Foto: Jordi Play
Ahora, Openleaks
Me recibe tecleando su portátil, le cuesta levantar la vista. Pero cuando le pregunto sobre Assange alinea todas sus neuronas para siluetear al fundador de Wikileaks como un caudillo egótico, megalómano y paranoide. Daniel es un idealista ácrata que tocó demasiado las gónadas al gurú de la transparencia pidiéndole más transparencia... Supongo que también conviene rebajar lo que dice Daniel, si bien lo argumenta con harto detalle en su libro Dentro de Wikileaks (Roca Editorial). El que fue principal colaborador de Assange funda ahora Openleaks, nueva plataforma diseñada para garantizar protección a las fuentes que se animen a divulgar información secreta en el grado que la fuente decida.
Es un genio... y un sociópata.
Explíquese.
Muy brillante, e intratable.
¿Por qué?
Desprecia a todo el mundo. Se cree superior, rechaza toda crítica, no escucha opiniones y no da explicaciones. Quiere ser líder autoritario y solitario de Wikileaks, controlarlo todo sin rendir cuentas.
¿Desde cuándo conoce a Assange?
Desde que chateé con él, en noviembre del 2007, yo en Alemania y él en Kenia.
¿De qué hablaron?
De lo que convenía hacer con Wikileaks y de lo que yo podría aportar.
¿Desde cuándo existía Wikileaks?
Desde diciembre del 2006.
¿Con qué propósito?
Erigirse en el primer servicio de inteligencia público. Ser una plataforma para publicar informaciones de interés colectivo, y así ensanchar el conocimiento y la democracia.
¿Por qué le interesó?
Encajaba con mi ideología anarquista: abogo por la transparencia como norma general y por el reparto de poder. El secretismo debiera ser la excepción, ¡y no la norma!
¿Y qué aportó usted a Wikileaks?
Éramos cinco personas, y yo puse un esfuerzo ingente durante dos años y medio: dejé mis trabajos previos como ingeniero informático y me volqué absolutamente, fue mi proyecto vital y laboral, puse dinero...
¿Cuánto?
He perdido ahí 30.000 euros.
¿De dónde saca el dinero Wikileaks?
¡Buena pregunta! Esta es la razón principal por la que rompí con Assange: por no ser transparente en la financiación. Quise saber de dónde llega el dinero y adónde va, quise saber si hay desvío a cuentas de Assange.
¿Y?
Imposible: él oculta todo esto.
¿Se arrepiente ahora de haber trabajado junto a Assange?
Me arrepiento de haber pospuesto la tarea de organizar la estructura de Wikileaks de un modo que dificultase lo que ahora puede pasar: que Assange convierta Wikileaks en una secta de la que él sea el gurú.
¿Cuándo empezaron las discrepancias?
Cuándo le pregunté por el dinero y por los acuerdos que estaba cerrando con terceros.
¿Cómo reaccionó Julian Assange?
Me ordenó callar y me dijo: “Si me jodes, te perseguiré y te mataré”.
Formula una acusación muy grave...
Me amenazó de muerte, y es comprobable: lo repitió luego ante dos periodistas.
¿Cree a Assange capaz de matarle?
“Perro ladrador, poco mordedor”, me dijeron algunos... ¡Pero yo no tengo por qué soportar trabajar con un perro ladrador!
Desde luego.
Y se fue. Me echó él antes.
¿Qué temía más Assange de usted?
Tres cosas: una, me veía como alguien que iba a traicionarle y quitarle Wikileaks...
¿Paranoia?
Su psicología tiene mucho de paranoide. Me acusó de deslealtad, insubordinación y desestabilización: ¡como si trabajar para Wikileaks equivaliese a alistarse en el ejército! Assange reacciona agresivamente, le cuesta autocontrolarse. Dos, me acusaba de ser “demasiado alemán”, organizado...
Él es australiano, ¿eso les alejaba?
Está menos acostumbrado a la multiculturalidad que un europeo: es menos tolerante. Y tres: le molestaba mi anarquismo, ¡él adora la jerarquía!
¿Qué horizonte judicial tiene Assange?
Acabarán juzgándolo en Suecia: podría caerle un año de cárcel. Pero lamento que todos hablen del lío de faldas de Assange y nadie apoye al único héroe: Brandley Manning.
El oficial que sacó la información secreta del Pentágono, ¿no?
La Administración Obama está torturándole: no le dejan dormir, no puede ver a nadie... Quieren quebrarlo psicológicamente o para que hable o para que reviente...
¿Qué le pasaría a Assange si le atrapa la justicia norteamericana?
Podría aplicársele la pena capital. Horrible. Y dramáticamente desmotivador para los que luchamos por la transparencia.
La perjudicada por Wikileaks es siempre la Administración norteamericana.
Está claro. Yo me alegro de que se desenmascaren las torpezas de sus embajadas...
¿Y si se publicasen sus cartas de amor y cuentas bancarias?
No me gustaría, pero si hubiese una buena razón pública... Como norma, abogo por el principio de transparencia para corporaciones... y el de privacidad para individuos.
¿Ha cometido alguna ilegalidad?
No, según mi filosofía.
¿Y Assange?
Assange trafica con información, chantajea a corporaciones... ¡Assange está haciendo política!
¿Con qué beneficio?
Publicidad, donaciones, la ilusión de ser poderoso...
¿De dónde proceden las donaciones?
¡Misterio! Hay intereses ocultos... Tengo hipótesis, pero callo para no perjudicar las indagaciones de un par de periodistas.
¿Mafias rusas, Daniel?
… ¡No sé! Assange cree utilizar a los demás, y quizá estén utilizándolo a él... Creo que su prepotencia puede estar cegándole.
¿Qué le diría de tenerlo delante ahora?
Todo se lo he dicho ya a la cara. Ahora a él le tocaría excusarse conmigo