Hoy me quiero morir y es primavera, y la gente se tumba en la hierba y hace sol y el día ha sido claro y esta noche tenemos la luna más inmensa que nunca contemplaron los amantes... Al fracaso no se llega por un error, ni por dos, ni por tres... La vida te da oportunidades y tú las vas tirando por la borda, y cuando te das cuenta se ha pasado tu momento y no te queda nada, y no has guardado nada, y entonces sabes que te has equivocado, y miras hacia atrás y sólo ves fracaso, pero ya es demasiado tarde y no puedes cambiar. Lo único que puedes hacer es continuar, seguir andando.
Mi pequeña, querida mujer, que esta noche contemplas fijamente ese rayo de luna que brilla y se refleja en el espejo que hay en la pared, justo frente a mi cama, no dejes que se mueran los sueños que has soñado, no dejes que esta luna te arrastre hacia la muerte, no dejes que cada atardecer se pierda sin sentido entre tus manos, porque hay tanto dolor, hay tanto que olvidar en esta tierra, y no nos queda tiempo. Vivamos este ahora sin presente. La luna se ha instalado en tu mirada, y tú, mi amor, estás aquí, completa, fascinante, eternamente tú. Y yo, desde este lado del abismo oscuro y sin fondo de mi almohada, te quiero desesperadamente, adoro cada uno de tus gestos, y sé que es un error, y sé que nos va a ir mal, y sé que no puedo evitar sentir todo este vendaval que me arde dentro.
Ya ves, mujer de espalda azul, mujer de ojos de mar y alma de escarcha, no soy ningún ingenuo. Esto no es más que otro fugaz amor de una noche de primavera. La luna pasará, los días pasarán. Tu historia pasará como pasan todas las cosas. La vida nos da oportunidades, pero todo da igual. Ya es más de media noche y ahora es primavera y me quiero morir y no me importa nada.
¿Sabes? Tal vez la vida no sea más que esto: contemplarte desnuda, mientras observas ese rayo de luz que nos separa.
ANGEL PASOS