En muchas ocasiones los silencios pueden ser útiles si se aplican para reflexionar, razonar o digerir una situación. Esta actitud debe ser respetada. No se debe atosigar con un interrogatorio. Se puede preguntar si el motivo del silencio es para pensar sobre algo y ver si ese algo le atañe, porque a veces, los pensamientos pueden jugar malas pasadas y, sin querer, se pueden sacar conclusiones erróneas imaginando lo que le puede suceder a la otra persona.
Vivir en pareja es complicado puesto que cada uno de los miembros aporta el sistema de creencias inculcado desde la infancia, la vivencia en el hogar y la relación paterno-filial.
En la relación de pareja hay dos seres individuales que desean compartir una vida en común para formar un dúo, un nosotros. Donde dos seres van a crecer en ambos sentidos, a nivel personal teniendo un espacio individual como en compartir en su relación interpersonal. Por ello es importante sentirnos respetados y valorados por la persona que comparte su vida con la mía.
Cada miembro de la pareja tiene su manera de pensar e intercambiar criterios enriquece a los dos miembros si se respetan las diferencias de cada uno de ellos. Aprender a transigir y tolerar los defectos del otro. Hace relativamente poco tiempo a las mujeres se les enseñaba desde pequeñas a contar y expresar sus sentimientos a los demás; por el contrario, a los hombres se les fortalecía a esconder sus emociones. Poco a poco eso se va disipando y en las nuevas generaciones expresan lo que piensan y sienten eliminando la hipocresía de las generaciones anteriores.
Negociar es la forma de conseguir resolver o buscar soluciones intermedias que van en beneficio de los intereses de los dos. Teniendo en cuenta que es más productivo hablar de la conducta de la pareja, o sea, hablar de lo que hace, y no de lo que es. Un aspecto importante en la relación es reducir la coerción. Esta situación ocurre cuando los acompañantes consiguen sus necesidades y deseos a través de amenazas y exigencias, en vez de hacerlo por concesión mutua. Cuando los miembros de la pareja se hacen peticiones mutuas es vital que las demandas sean expresadas de manera positiva. Hay que decir lo que cada uno quiere del otro para evitar caer en el poder adivinatorio de la otra persona.