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jueves, 22 de octubre de 2009

DIOS NO ES DE FIAR (Saramago)

Caín, nada menos, es el protagonista de la nueva novela de José Saramago (Azinhaga, 1922), que acaban de publicar Alfaguara en castellano y Edicions 62 en catalán. El pasado fin de semana, Saramago y su esposa, Pilar del Río, asistieron al festival Escritaria, en la localidad de Penafiel, un núcleo urbano de 12.000 habitantes, cerca de Oporto, que se transformó para homenajear al escritor: grupos de teatro callejero daban vida a sus personajes, postits gigantes recordaban frases suyas, artistas plásticos exhibían instalaciones inspiradas en su obra, los expertos debatían en mesas redondas... y el rostro de Saramago aparecía, entre severo y apacible, en los escaparates de todas las tiendas. En este entorno, el premio Nobel de literatura respondió las preguntas de este diario.

La novela, Caín, no es solamente la historia de este personaje sino que usted le hace viajar por el Antiguo Testamento. ¿Cómo le vino la idea de reescribir episodios bíblicos, cosa que no hacía desde El evangelio según Jesucristo, un libro de 1991?


No soy un escritor de temas religiosos, pero eso no significa que la religión no me interese.

¿Cómo podría no interesarme algo que ha hecho de nosotros las personas que somos?


Aunque no seamos creyentes, la religión está en el aire, la respiramos. No se puede ignorar. En Memorial del convento (1982) ya se hace una crítica no tanto a Dios, como aquí, sino a la santa Iglesia católica, apostólica y romana. La reacción de Aníbal Cavaco Silva, entonces primer ministro, a El Evangelio según Jesucristo, como sabe, me hizo abandonar mi país. Caín me ha interesado desde hace muchísimos años, le iba dando vueltas en la cabeza, pero quizá antes no poseía la madurez necesaria para enfrentarme a este tema. Ahora se me presentó el tema con una fuerza tal que no tuve más remedio que ponerme a escribir. Le da la vuelta a los episodios conocidos por todos... Eso tiene que ver con mi postura de que, mientras no conocemos el otro lado de las cosas, no las conocemos de verdad. Sucede si miramos de frente una moneda, creemos que es un rostro pero existe otra realidad en el envés. Incluso un libro considerado sagrado, como la Biblia, permite –y exige– que intentemos leerlo por el otro lado. Y ese otro lado siempre rectifica ideas que teníamos, así como confirma otras.

Caín mata a Abel, pero aquí entendemos un poco más por qué lo hizo.


Es muy fácil condenar a Caín por fratricidio y yo tampoco lo absuelvo, que quede claro. Lo que hago es poner una parte de la culpa en Dios: Él, que todo lo sabe, podría haber evitado eso. Su responsabilidad es que. cuando los dos hermanos le ofrecen los productos de su trabajo, Caín, al ser agricultor, le ofrece verduras, y Abel, como es ganadero, le regala carne. Dios queda encantado con la grasa del cordero ardiendo en la hoguera... y desprecia las ofrendas de Caín. ¿Qué clase de dios es este que, para enaltecer a uno, desprecia a otro, de una manera tan provocadora? Caín es humillado por Dios, y mata a su hermano porque no puede matar a Dios, que es lo que quisiera.

El libro se lee con una sonrisa permanente.


Cada libro dice al autor cómo quiere ser escrito. Con Caín me salió, de modo inesperado, la primera frase, que es la puerta abierta a la ironía y el humor: "Cuando el señor, también conocido como dios, se dio cuenta de que a adán y eva, perfectos en todo lo que se mostraba a la vista, no les salía ni una palabra de la boca ni emitían un simple sonido, por primario que fuera, no tuvo otro remedio que irritarse consigo mismo, ya que no había nadie más en el jardín del edén a quien responsabilizar de la gravísima falta". Podría pensar que, dado que iba a narrar hechos dramáticos, el humor no estaba bien, pero la experiencia y la vida me han enseñado a no despreciar esos modos espontáneos en que se me presentan las historias. Lo acepté y el ritmo quedó marcado hasta el final por esa frase. de ahí que haya mucho más humor que en cualquiera de mis obras precedentes.

Bueno, la sexualidad está también mucho más presente, con pasajes casi pornográficos

.
Eso me sorprendió también, porque yo soy muy discreto en ese particular. La exhibición fisiológica del cuerpo humano y sus secreciones, narrar lo que hace un cuerpo que se encuentra con otro no es algo que me haya llamado nunca la atención. Pero aquí la figura de Lilith era importante, es la mujer mala, en la Biblia y en los libros no canónicos que he manejado, se la describe de una forma un poco diabólica. Así que decidí útil cargarla de una sensualidad extrema. Y, una vez decidido, tuve que cumplir con mi obligación de escritor. Esas páginas eróticas son curiosas en mí, pero ahí están, y la gente me dice que no han quedado mal.

También hay descripciones de gran violencia.
Sí, pero ahí sí que no he necesitado añadir nada a la violencia que se encontraba en los textos bíblicos de origen. Quizá he ridiculizado algunas situaciones, como cuando Abraham va a matar a su hijo...

Sí, al final no es Dios quien salva a la criatrura...
Bueno, Dios envía en el último instante a un ángel a detener el ímpetu asesino del fiel Abraham, pero el ángel llega tarde porque sufre una avería en el ala derecha. Aparte de esa chapuza, su Dios no es demasiado omnipotente, incluso llega a exclamar: "Ser dios no es tan fácil como creéis". Si nosotros fuéramos infalibles e inmaculados, habríamos creado un Dios así. Pero los hombres hemos creado a Dios a nuestra imagen y semejanza, no al revés. Por eso es tan cruel, mala persona y vengativo. Dios y el demonio no están en el cielo ni en el infierno, están en nuestra cabeza. Primero creamos a Dios y luego nos esclavizamos a él.

Aunque hay quejas de obispos en Portugal, ¿cree que la novela puede levantar tanta polémica como su evangelio... de 1991?


Jamás lo hubiera dicho. Creía que a la iglesia católica no le iba a interesar entrar en este tema, en algo que, además, no es suyo, porque el Antiguo Testamento es el libro de los judíos. No me imaginaba que se pronunciaran con el libro todavía en el horno, que volvieran a desempolvar esos viejos odios e incomprensiones. Mire, los católicos no leen la Biblia, ¿quién va a leerse eso? Se quedan con la palabra del cura el domingo. Y, si leen algo, es el Nuevo Testamento, como mucho. Sólo unos pocos han leído el antiguo. En cualquier caso, ya estoy acostumbrado a no gustar a mucha gente... y me da igual.

Literariamente ¿no le encuentra virtudes a la Biblia?


No. Es un libro que no me seduce. La había leído hace años, aunque no en su totalidad. Y he releído ahora, por supuesto, ciertas escenas para escribir Caín. Pero no, no es mi lectura, La utilicé como instrumento para armar esta historia y ya está.

Es divertida su Torre de Babel en la que se habla euskera y portugués.


Pretendía despertar una sonrisa. Lo del euskera va a hacer felices a mis lectores vascos, porque es una prueba extraordinaria de la antigüedad del idioma. Uno de los hallazgos de esta obra es su uso del tiempo, pues los episodios no se suceden cronológicamente.

Era el problema más complejo que tenía. Dios condena a Caín a la errancia y él va conociendo sucesos de la Biblia. ¿Cómo narrar los episodios, cómo concatenar los personajes? ¿Cómo relacionar unos y otros crímenes?
Era muy difícil hacerlo utilizando el tiempo como nosotros lo utilizamos. Un día, vi clara la solución: en lugar de pasado, presente y futuro, todo iba a ser presente, pero tendríamos diferentes tipos de presentes: el que ha ocurrido, el que ocurre y el que ocurrirá. Eso me permite ir hacia atrás y hacia delante sin saltos. Si el lector acepta esta convención, no hay ningún problema. En cuanto a los registros de lenguaje que alterna, Dios pasa de la solemnidad a ser a veces muy chabacano... Eso ya es una cuestión de instinto. La experiencia ya nos lleva a encontrar soluciones felices para situaciones que en otros tiempo nos costaban muchos días de sufrimiento.

¿De verdad lo ha escrito en cuatro meses?
Sí. Tenía bastante claro lo que quería decir. Conocía la primera frase y también la del final, y ellas dos me condujeron al resto. Pero estoy ya trabajando en otro libro. tengo veinte folios acabados. También sé la frase final.

Hombre, la de aquí es: "...no habrá nada más que contar".
Pero no es mi caso: he acumulado tantas historias para contar que el único problema es si voy a tener el tiempo para hacerlo.

El mensaje de la novela serían las consecuencias destructivas de creer en algo como Dios, ¿no?



No me gusta nunca hablar de mensaje en literatura. El mensaje es el que cada lector pueda extraer, muy diferente en cada caso. Yo soy ateo y me siento incapaz, incluso haciendo un esfuerzo mental, de creer en Dios, de acercarme a esa sensación. Y, en mi caso, nunca he tenido ninguna duda sobre las consecuencias enormemente negativas y nefastas de la existencia de religiones, que inevitablemente se oponen las unas a las otras. Matar, matar, matar... eso es lo que han hecho a lo largo de la historia, no hay nada que añadir a su historial sangriento. Puede que a algunos de nosotros no nos haya ocurrido nada malo relacionado con ellas, pero la historia está ahí, en el pasado y en el presente. Y no queremos aprender de ella. Eso es otra ceguera.

Se ocupa también del episodio de Sodoma y Gomorra...


Me interesaba el debate entre Abraham y Dios. El Señor quiere arrasar esas ciudades y Abraham, para salvar a los hombres de semejante destino trágico, le pide que no lo haga si encuentra cincuenta hombres justos en ellas. Dios acepta y se produce un regateo: y si hubiera 40 inocentes, y si 30, y si 20... al final, Dios le promete que no quemará Sodoma y Gomorra si hay en ellas diez personas inocentes, cierran ese acuerdo. Pero Dios quema las ciudades. Y Abraham se da cuenta de que había muchos más inocentes que diez: todos los niños. Dios es un sádico, es cruel, no es alguien de fiar, Abraham ve claro que no se puede confiar en su palabra. Abraham contempla el horror y se da cuenta de muchas cosas. Repugna creer en un Dios como ese.

De Nobel a Nobel, ¿cómo ve el galardón de la Paz Barack Obama?

No lo critico, claro que no, ¿quién soy yo para criticar un Nobel? Si hay alguna persona en este mundo que merece recibir el premio por realizar un trabajo en favor de la paz es el presidente de Estados Unidos. Quizá hay quien piense que es un galardón prematuro, porque todavía no hay obra consistente, pero sí tenemos sus intenciones, bien definidas, que son las mejores. Veremos si las lleva a término.

Xavi Allén LA VANGUARDIA

viernes, 5 de junio de 2009

LA CONTRA (La Vanguardia)

Esther González, que concibió a su hija pequeña para salvar a su hija mayor
"Le he pasado lamano por la cara a Dios, ¡y le he ganado!"
VÍCTOR-M. AMELA - 05/06/2009

Tengo 31 años. Nací y vivo en Manresa. Soy dependienta de Zara. Estoy separada y tengo dos hijas maravillosas: Erine (5) e Izel (16 meses), que engendré para ayudar a curar a Erine de su leucemia. Repudio a políticos y católicos que hubiesen preferido ver morir a mi hija Erine

¿Cómo está Erine?

Viva. ¡Y perfecta, de momento! Mírela: desde hace dos meses ya puede ir al cole, jugar en el parque, comer caramelos..., ¡todo por primera vez en su vida! Y tiene una hermanita.

¿Qué le pasaba a su hija Erine?

Al año y medio de vida, tras muchas infecciones a las que los médicos quitaban importancia, me planté y exigí una analítica completa. ¡Estaba todo descompensado! La ingresaron corriendo, le hicieron pruebas y...

Malas noticias.

Leucemia mielomonocítica crónica juvenil. Una leucemia rarísima, un caso entre un millón. Aún estoy dolida por cómo me lo contaron los médicos de Sant Joan de Déu...

¿Cómo se lo contaron?

Me soltaron todos los datos técnicos: que padecería fiebres, fatiga, pérdida de peso, patologías de piel, pulmón, aparato digestivo... y que no viviría más de los cuatro años, y que trasplantando médula tendría sólo un 25% de posibilidades de sobrevivir... ¡Mi hija era un porcentaje! Eché en falta un abrazo, un consuelo, una muestra de cariño...

El trabajo de los médicos es muy duro...

Lo entiendo, pero me faltó un poco de humanidad: ¡mi hija querida se me iba a morir!

Pero su hija tiene cinco años y vive.

Porque he luchado contra todos, con dos cojones. Yo le he pasado la mano por la cara a Dios, ¡yo le he ganado esta mano a Dios!

¿Por qué dice eso?

Porque los médicos y políticos católicos de este país querían ver morir a mi hija Erine. Sí: ellos preferían que muriese esta niña maravillosa a que muriese un grupito de células sin cara ni ojos en una probeta.

¿Siente rabia?

Sí, y por eso estoy aquí contando esto, para que nadie engañe a unos padres diciéndoles que no hay solución, ¡porque sí la hay!

¿Qué le dijeron a usted?

Que pidiera a la Fundación Carreras un donante de médula compatible. Eso hice..., y así perdí ocho valiosos meses.

¿Perdió, me dice?

No apareció nadie compatible, y desaproveché meses en que podría haber hecho lo que luego hice, con mi hija al límite de su vida.

¿Qué hizo?

Una amiga me dijo que había oído que era técnicamente posible que yo engendrase un bebé 100% compatible genéticamente con Erine, lo que garantizaba un trasplante sanador con sangre de su cordón umbilical.

¿Los médicos no se lo explicaron?

No, quizá eran católicos. ¡Pero puedes ser católico y persona! Podrían haberme llamado bajo mano... No lo hicieron. Cuando le pregunté al médico, su respuesta fue: "Eso es muy complejo". ¡Y qué! ¡Tengo derecho!

¿Y a quién acudió?

A la Comisión de Reproducción Humana Asistida: les envié todos los papeles... Ya es duro pedir permiso a unos señores para salvar a tu hija..., pero peor fue que Erine ¡no fue aprobada! Quizá los papeles no habían llegado en forma... Estallé. Me volví loca... Pedí la baja en el trabajo, donde se han portado muy bien conmigo, yme volqué en salvar a Erine fuera de España. En Bruselas fui aceptada, ¡pero no tenía dinero! Me tragué la vergüenza y salí en la tele... Gracias a donaciones pude pagar el tratamiento.

¿En qué consiste ese tratamiento?

Me hormonaron para ovular, me extrajeron 39 óvulos, los fecundaron con el esperma de mi pareja, nueve de ellos resultaron ser 100% compatibles con Erine y me implantaron dos. Uno se me murió..., y tras nueve meses de embarazo ¡nació Izel!

¿Y los demás óvulos fecundados, qué?

Los no desarrollados los doné a la ciencia, y otros cuatro fecundados han quedado allí congelados, y podría implantármelos.

¿Cómo fue el embarazo de Izel?

Con barriga y todo, ingresaba a Erine continuamente en el hospital por infecciones.

Hasta el trasplante. ¿Cómo se hizo?

Aislada en una cámara en Vall d´Hebron, a Erine le abrasaron las defensas con quimio y le trasfundieron la sangre del cordón umbilical de su hermana: eso activó la producción correcta de hemoglobina, plaquetas y leucocitos. Estaba a punto de morir: ¡era 18 de marzo de 2008 y volvía a nacer!

¿Qué le explicará a Izel de mayor?

Que es mi pequeña, que la adoro, y que ella salvó la vida a su hermana. Se sentirá bien, seguro. Y que no lea en internet sobre mí.

¿Qué podría leer en internet?

Algunos curas me llaman "egoísta" por "usar a Izel sin pedirle permiso". Pero yo le diré a ella: "Si un día tienes una hija así de enferma, ¿qué harás?". Y sé que entenderá.

¿Cómo se siente usted ahora?

Después de tres años de dolor y tristeza, casi sin dormir y sin apetito, empiezo a sonreír. Me he hecho muy fuerte, y ahora hablaré para que otros padres no pasen lo que yo. ¡Con mis dos niñas, yo soy invencible!

Hable, diga aquí lo que quiera.

El Estado tiene que sufragar a padres pobres como yo en casos así: si el Estado paga operaciones de cambio de sexo, ¿no va a pagar la selección genética de embriones compatibles para salvar vidas de niños?

Unos le dirán que eso es pecado; otros, que no es ético...

¿Y es ético dejar morir a tu hijo pudiendo salvarlo a costa de unas células? ¿Y es menos ético engendrar a un bebé para salvar la vida de su hermano que engendrarlo para darle un compañero de juegos... o como reconciliación tras una pelea de pareja?

jueves, 28 de mayo de 2009

LA CONTRA (La Vanguardia)

Albert Fert, premio Nobel de Física 2007
"Cuando era joven temía a las otras personas"
IMA SANCHÍS - 28/05/2009

Tengo 71 años. Nací en Carcasona y vivo en París. Estoy casado y tengo dos hijos. Soy catedrático de la Universidad París-Sur y director del Centro Nacional de la Investigación Científica (CNRS). Soy de izquierdas. Mi sentimiento espiritual es el de pertenecer a la humanidad

No tiene usted tarjeta de visita...

No, para mí las relaciones son personales.

¿Hijo del Mayo del 68?

Sí, lo viví y participé en París. Pero si le he de ser sincero, había algo infantil en aquella reacción masificada.

¿?

No me malinterprete: el 68 fue la ocasión para que una gran masa de gente reclamara más independencia y libertad, pero yo esa revolución ya la había hecho 10 años antes.

¿Familia de científicos?

Pertenezco a una familia de campesinos. Mi padre era un maestro de primaria que estudió hasta doctorarse en Física. Me transmitió el rigor personal y científico.

... ¿Y el amor a la física?

Para mí, el valor superior era la literatura y las artes; estaba muy influenciado por un profesor que cada día lamentaba haber nacido en el siglo XX y no en la Grecia clásica.

¿Qué pasó?

Fui práctico, sabía que para encontrar un trabajo me sería más fácil con una formación científica. Y quería abandonar Toulouse e ir a París, y la mejor manera era preparándome para al examen de ingreso de las mejores universidades de París.

Curiosa historia para un premio Nobel.

... Cuando empecé, la física me parecía una ciencia dominada por una colección de leyes y teoremas; de hecho, me dedicaba a hacer cine y llegué a rodar un drama romántico ambientado en la guerra.

Igual nunca le ha apasionado la física...

Descubrí que la física también podía ser un espacio de creación cuando hice la tesis doctoral. Entonces entendí que un joven investigador podía adentrarse en campos desconocidos, y me apasioné.

¿Pudo aplicar el arte a la física?

La imaginación es básica en ambas disciplinas, pero no es el mismo tipo de imaginación. El arte, la literatura, trata sobre los problemas humanos, y la física, sobre problemas abstractos. Para mí, la física tiene cierta belleza; lastima que no puedas compartirla con mucha gente como la literatura.

Las cabezas de lectura de todos los ordenadores del mundo son cosa suya.

Sí, pero la tecnología es anónima…

Cada vez que encienda el ordenador o escuche el iPod pensaré en usted. ¿Qué le gustaría que pensara?

Piense en mí pero no por el intermediario, el iPod, sino porque está escuchando buen jazz, otra de mis pasiones.

¿Qué edad tenía cuando descubrió usted la magnorresistencia gigante (GMR)?

Cuarenta y nueve, pero la física es un largo proceso, aunque en este caso tuvo una rápida aplicación industrial: el disco duro, el sistema de frenos ABS o la miniatura del iPod, y enel caso de la medicina ha permitido mejorar la detección de cánceres.

Al GMR llegaron simultáneamente usted y Peter Grünberg… ¿Se pelearon?

En física hay muchas relaciones de competencia, pero con Peter hubo desde el principio buena relación y no, nos peleamos por la autoría del descubrimiento, que es lo que habitualmente sucede. Ocurrió entre Montagnier y Gallo con el virus del sida. Y a veces las disputas no son muy honestas... En nuestro caso, ambos recibimos el premio Nobel simultáneamente y tan contentos.

¿Qué representó, para bien y para mal, convertirse en Nobel?

Tuve que compartir mi amada vida de científico tranquilo al que le gusta reflexionar y discutir con los colaboradores, leer artículos y aprender desde el pequeño laboratorio que dirige… con otras responsabilidades que cada vez me requieren más tiempo.

¿De qué se trata?

Los políticos franceses, por ejemplo, me piden mi opinión sobre cuestiones de organización de la ciencia. Hoy estoy aquí, en el Liceo Francés de Barcelona, para motivar a los jóvenes en el campo de la ciencia. Este tipo de cosas, necesarias, me ocupan mucho... Y aquí estoy con usted.

Lo siento.

Pero tengo claro que el Noble es el premio a un progreso colectivo, y que debo parte de este premio a la colectividad. Entonces, cuando un colega estadounidense me dice que debo ir a tal congreso a explicar algo, pues me siento obligado.

Ha rechazado usted muchos cargos.

Sí, de dirección y asesoramiento. No me gustan las reuniones de política científica.

¿Qué ha entendido a lo largo de estos 71 años de vida?

Que uno debe seguir sus sentimientos tanto en la vida privada como profesional. Saber exactamente lo que uno tiene ganas de hacer, y elegir.

¿Buenos y pocos amigos?

Cuando era joven tenía miedo de las otras personas, era tímido. Ahora tengo una visión más global, sé que hay mucha gente con la que podría compartir mis sentimientos, pero la tendencia es la tendencia… Pero todavía no estoy muerto pese a los 71 años.

Está estupendo.

Tengo muchos proyectos por hacer, pero si miro hacia atrás, lo que más me satisface es haber creado el equipo humano con el que llevo trabajando 15 años. Lo pasamos bien.

¿A qué se dedican?

Investigamos un nuevo tipo de electrónica, la espintrónica, otro de mis descubrimientos, que permitirá una nueva generación de comunicación y de emisión de las ondas de radio.
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martes, 26 de mayo de 2009

LA CONTRA (La Vanguardia)

Ricardo Díez Hochleitner, presidente de honor del Club de Roma
"Formé parte de la gran causalidad dela pretransición"
LLUÍS AMIGUET - 26/05/2009

La juventud accede al conocimiento, pero sólo la edad da la sabiduría que permite ver lo mejor en cada persona. Nací en Bilbao, pero aspiro a ser ciudadano del mundo. Soy católico. La democracia no son sólo partidos, sino los ciudadanos cuando se asocian y le dan contenido

Estuve en Tanzania en los 60 enviado por la Unesco para reformar el sistema educativo, y allí conocí al presidente Julius Nyerere...

Gran y honesto líder.

Un día fuimos juntos a un poblado lejos de la capital. Sólo hablaban swahili y, de pronto, me quedé aislado del grupo y rodeado de nativos vociferantes...

...

... Y entonces me asaltó un pensamiento vergonzoso: "¿Qué hago yo aquí rodeado de estos negros?"...

Es usted sincero al recordarlo.

... Pero, poco a poco, me fui contagiando de la vitalidad, la alegría y la ilusión de los tanzanos y distinguí su dignidad en la pobreza. Y estaba tan avergonzado de haber pensado aquello, que se lo confesé a Nyerere.

¿Se enfadó?

Me miro a los ojos, como si hubiera descubierto en mí a un hombre nuevo, yme dio el megáfono: "¡Vamos, Ricardo, díselo tú!".

¿Se atrevió usted?

Les pedí perdón y les dije que quería ser un tanzano más. Y Nyerere cogió el megáfono y les preguntó: "¿Queréis que Ricardo sea tanzano? Y todos me abrazaron, y así inició la concesión de una nacionalidad que ahora aún me enorgullece: soy tanzano de honor.

Emocionante.

Todos somos la gran y eterna nación humana, por eso, repito a esos inversores que se creen de un país mejor: "Sólo ganaréis si vais a servir al mundo; no a conquistarlo".

Buen consejo.

También de joven tuve la tentación de pensar mal de la inmigración, pero ¿sabe cómo me curé? ¡Viajando! En Colombia, donde contribuí a reformar su educación, me trataron siempre como a un colombiano más.

País generoso.

Y allá adonde fui a servir - no a mandar ni a explotar a nadie-fui tratado como uno de ellos. Es algo que en Europa, donde nos gusta a todos pensar que somos de naciones mejores que las demás, debemos aprender. Y fíjese ahora cómo los chinos crean empresas en Áfricay la América del Pacífico...

¿Cómo volvió a la España de Franco?

Formé pequeña y modesta parte de esa gran causalidad que fue la pretransición...

Hoy menos estudiada que la transición.

... Pero que permitió abrir una serie de resquicios por los que se coló en el régimen franquista algo de oxígeno exterior. Yo me había ido de España con ganas de respirar libertad, y desde los organismos mundiales en los que serví: el Banco Mundial, la OEA, Unesco o la Alianza para el Progreso de Kennedy - a quien conocí-;nos dábamos cuenta de que España requería un plan para ponerla en el mapa de las democracias. Y mi jefe, el director general de la Unesco, René Maheu, me pidió que volviera a ayudar a democratizar mi país.

Hubo maniobras sin cuento...

Y algunos protagonistas hábiles y discretos. Recuerdo haber acompañado al entonces príncipe Juan Carlos como edecán civil en su visita a Nixon. Y recuerdo haber acompañado también a algún ministro de Educación extranjero a ver a Franco. Y citaría reuniones en París, Washington y otras capitales que anticipaban el futuro.

Cocina compleja la de la pretransición.

Y una lección: la de la enorme importancia de la sociedad civil y de su educación. Relea nuestro libro blanco de la educación, donde se criticaba por primera vez la educación franquista. La transición no era posible sin reformar antes la educación.

Algo he leído al respecto.

La democracia no son sólo los partidos, sino todas las asociaciones, fundaciones, grupos, ciudadanos que le dan contenido participativo y anticipatorio. La democracia funciona no sólo al votar a un partido, sino cuando nos reunimos por la comunidad: desde los padres de alumnos hasta los de su escalera.

Ese es el gran pegamento social.

Son esos ciudadanos unidos los que modulan y dotan de contenido a la tarea de los partidos, que al cabo, son sólo eso: partidos.

Prometo asociarme más.

Hágalo. Mézclese con sus conciudadanos en mil actividades. Sólo así podrá abrirse, cambiar, integrar, escuchar. Y trascender a su propio momento histórico. Piense que las identidades estáticas, las que no cambian, las que no se mezclan... ¡perecen!

Y toda pureza es una mezcla olvidada.

¿Sabe cuál es la lección de fondo de todo proceso educativo?

¿. ..?

Valorar la diferencia en el otro. Ser capaz de descubrir que todos - incluso aquellos que nos parecen malos, incluso los peores-son capaces de aportarnos algo. Y descubrir que ese proceso requiere esfuerzo, rigor, aplicación y respeto, generosidad.

Es más fácil juzgar en blanco y negro.

... Y, sin embargo, todo ejercicio de lógica está en el sutil discernimiento de los grises. Es muy fácil condenar personas y épocas desde la comodidad del presente, pero piense que en todo momento cada uno tiene sus razones para actuar, y no todas son enteramente malas o buenas.

De ahí la dificultad del juicio histórico.

El reto es encontrar lo mejor de cada personaje: saber ver en él la persona. Mire, yo he aspirado siempre a ser buen católico...

...

Pero debo reconocer que la fe es un don y que la mía me la salvó en una ocasión... un pastor protestante.

miércoles, 13 de mayo de 2009

DATE TIEMPO





Josep M. Esquirol, filósofo del tiempo
"Date tiempo"
VÍCTOR-M. AMELA - 13/05/2009

Tengo 45 años. Nací en Mediona (Alt Penedès) y he elegido vivir allí, pausado. Soy profesor de Filosofía en la UB. Estoy casado y tengo tres hijos (5, 3 y 15 años). ¿Política? Honestidad y justicia social: sobra demagogia, faltan ideales. ¿Creencias? Duda filosófica, esperanza cristiana

¿Qué es el tiempo?

El tiempo es la vida. El ser ¡no es más que tiempo!

¿Soy tiempo?

Eres tiempo que pasa.

¿Soy más pasado, presente o futuro?

Mirar el tiempo como suma de instantes estresa: si los momentos pasados ya no son y los futuros aún no son, te devanas por vivir los presentes, escurridizos... ¡Ah, qué estresante, el carpe diem!

¿Qué propone, pues?

Otra actitud ante el tiempo. Entenderlo como oportunidad para hacer algo: acostarte, levantarte, ayudar, comer… El tiempo como invitación, como oportunidad (que viene de puerta). Estate atento para ver las puertas.

¿En eso consiste no perder el tiempo?

En hacer lo que la ocasión pida. "La regla principal de la educación, la más importante y más útil, no es ganar tiempo ¡sino perderlo!", dijo Rousseau. En las escuelas deberíamos aprender a relajarnos, a sentir el discurrir del tiempo. O sea, darlo: dar tiempo.

¿Por qué?

Porque dar tiempo es el modo de no perderlo. Dar tiempo es ganarlo. ¿Curioso, eh? Si das tiempo, obtienes tiempo. Y si no lo das, ¿lo acumulas? No: ¡no tienes nada!

Paradoja, sí.

Dicho de otro modo: tiene vida quien da vida. Quien es avaro con la vida no tiene vida.

Dígame: ¿a quién debo darle tiempo?

Primero, a ti mismo. Y a los demás: a tu mujer, a tus hijos, a un enfermo, a los alumnos... Si das tiempo, ¿qué más puedes dar?

¿Es el bien mayor, pues?

El más precioso. Dijo Wittgenstein: "El saludo entre filósofos debería ser: ¡date tiempo!". El tiempo es condición para pensar.

¿No nos damos tiempo

Qué va. "¡No tengo tiempo!", repetimos. Vivimos apretujando el tiempo, apresurándolo. ¡Así no hay serenidad posible! Y la prisa engendra el mal del dogmatismo.

¿Ah, sí?

El dogmatismo es siempre una precipitación. Tómate más tiempo... ¡y verás cómo se te desvanece toda afirmación dogmática!

También suele decirse que "el tiempo todo lo cura"...

Todo lo que vivimos no volverá y, a la vez, ha sucedido para siempre: es irreversible.

Otra paradoja.

Lo que ha pasado no pasa: ¡queda! Pero el paso del tiempo te va alejando de eso, vas olvidando. Sólo el paso del tiempo nos cura del tiempo pasado. Este olvido es incompleto, ¡o perderías conciencia de tu identidad!

¿Mi identidad es memoria?

Memoria de tiempo.

¿Y cuándo comenzó el ser humano a tener conciencia del tiempo?

El sol sale y se pone. Ese ritmo (circadiano) es la acotación temporal primordial, base de toda medición del tiempo. Sumando días salieron semanas, meses, años. Ydeuna primera partición de las horas (prima minuta)salieron minutos, y de una segunda partición (secunda minuta),segundos.

¿El tiempo vuela?

O corre. Es una experiencia que acumulamos: que el tiempo es movimiento como el sol y que pasa rápido. La máxima sensación de paz y plenitud es la del tiempo detenido.

¿Usted la ha sentido?

Yo he decidido vivir fuera de Barcelona, y eso ayuda. En el pueblo, el día respira de otro modo. Démonos tiempo para sentir el respirar de los días. Si contemplas la vida con atención, ¡la verás ralentizarse! Verás que el mundo entero parece respirar...

¿Apología de la lentitud?

Prefiero hablar de vivir la experiencia del día con parsimonia, calma, tranquilidad, serenidad. Hacer una cosa después de la otra, y hacerlo bien. Prefiero hablar de la bondad de la pausa más que de la lentitud.

¿Hacemos una pausa?

Si tú te detienes... ¡regalo!: el tiempo se detiene. Esto prueba que el tiempo eres tú.

"Ya pararé cuando muera", he oído.

Solemos llenar nuestro tiempo de frenesí justamente para evitar este pensamiento básico: ¡vamos a morir! En el fondo, nos ocupamos mucho para así estar fuera de nosotros, desaforados literalmente. Por eso Pascal acertaba: "El gran mal del hombre es no saber estar solo en una habitación".

¿Nos angustiamos al abismarnos en nosotros mismos?

El ser humano es el único animal que se sabe finito. Eso acota y libera un tiempo, y nos entrega la responsabilidad de vivirlo: ¡saberse mortal y estar a la altura no es nada fácil!

Entonces surge la gran pregunta: ¿qué hago con mi tiempo?

Respuesta: dártelo y darlo.

¿Pese a que "el tiempo es oro"?

Es que esa frase expresa una mercantilización del tiempo, nuestra tendencia a convertirlo todo en recurso, en mecanismo de producción: recursos energéticos, recursos económicos, recursos alimenticios, ¡recursos humanos! Convertimos a las personas en meros recursos para la rentabilidad empresarial… ¡El lenguaje está hablándonos de cómo vemos el mundo!

El tiempo ¿avanza como una flecha o gira en círculo?

Son dos representaciones del tiempo: una expresa la idea de progresión; la otra, la de repetición. Y no sé cuál es menos trágica...

Una reflexión final sobre el tiempo.

Esto que dijo una mujer encarcelada: "Fuera de la prisión yo pasaba el tiempo; aquí dentro es el tiempo el que me pasa".


LA CONTRA (LA VANGUARDIA)

lunes, 11 de mayo de 2009

CONTENTOS Y ENGAÑAOS




Michela Marzano, investiga la pornografía, el ´management´ y el ´coaching´ en el CNRS



"Tu mala suerte es culpa tuya, porque el sistema es perfecto"


LLUÍS AMIGUET - 11/05/2009

Tengo 39 años. Investigo en el Centre National de la Recherche Scientifique. Soy creyente no practicante. La pornografía y la autoayuda coinciden en servirse de la ilusión de libertad individual para perpetuar la explotación de unas personas por otras. Colaboro con el CCCB

Vivimos el mejor momento para desenmascarar la impostura de los libros de management personal, autoayuda, coaching...

¿Por qué ahora?

Las crisis ponen en evidencia que si quieres no siempre puedes, porque, por mucho que quieras, no lograrás nada si antes no desvelamos que las reglas del juego de la economía son tramposas, producen desigualdad y nos penalizan a la mayoría.

No veo nada malo en autoayudarte.

Es perverso hacerte creer que todo lo que te sale mal es culpa tuya y debes mejorarlo y que, en cambio, las reglas del juego establecido por una minoría en su provecho no necesitan ninguna mejora.

Algunos de esos libros son divertidos.

Pero la ideología que los alimenta no: lleva a pensar, por ejemplo, que si hoy estás en el paro, es porque no deseaste el éxito lo suficiente ni te esforzaste. No sólo eres un perdedor y un fracasado sino que encima es culpa tuya y eso exculpa, de paso, a todos los demás responsables de tu paro.

Antes había perdedores simpáticos.

Hoy esa superchería del autocrecimiento lo impide: si eres un perdedor es porque también eres un vago que no se ha molestado en automejorarse. Antes el sistema era paternalista: había un amo del que emanaban en cada momento todas las órdenes que todos cumplían y si las cosas iban mal, también se preocupaba y ocupaba de los suyos...

Ya no quedan señoritos de esos.

Porque a partir del año 90 el capitalismo, para seguir creciendo, necesita nuevos empleados emprendedores, ya que las tecnologías de la información han dejado anticuada la estructura patriarcal. Ahora cada empleado debe ser capaz de tomar sus decisiones por la empresa y asumir sus consecuencias.

Gente que sepa mandarse a sí misma.

En la era digital, las empresas para ser productivas deben tener apariencia - sólo es una apariencia-horizontal: los amos y sus capataces ponen objetivos y los empleados los cumplen por los medios que quieran.

La célebre dirección por objetivos.

Es la ilusión de la autonomía personal cuando, en realidad, sus objetivos a menudo o son incumplibles o sólo se pueden cumplir si renuncias a todo lo que no sea trabajar. Los amos te dan toda la libertad para renunciar de la manera que quieras a tu propia libertad. Por lo menos, cuando imponían un horario, tu tiempo libre era tuyo.

Pero el trabajo produce satisfacción.

Esa es la trampa - envuelta en toda esa palabrería de autoayuda-de la felicidad por el trabajo. Sostiene que el trabajo es el único camino de la realización personal hacia la felicidad. De esta forma sólo puedes ser feliz haciendo ricos a los amos. Yyano te queda ser el pobre e inocente desgraciado, de antaño, ahora si no eres feliz, encima eres un indolente culpable de tu desgracia.

Trabajar antaño fue maldición bíblica.

Era el peaje del sustento. En la sociedad patriarcal era el fatigoso pero inevitable modo de mantener a la familia: hoy la economía necesita más implicación personal: exige ejecutivos autoconvencidos que renuncian a la familia y amigos para invertir todas sus horas en la empresa, lo que les convierte - creen los muy alienados-en superhombres y supermujeres felices y admirados.

Eso si la empresa funciona...

Es la otra paradoja: se te hace creer que todo depende sólo de ti, pero, a la hora de la verdad, todo depende de los resultados de tu empresa que a su vez pueden tambalearse, como ahora, por una crisis financiera que comenzó a miles de kilómetros por culpa de quienes sí deciden y ponen las reglas.

Tampoco podíamos crecer siempre.

El crecimiento tiene límites, pero el éxito ilimitado que promete la filosofía de la autoayuda necesita de la ilusión de que eres tú solo quien pone los límites, como si el planeta no los tuviera. Cuando tú puedes permitirte tres coches y dos piscinas, pero el planeta y su atmósfera, no.

A veces, crecer es ser más pequeñito.

Sí, menos mal que hemos "fracasado" en conseguir todos nuestros objetivos y aún podemos salvar lo que queda de la Tierra.

Aquí aún estarían enladrillando playas.

Esa lógica de la autoayuda propicia, en crisis, enormes cantidades de sentimiento de culpa, que a su vez se transforma en depresiones. En Argentina y Francia, el psicoanálisis es una religión y de su sacramento, los antidepresivos, argentinos y franceses son los mayores consumidores del mundo.

¿Por qué?

Precisamente porque son países con egos enormes educados en la fe ilimitada en la propia capacidad de control de uno mismo y de su destino, al que se considera mero resultado de las decisiones tomadas a lo largo de la vida. Las terapias breves, la PNL y otras técnicas alimentan esa ficción de control ilimitado, que no es más que la ilusión infantil de omnipotencia.

Y resulta que la suerte también existe.

Llámele suerte, destino, imponderables, lo que quiera, pero se trata de la madura aceptación de que una parte de lo que nos sucede - por ejemplo, esta crisis financiera-no depende exclusivamente de nosotros.

Pero sí nuestra actitud ante ella.

Veo que ha leído mucha autoayuda.

He entrevistado a un montón de gurús.

Léalos, pero a veces es mejor fracasar. Fracase, hombre: no sé si será más feliz, pero seguro que vive más tranquilo.



Extraido de La contra , "LA VANGUARDIA"

jueves, 26 de marzo de 2009

LA SOLEDAD ENVEJECE EL CORAZÓN

Marie de Hennezel, psicóloga y psicoterapeuta
"El corazón envejece cuando nadie solicita tu atención"
IMA SANCHÍS - 26/03/2009

Tengo 62 años. Nací en Lyon y vivo en París. Casada por segunda vez, tengo 2 hijos y 6 nietos. Estoy semirretirada, escribo y doy seminarios sobre cómo envejecer bien. Soy experta en cuidados de enfermos terminales. Creo en Dios, pero prefiero la espiritualidad al dogma

A algunos de mis pacientes se les despertó el miedo a la vejez cuando alguien les cedió el asiento en el metro.

En su caso, ¿cómo fue?

Yo me di cuenta de que era mayor cuando tuve miedo de subirme a una escalera para limpiar la chimenea de casa.

Así, de sopetón.

Sí, ocurre repentinamente, como la primera arruga, pero los 60 es la edad simbólica, cuando te dan el carnet sénior y te jubilan.

Europa está llena de séniors.

Somos la generación del baby boom,vamos a vivir muchos años y nos da mucho miedo envejecer, pero hay dos maneras de hacerlo: como un descubrimiento y un crecimiento, o como un naufragio.

Cuestión de carácter.

Las personas optimistas se adaptan a los cambios y han aprendido a ocuparse de los demás. Las que lo llevan mal suelen ser personas muy narcisistas que no han resuelto sus problemas emocionales y no tienen confianza en sí mismas ni en la vida.

¿Y dice usted que se puede aprender a envejecer con soltura?

Sí, y la edad idónea son los 60, cuando somos absolutamente conscientes de lo que está en juego. Después, a los 70 u 80 años, es difícil cambiar, y ante la vejez hay malas y buenas actitudes.

Hábleme de ellas.

Las personas que envejecen bien están en paz con su pasado, han trabajado los remordimientos, los reproches y las frustraciones. La ligereza de espíritu es condición para envejecer bien.

Si estás ocupado con algo que te interesa, el pasado pierde peso.

Sí, es muy importante estar activo, pero hoy en día después de la tercera edad, que termina a los 75 años, viene la cuarta y la quinta (a partir de los 90 años), donde la vida interior es sumamente importante porque probablemente ya seremos dependientes y nuestro espacio puede ser muy reducido. Hay que estar preparado para aceptarlo.

¡Qué miedo!

Esta sociedad no es para viejos, la gente llega a la vejez muy sola. Todos nuestros valores tienen que ver con ser joven. Por eso, cambiar la mirada de la sociedad sobre la vejez es un desafío y una responsabilidad para mi generación, porque hasta nuestros hijos temen nuestra vejez. No debemos convertirnos en una carga para ellos.

Ser dependiente no depende de uno.

En parte. Si nos cuidamos psíquica (dando más importancia a la vida interior) y físicamente (comer bien, no fumar, hacer ejercicio), estaremos mejor. Y, aun siendo dependientes, podemos desarrollar cualidades interiores que nos ayuden a vivir mejor.

... Y eso hay que hacerlo a los 60.

Sí, debemos aprender a estar bien con nosotros mismos y cultivar placeres como el de la contemplación de la naturaleza o la música, de manera que si llega la dependencia o la silla de ruedas tengamos recursos. Si uno aprende a recibir de los otros, el día que esté enfermo vivirá mejor esa situación, sabrá abandonarse a los otros.

¿Usted prepara a la gente para eso?

Sí, la entreno en la meditación y en el placer de permanecer sin hacer nada y hablamos. Hay muchas cosas que uno debe trabajar a los 60 para saborear más tarde la vida.

¿Cuáles son los testimonios de ancianos que más le han conmovido?

Los que tienen el sentimiento de que es una suerte envejecer porque hay mucha gente que muere joven; los que saben que el corazón no envejece.

El corazón se endurece.

Cierto, pero la facultad de desear y de amar es lo que nos hace avanzar. He visto a mucha gente en los asilos replegada en sí misma, pero he visto también cómo las atenciones y las caricias diarias de una enfermera han devuelto la alegría de vivir a alguna de esas personas. El corazón humano nunca pierde la esperanza de amar y de ser feliz.

Sigue siendo triste.

Lo que esto pone en evidencia es la responsabilidad que tenemos los unos hacia los otros, porque el corazón envejece cuando nadie solicita tu atención, tu ternura.

Sin afecto, es difícil disfrutar de nada.

Sin afecto, morimos; pero hay que saber que si damos esperando recibir, no recibiremos nada. Las personas resplandecientes que he encontrado tienen una mirada sobre lo que las rodea benévola, y estas personas atraen a los otros. Los 60 años es una ocasión para reflexionar en profundidad sobre el amor.

¿Cómo prepararse para la muerte?

En todas las tradiciones, contemplar tu muerte te hace más justo y ecuánime. Los indios americanos representan la muerte como un pájaro que llevamos sobre nuestro hombro. Todas las mañanas el pájaro nos pregunta: "¿Y si fuera hoy?"... Prepararse para morir es estar lo mejor posible en tu vida.

Aceptada la vejez, ¿cuál es el temor?

Envejecer en una residencia, porque son instituciones que no tienen ningún respeto por el ritmo de cada persona. Hay que levantarse, comer, cenar y dormir a la misma hora. De repente, tras haber dormido toda tu vida en una cama grande, te meten en una camita de niño: sólo eso ya es una violencia.

Hay que cambiar las estructuras.

Muchos grupos de amigos en Francia montan una comunidad, viven juntos pero no revueltos, establecen sus normas y se comprometen a que si uno cae enfermo, se vuelve dependiente o demente, el resto lo cuidará.

La contra "LA VANGUARDIA"

martes, 3 de marzo de 2009

EL SÍNDROME DE DOWN


Escrito por: Juanmaromo el 03 Mar 2009 - URL Permanente
Andy Trias, que tiene un cromosoma más
"Se nos llamaba mongólicos, subnormales..."
VÍCTOR-M. AMELA - 03/03/2009
Tengo 36 años. Nací y vivo en Barcelona. Trabajo en CosmoCaixa. Desde hace ocho años vivo con mi pareja, Mónica. No tendremos hijos. Prefiero no hablar de política. Soy cristiano. Soy socio del Barça desde que nací. Los síndrome de Down no somos enfermos, somos especiales

¿Vio usted a Izaskun interpelando a Zapatero?

Le pidió trabajo en la Moncloa. Fue valiente.

¿Izaskun o Zapatero?

Izaskun. Me gustó que todo el mundo viese a alguien con síndrome de Down (SD) replicando a un presidente.

Zapatero aprovechó para quedar bien.

Tendría que arrimar más el hombro: a los que tenemos síndrome de Down se nos ponen muchas más dificultades para trabajar.

¿Qué tendría que hacer el Gobierno?

Apoyar en toda España fundaciones como la Fundació Catalana del Síndrome de Down, que hace 25 años que en Catalunya ayuda a las familias con algún hijo con SD.

Como es su caso.

Sí. Cuando yo nací, no había nada ¡y se nos llamaba subnormales, mongólicos...!

¿Usted se ha oído llamar eso?

¡Sí! Vaya insulto. Eso ha cambiado, gracias a personas como mis padres. ¡Yo se lo debo todo a mis padres, que se espabilaron para encontrar el mejor modo de ayudarme!

Y hoy usted tiene un trabajo, vive independizado...

Junto con mi pareja, Mónica. No estamos casados, pero yo la considero mi mujer y ella me considera su marido.

¿Las personas con SD se emparejan igual que las demás?

Tuve un par de novias. A la gente le incomoda que los SD tengamos sexualidad. Y la tenemos. Yo siempre seré discreto: me disgusta ver a parejas dándose el lote en público.

¿Le gustaría tener hijos?

Estamos bien así.

¿Hace mucho que son pareja?

Hace casi diecisiete años nos vimos en una fiesta, y fue amor a primera vista. Y hace ocho que vivimos juntos: decidí irme de casa de mis padres el día que murió mi padre...

¿Por qué?

Vi que debía prepararme para apañármelas sin mis padres... Desde mi nacimiento, ellos me lo habían dado todo hecho.

Su padre era Ramon Trias Fargas.

Sí, el político. Yo tenía 17 años cuando murió. Recuerdo bien aquel día: yo le vi morir.

Vaya...

Yo estaba en una estación de tren, regresando de una jornada dominical en Valls con amigos del esplai.El sábado nos habíamos despedido: "Nos vemos el domingo". Y en una tele del bar de la estación le vi caer, ¡y en la tele decían que había muerto...!

Duro.

No me lo quise creer. Al llegar a la estación de Sants y ver a mis familiares, supe que era cierto, y me hundí. Fue el peor día de mi vida. Estábamos muy unidos: un día le pedí a un amigo sacerdote que me ayudase a rezar para que Dios no se llevase nunca a mi padre... Pero, mire, se le rompió la aorta...

Veo que tenían vínculos muy fuertes.

Sí, porque cuando nací, a él le costó mucho entender mi condición. Pero se sobrepuso, luchó por mí, me convirtió en su hijo mimado. Él y mi madre me lo han dado todo.

¿Cuándo supo usted qué era especial?

Me impartían clases aparte de inglés y matemáticas. Le pregunté un día a mi madre por qué… Y ella me explicó lo que me pasaba. Yo era niño, y ese día... ¡me quise morir!

Claro: un niño no soporta sentirse distinto de sus compañeros...

Admiro mucho a un chico de Málaga con SD, Pablo Pineda, que acaba de terminar sus estudios universitarios. Yo preferí ponerme a trabajar. Y estoy satisfecho.

¿En qué consiste su trabajo?

Recojo cada mañana la prensa y el correo y los reparto en las oficinas de CosmoCaixa, y luego hago un segundo reparto de correo, fotocopias, recados... Me dan responsabilidad y autonomía, y me organizo bien. Mi padre siempre decía que su sueño sería verme trabajar... No pudo verlo, qué pena.

Y en casa, ¿se apaña bien?

Tenemos el apoyo de un programa de la fundación llamado Me´n vaig a casa,que ayuda a las personas con SD a vivir en sociedad: nos ayudan a diseñar el presupuesto semanal de gastos, entre otras cosas.

¿A qué dedica su tiempo de ocio?

A estar en casa, a salir al cine, a salir de excursión con un grupo de amigos de la fundación, a ir al Barça: soy socio desde que nací, tengo mi localidad. Yme gusta leer la prensa deportiva.

¿Qué momentos son los más felices?

¡Mi felicidad es tener la mujer que tengo! Doy gracias a sus padres, a los míos y a la vida por habérmela puesto en el camino. Se preocupa por los demás, se ocupa de mí y yo de ella.

¿Cómo anda usted de salud?

Todo es más delicado en una persona con SD, pero mi médico por ahora me dice que estoy como un roble.

¿Qué consejo daría a jóvenes con SD que leyesen esta entrevista?

Que tienen derecho a ser independientes, y que ayuden a sus padres a aceptarlo. Porque los padres sufren mucho.

¿Y qué aconseja a los padres?

Que ayuden a sus hijos a ser lo más autónomos posible. Que es ley de vida que quieran vivir solos. ¡Que no tengan miedo! Porque si tienen miedo, van a contagiárselo a su hijo. Y es mejor vivir sin miedo. Yo tuve miedo, pero logré superarlo.

¿Y qué le diría a la sociedad?

Que esto nuestro no es una enfermedad. Es sólo que tenemos un cromosoma más. Somos especiales, no somos enfermos. ¡Aprendamos a aceptar al distinto tal y como es!

LA CONTRA (LA VANGUARDIA)

viernes, 30 de enero de 2009

DUERME CON LA CABEZA HACIA EL NORTE

Mariano Bueno, experto en geobiología
"Duerme con la cabeza hacia el norte y descansarás mejor"
VÍCTOR-M. AMELA - 30/01/2009

Tengo 50 años. Nací y vivo en Benicarló. Soy experto en geobiología, cultivo ecológico y biohabitabilidad. Vivo en pareja y tengo un hijo de 11 años. ¿Política? El bienestar de la gente. ¿Dios? Somos parte de la luz universal: cada día me siento más espiritual y menos religioso

¿Qué hace un experto en geobiología?

Estudio la influencia de las radiaciones terrestres sobre los tejidos vivos, sobre la salud humana.

¿A qué radiaciones terrestres se refiere?

A las procedentes de venas subterráneas de agua, fallas geológicas, grietas, subsuelos graníticos, campos geomagnéticos... Y las artificiales: tuberías, tendidos eléctricos...

¿Todo eso influye en mi organismo?

¡Por supuesto! Y más intensamente en niños y personas hipersensibles.

¿De qué clase de influencia se trata?

De ionizaciones, alteraciones del bioelectromagnetismo natural de nuestras células.

¿Bioelectromagnetismo?

Las células intercambian cargas eléctricas. El flujo de electrones hace que tu cuerpo tenga magnetismo. Igual que el planeta Tierra, que es un gran electroimán.

Con sus dos polos, norte y sur.

El magnetismo terrestre nos influye, sobre todo en las horas del sueño. Atentos: dormir con el cuerpo alineado con el magnetismo terrestre favorece el descanso. Cabeza orientada hacia el norte, pies hacia el sur: es la orientación más relajante, ¡descansarás mejor!

¿Y si duermo en otras orientaciones?

Dormir con la cabeza hacia el este favorece un despertar revitalizado.

¿Y con la cabeza hacia el sur?

Despertarás tenso, nervioso.

¿Y hacia el oeste?

Debilita, desvitaliza, deprime. Lo saludable: situar la cabecera entre el norte y el este.

¿Tiene argumentos científicos?

Las células son como pequeñas brújulas y se repolarizan y reparan: facilitar el proceso refuerza tu salud. ¡Tu dormitorio es la verdadera cámara de tu salud! No la perturbes.

¿Y qué es lo más perturbador?

Luces - ¡la oscuridad activa la melatonina, hormona activadora de la reparación celular!-,temperatura alta, ruidos... y campos electromagnéticos (naturales o artificiales): inhiben la producción de melatonina.

¿Qué campos son naturales?

Las corrientes de agua subterránea: las moléculas del agua en movimiento, en fricción con el subsuelo, generan un campo electromagnético. Dormir sobre ese punto geopatógeno perturba tu regeneración celular.

¿Hasta qué extremo?

Hasta enfermar. ¡Cualquier radiación electromagnética intensa inhibe la glándula pineal y deja de segregar melatonina! Y eso ocho horas por noche, noche tras noche, impide a las células repararse debidamente: padecerás dolores de cabeza, dolencias articulares, disfunciones orgánicas, depresión del sistema inmunitario... A largo plazo, eso puede derivar en patologías neurodegenerativas, leucemias, tumores...

¡Dígame qué puntos son geopatógenos!

Esos en que se superpone una falla terrestre, una vena de agua y una línea Hartmann (corrientes electromagnéticas que recorren toda la superficie terrestre, en retícula).

¿Cómo detectar esos puntos?

Los zahoríes lo hacían con varas de avellano o péndulos. Hoy tenemos detectores electrónicos que captan los flujos de radiación. Y hay poderosas perturbaciones que son muy obvias, las artificiales: ¡evítalas!

¿Cuáles?

Torres de alta tensión, transformadores, cables eléctricos, electrodomésticos conectados a la red eléctrica, radiaciones de alta frecuencia, de telefonía móvil, inalámbricas... ¡Evita eso en tus noches o enfermarás!

Tengo un despertador eléctrico.

Cámbialo por uno de pilas, o aléjalo de tu cuerpo. Los cables eléctricos, lo más lejos posible de tu cabeza.

Tengo una tele a los pies de la cama.

Si es de pantalla plana, irradia poco. En cambio, un televisor de tubo catódico emite radiación ¡hasta cuatro metros! Sobre todo hacia atrás, y atravesando muros. Una vez detecté que el malestar de una persona provenía del trasero del televisor de su vecino...

¿Y qué hago con mi teléfono móvil?

¡Fuera del dormitorio, por supuesto! Sus microondas agitan tus células. Hoy sabemos que hablar con el móvil pegado al cráneo durante más de diez años... ¡duplica las posibilidades de desarrollar un tumor cerebral!

Pues yo llevo así algo más de diez años. Y, por trabajo, ¡necesito seguir usándolo!

Bien: aleja el móvil de tu cabeza. A más distancia, menos la irradiarás. Es fácil: ¡usa unos auriculares manos libres ambulantes!

En cuanto salga de aquí. ¿Qué otras perturbaciones me aconseja evitar?

Nuestros hogares son nidos de contaminación electromagnética y química. Deja que entre luz solar y aire, usa mobiliario de madera, usa pinturas ecológicas y destierra ambientadores, suavizantes, lejías y detergentes sintéticos. Si lavas la ropa con bicarbonato ¡te quedará lo bastante bien! Y vigila tus productos de limpieza: que sean de química dulce,no tóxica.

Lo que no haré es vivir a la luz de velas.

No, pero libera tu zona de descanso de contaminación electromagnética. Y al llegar a casa, camina descalzo: durante el día caminamos sobre suela aislante y trabajamos en edificios aislados enfermos,así que nos conviene descargarnos.

Deme un último consejo revitalizante.

En un frasco haz germinar semillas de alfalfa y consume ese germinado: es muy digestivo y concentra nutrientes que regeneran tus tejidos y protegen tu salud.

LA CONTRA (LA VANGUARDIA)


jueves, 22 de enero de 2009

MADRES CONTRA LA GUERRA

Esta entrevista fué publicada en "La contra" de La Vanguardia el 27 de Septiembre del 2.007, la he rescatado porque en las circunstancias actuales, y me temo que durante mucho tiempo, será un documento de plena y sangrante actualidad, espero que un dia la madres de todos los credos y colores puedan celebrar su victoria sobre el odio, la intolerancia y la guerra.

Tengo 58 años Nací y vivo en Jerusalén. Soy profesora de Educación del Lenguaje en la Universidad de Tel Aviv. Estoy casada y tengo 4 hijos de 30 a 15 años. Mi hija fue asesinada a los 13 años en un atentado suicida palestino. Hoy la política mundial es corrupta, es mafia. Israel debe acabar con la ocupación. No tengo creencias

-¿Hace usted un llamamiento a todas las madres del mundo?

- Sí, porque el concepto de madre se ha pervertido. En Occidente la labor de la madre se menosprecia, se ridiculiza, nos presentan como seres fuera del mundo que persiguen a un pequeño con un bocadillo.

- Usted reivindica a las madres coraje.

- Sí, porque no hay función más elevada que educar a un hijo. Y eso no sólo deberíamos venerarlo, sino que debería ser una prioridad.

- ¿Transmisoras de valores?

- Así debería de ser. ¿Pero qué ha ocurrido? Qué los políticos han usurpado nuestro lugar. Nos enseñan a creer que nuestros úteros son una baza nacional. Se nos educa para que no exclamemos: "Yo le he traído al mundo y no permitiré que su vida valga menos que el petróleo o que un pedazo de tierra".

- Tiene usted razón.

- Pero cada una de nosotras está aterrorizada por esa educación recibida que infecta el espíritu.

- ¿Qué significa eso?

- En Israel se inculca a los niños una doctrina xenófoba contra los árabes. Se les dice que los árabes son como los nazis y en ningún libro de texto se les explica que judíos y musulmanes vivieron en armonía durante 2.000 años. El holocausto se ha convertido en una herramienta política.

-¿Por qué perpetuar el miedo?

- El poder perpetúa el miedo y la ignorancia porque la guerra, la explotación y la ocupación son muy buenos negocios.

- ¿Qué cara tiene ese miedo?

- El Gran Israel judío tiene miedo del útero musulmán, que sus ministros califican de amenaza demográfica. EE. UU. y Gran Bretaña contaminan a sus ciudadanos con un miedo ciego a los musulmanes, que son vistos como productores en masa de terroristas.

- Lea este titular: "Al Qaeda quiere limpiar el Magreb de españoles y franceses".

- Todo es parte de una propaganda política para justificar lo que está haciendo Estados Unidos en Iraq e Israel en Palestina. Al Qaeda es una respuesta a la explotación crónica del Tercer Mundo.

- Su hija fue asesinada en un atentado suicida palestino.

- Todos los niños que mueren en esa zona son víctimas de la ocupación Israelí. Cada dos días muere un niño palestino a manos de soldados israelíes, estamos hablando de 400 al año y nadie, nadie, ha sido juzgado ni castigado por un solo asesinato. Así que podemos decir, de un modo bastante absurdo, que por lo menos los asesinos palestinos tienen la decencia de matarse a sí mismos.

- ¡!

- Había un trabajador en mi casa que tenía permiso para vivir en Jerusalén pero no para trabajar. Y la ley, al vivir en Jerusalén, no le deja trabaja fuera. Resultado: tiene tres hijos condenados al hambre. El Estado de Israel está empujando a los palestinos a distintos tipos de muertes y lo que yo me pregunto es: ¿cómo es posible que la mayoría de los palestinos no se conviertan en bombas humanas?

- ¿?

- Es nuestra suerte, que sean gente en su mayoría pacífica; pero de eso nadie habla, nos cuentan los casos de los que escogieron cuándo morir en lugar de esperar a que su muerte llegue de manos de los israelíes. Europa sabe de lo que hablo, deberían hacer algo.

- ¿Cuál es el papel de los medios de comunicación en este sinsentido?

- Los medios norteamericanos informan un 500% más de las muertes israelíes que de las palestinas. Dígame qué están haciendo los norteamericanos en Iraq y en Afganistán con el apoyo de Europa, ¿pero cuál es el titular?..., que un grupo terrorista esta amenazando. Forma parte de esta infección de la mente y del espíritu que estamos sufriendo.

- Le recuerdo los atentados de Nueva York, Madrid, Londres...

- No salen de la nada, son reacciones. Si analiza uno a uno los atentados suicidas en Israel, verá que un día o dos días antes algo horrible ocurrió y ésa es la reacción, pero nos lo presentan distinto y los que sufren no son los criminales, que siempre se escapan, sino los inocentes. A unas acciones criminales las llamamos guerra y a las otras terror.

- ¿Cómo son sus alumnos?

- Totalmente indiferentes, no saben ni lo que ocurre a cien metros y ven a los vecinos como un problema que debería limpiarse.

- Pero hay objetores de conciencia.

- Sólo hay 2.000. En Israel ser un combatiente es el valor social más elevado.

- ¿Ve en sus hijos a criminales de guerra?

- Es lo que son, matan a niños y civiles, en Palestina no hay ningún ejército. Y las madres deberíamos poner fin a ello, dejar de criar hijos para entregarlos al Estado, pero lo que hacemos es llorar, gritar y tomar ansiolíticos. Mi prima tenía a sus dos hijos en una zona muy conflictiva, así que tomó Prozac.

- ¿Es una broma?

- No, parece la única opción, cuando lo natural es ir e intentar sacar a tus hijos de allí.

- ¿En qué condiciones vuelven?

- Mis hijos son ahora objetores, miembros de Combatientes por la Paz. Pero cuando fueron soldados yo les preguntaba: "¿Por qué estas ahí?". "Porque nos disparan". "¿Y por qué os disparan?". "Porque estamos ahí". Ésa es la lógica, no saben nada, sólo actúan.

- ¿Y eso no pasa cuentas?

- Cuando está en un check point, que es la máquina de humillaciones más horrible que uno pueda imaginar, juegan a ser dioses y ahí surgen sus peores vicios. Sabemos que a la larga esos jóvenes tendrán problemas mentales y también las víctimas del otro lado.

jueves, 15 de enero de 2009

DAMOS POR PERDIDA LA SALUD HASTA QUE LA PERDEMOS

Henry Mash, neurocirujano comprometido socialmente
"Damos por sentada la salud hasta que nos falta, lástima"

IMA SANCHÍS - 14/01/2009

59 años. Nací en Oxford y vivo en Londres, soy el cirujano jefe del hospital de St. George. Mi especialidad son los tumores cerebrales. Me he casado dos veces y tengo tres hijos. Soy internacionalista, mi propósito es hacer de este mundo un lugar mejor desde el ateísmo

Yo tenía 30 años cuando empecé a ejercer la medicina, porque antes me licencié en Políticas, Filosofía y Economía.

Extraño giro.

Fue un acto de rebeldía contra mi padre, ilustre catedrático que pretendía que siguiera sus pasos; y la necesidad de trabajar con la mente y con las manos.

¿Cuál ha sido su propósito?

Hacer de este mundo un lugar mejor.

Los cirujanos no suelen ser muy empáticos con sus pacientes.

Es difícil hallar el punto medio. En mi caso, cuando mi hijo era un bebé tuvo un tumor cerebral, así que viví la imborrable experiencia de ser un padre ansioso y desesperado. No puedo evitar sentirme mal cuando la vida de los pacientes está en juego.

¿Qué le llevó a Ucrania?

Cuando ya era un cirujano de renombre, en 1992, viajé a Kiev y conocí una realidad durísima: sanitariamente estaban muy atrasados. Ofrecí mi ayuda, pero la medicina oficial no quería saber nada de Occidente; sin embargo, Igor, un joven cirujano muy brillante que no era del partido, me pidió ayuda.

... Y así comenzó una vida paralela.

Sí, empecé a hacer viajes a Kiev para llevar allí instrumental médico que hospitales y clínicas inglesas ya habían desechado.

¿Qué fue lo difícil?

Los médicos bien establecidos de Ucrania no aceptaban que yo entrenara al equipo de Igor. Trabajaban en un hospital público y tenían constantes inspecciones.

¿Cómo lo resolvieron?

Un día, el director del hospital celebró su cumpleaños; él y toda la plantilla estaban borrachos, lo que Igor aprovechó para llenar una furgoneta con todo el material que yo enviaba y montar su clínica en un antiguo hospital del KGB, ironías del destino. Para los médicos, Igor sigue siendo un convicto; para los pacientes, un héroe. No cobramos las operaciones, sólo cama y comida, y no siempre.

¿Por qué en Ucrania y no en los barrios marginales de Londres?

En Londres soy sustituible, pero en Ucrania hemos introducido la neurocirugía.

Lo que hace en Ucrania le cuesta dinero.
Sí, pero yo ya he hecho suficiente dinero; en realidad, el planeta mejoraría si todos viviéramos de forma más sencilla y barata.

Explíqueme su desarrollo personal.

He sido un producto de mis padres, fundadores de Amnistía Internacional, y de la enfermedad de mi hijo, que me hizo comprender lo que asustan los médicos y los hospitales: yo los odio, he hecho campañas en Inglaterra para que sean más humanos, deberían tener más ventanas y jardines en lugar de ser fábricas científicas.

Da gusto oírle.

También me marcó mi divorcio, los dos nos comportamos como idiotas. Fui un estúpido, mi carácter posesivo... Hoy sé que no debo juzgar a los otros. Y ya no me enfado como antes: si hoy no hay solución para este problema, ya pensaré en él mañana. Mi actual mujer es una escritora de éxito, pero tiene una enfermedad crónica. Tendemos a dar por sentada nuestra salud hasta que nos falta; qué lástima.

No creo que haya muchos médicos que visiten la tumba de un paciente.

Tania tenía 9 años y un tumor cerebral. No podíamos operarla en Ucrania, así que les pagué el viaje y la estancia en Londres a ella y a su madre, Katia, y a otro paciente cuya operación fue un éxito. Pero Tania murió dos años después. Me acordaba a menudo de ellas y decidí ir a ver a Katia.

¿Cómo fue?

Los dos lloramos. Me especialicé en tumores cerebrales infantiles y muchos de mis pacientes han muerto, pero ese sentimiento de fracaso te ayuda a mejorar como médico.

¿La operación de Tania fue un error?


Con el coste de su tratamiento podía haber salvado a cinco pacientes. En Ucrania te gastas unos miles de euros y es increíble lo que pueden dar de sí; pero en países como Gran Bretaña se gastan millones para alargarte la vida tres o seis meses, que es la media de vida de un paciente con un tumor cerebral: ¿prolongamos la vida o la muerte?

¿Ha sentido el peso del fracaso?

Los cirujanos tenemos encima un cementerio al que de vez en cuando debemos ir a pensar. Esa es la naturaleza de mi trabajo.

Vaya.
Por eso los cirujanos se muestran distantes y arrogantes, es una defensa.

Entiendo.

Mientras operaba a una niña de un tumor cerebral tuvo una hemorragia espantosa, pero había que terminar la operación. Cuando bajé a explicárselo a su madre, estaba tan afectado que fue ella la que me abrazó y me consoló, una de las experiencias más emotivas de mi vida.

¿Cuál es su conclusión?

Que todos deberíamos tratar a los demás como nos gusta que nos traten, y que hay que dedicar tiempo a los otros para que la vida tenga contenido.

...

En todas las lápidas de los cementerios ucranianos está la foto del muerto que te mira. Yo empecé a conversar con ellos, a preguntarles sobre el sentido de la vida. "Bueno, - me dicen ellos-,mírate a ti, tú todavía estás vivo, ¿qué estás haciendo con tu vida?". Al final, la vida consiste en lo que dejas tras de ti, y no me refiero a la casa, el coche y las fotos de las vacaciones.

La Contra LA VANGUARDIA

miércoles, 14 de enero de 2009

LO IMORTANTE NO ES LO URGENTE


Andrés Martín: "Trabaja sobre lo importante, no sobre lo urgente"

Sostiene que hablar de la crisis aumenta nuestro estrés y que no nos ayudará a conservar el puesto de trabajo

GASPAR HERNÀNDEZ

--Déme un antídoto para el estrés.
--Siempre que hay estrés ponemos en marcha algún tipo de comportamiento orientado a reducirlo, porque el estrés es desagradable. El problema es que estas reacciones no suelen ser efectivas. A veces trasladan el estrés de un sitio a otro.

--¿Qué quiere decir?
--En la actual situación de crisis, si una persona tiene estrés porque cree que en su empresa puede haber una reducción de plantilla, eso le genera una preocupación, y esa preocupación hace que esté todo el rato hablando con unos y con otros, explorando qué puede pasar. Pero hablar de la crisis no es la forma de conservar el puesto de trabajo.

--¿Y cómo se conserva un puesto de trabajo, según usted?
--Demostrando que uno es eficaz aun en las situaciones más complicadas. Es muy difícil ser eficaz cuando se está preocupado por lo que ocurrirá. El estrés reduce la eficacia.

--¿Es mejor no hablar de la crisis?
--Hablar de la crisis fomenta la sensación de amenaza e incertidumbre, y eso genera una mayor preocupación. Esa preocupación agota nuestras energías, porque la preocupación es como tener un motor en marcha sin avanzar.

--¿Cómo evitar la preocupación?
--En primer lugar, dándose cuenta. La mente tiende a preocuparse. Entonces ¿cómo parar ese mecanismo? Llevando la atención a lo que está ocurriendo en el aquí y en el ahora, porque aquí y ahora es donde yo puedo actuar o poner en marcha una actuación determinada. La preocupación en sí no me lleva a ningún sitio y gasta energía.

--¿Alguna otra herramienta?
--Hacer ejercicio físico que alivie la tensión, cuidar la alimentación, dormir y cuidar las relaciones afectivas y aquellas cosas que generen emociones positivas.

--¿Cómo gestionar el tiempo?
--Cuando tenemos más tareas de las que el tiempo nos permite, surge una preocupación que nos lleva a acelerarnos. Pero, a partir de cierto punto, si la preocupación sigue aumentado, nuestra efectividad disminuye. Alguien con una preocupación excesiva trabaja apresuradamente, olvida cosas, comete errores, salta de una tarea a otra y tiene muchas interrupciones. Y todo ello redunda en una menor eficacia.

--La agenda es básica.
--Sí, porque se trata de programar el día conforme a las prioridades, dejando algunos espacios para imprevistos e intentando que nuestra mente esté concentrada en lo que está haciendo en cada momento. Cuando la mente está concentrada, no hay espacio para el estrés. Hacer una tarea después de la otra tiene un impacto mucho menor en nuestro sistema emocional.

--¿Qué diferencia hay entre lo urgente y lo importante?
--Cuando una persona trabaja orientada a resolver las cosas urgentes, como lo urgente lleva incorporado una sensación de prisa, siempre trabaja con prisa y eso le genera ansiedad, que es un tipo de miedo. Estas personas están siempre con una emoción negativa que les genera tensión. Cuando una persona trabaja orientada hacia las cosas que son importantes, lo que hace en su vida adquiere un mayor sentido. Y de esta forma encuentra una satisfacción porque ve que su tiempo está siendo bien aprovechado. Por lo tanto, trabaja sobre lo que es importante, y no sobre lo urgente, y así tendrá menos estrés.

--Se trata de aprender a decir "no".
--Exacto. Decir "no" a algunas cosas que, siendo urgentes, no son importantes. Porque las cosas importantes no se deben hacer con prisa.

--No es fácil concentrarse en el aquí y el ahora. La mente es como un mono loco.
--Yo sugiero habilitar un control de calidad de nuestro proceso mental, igual que en una cadena de producción. No todos nuestros contenidos mentales son saludables o efectivos. Hay algunos productos mentales, como la preocupación excesiva, que afectan a mi eficacia personal y a mi salud. Entonces, es importante el control de calidad para ver si esa preocupación o culpabilización sobre cosas del pasado realmente me está ayudando.

--¿Y si no me ayuda?
--Si no me ayuda a sentirme mejor o a ser mejor persona, pues entonces tengo que buscar la forma de desconectarlo.

--¿Cómo?
--Conectando con el momento presente, buscando la manera de que mis pensamientos sobre el pasado vayan orientados a aprender de mis errores y a alegrarme de mis éxitos, y que mis pensamientos sobre el futuro vayan orientados a preparar y anticipar lo que puede ser, sabiendo que el futuro siempre va a tener incertidumbre y que el pasado, pasado está. Es en el momento presente donde voy tomando las decisiones de cómo va a ser mi vida.

EL PERIÓDICO DE CATALUÑA