endesa, el 70% de la facturación de la
compañía proviene de Catalunya, pero su sede se implantó en Madrid, al igual
que sucedió con Enagas y estuvo a punto de suceder con Gas natural que se salvo
por la oposición frontal de La Caixa, su mayor accionista. Otro punto negro de
esta historia fue la oposición frontal a que Gas natural absorbiera a Endesa,
para que, en palabras de Esperanza Aguirre, "No saliera de España", y
a los pocos meses se vendió a la multinacional Enron.
Durante
estos años se ha ido creando un clima en contra de Catalunya y los catalanes en
el resto del estado que ha culminado con los intentos de boicot a los productos
fabricados en el principado, el argumento con que Franco justifico el abuso
fiscal hacia Cataluña de que España era un mercado cautivo para la industria
catalana, se hundió tras la entrada en la C.E. pero el expolio no ha hecho más
que ir en aumento.
Mientras que
hay comunidades que llegan a un 22% de empleados públicos y se reciben subsidios
y subvenciones multimillonarias, en Catalunya apenas llegamos a un 9% y el
presupuesto en sanidad y educación per cápita es muy inferior al de las demás
debido al tremendo desfase entre lo que pagamos y lo que recibimos.
Esta
situación está creando un clima independentista que ya alcanza a todos los
estadios de la población, incluso a los no nacidos en Catalunya, cada vez más
ciudadanos son partidarios de un concierto justo con el estado o de la
independencia total.
Hoy no solo
reivindicamos nuestra identidad si no también nuestro futuro y el de nuestros
hijos, solidaridad sí, pero esta situación de explotación a la que nos están
sometiendo es insostenible, los ánimos están tan soliviantados que puede acabar
en una revuelta popular de la que el gobierno central será el único culpable.
El que quiera entender, que entienda.
JUANMAROMO