Desde principio de siglo, se ha producido un maremoto que ha barrido negocios que eran numerosos y muy rentables pero que en poco años desaparecieron de nuestras calles. Hasta hace unos lustros, nuestros barrios estaban llenos de talleres de coches, colmados de alimentación, servicios técnicos de electrónica, videoclubs y tiendas de discos de los cuales apenas sobreviven algunos.
Mi padre fue taxista, y yo, de pequeño, a veces le acompañaba
durante un ratito aprendiendo los monumentos y los nombres de las calles, pero sintiéndolo mucho, percibo que en
unos años, el taxi, como tal, también habrá desaparecido, los ayuntamientos deberían empezar a recortar licencias porque al taxi tal y como lo conocemos le queda poco tiempo de vida.
La irrupción de internet y los teléfonos móviles ponen en nuestra mano servicios inmediatos y de fácil acceso, uno de ellos es el taxi y el alquiler de vehículos. Se acabó ir por las calles buscando uno libre cuando con un simple mensaje lo tienes en la puerta en pocos minutos sin necesidad de llevar efectivo, porque todos se pagan con tarjeta, Los ayuntamientos deben proteger a los taxistas que han pagado muchos dinero por sus coches y licencias
pero ir limitando su numero hasta que quede como algo testimonial.
Yo tenia una agencia de transporte de mercancías, los clientes me llamaban por teléfono y me solicitaban furgonetas
y camiones, pero la aparición de internes y los móviles nos limitaron de tal manera que en pocos años tuvimos que cerrar. Ahora nos llega la inteligencia artificial, en poco años, empresas punteras en la actualidad habrán desaparecido barridas por las nuevas tecnologías. la elección es muy limitada, adaptarse o morir.