sábado, 14 de septiembre de 2024

EL SOPLAMOCOS

 


Tenia 18 años, acababa de sacarme el carnet de conducir y lo habíamos celebrado en una discoteca bailando, fumando y bebiendo hasta el amanecer, tomé mi 850 cupé al asalto y aceleré a tope cantando a grito pelao.
A los pocos minutos, una patrulla municipal me echo el alto, abrí la ventanilla y el agente me conminó ¡Baje inmediatamente!. Salí a la calzada y el guardia me amenazó ¡Se te va a caer el pelo! has bebido como un cosaco. -No, jefe, lo que pasa es que me enjuago la boca con un elixir que contiene algo de alcohol pero no me lo trago, por eso me huele el aliento.
El oficial se dirigió al agente y le dijo -¡Quedate con él que voy al cuartelillo a buscar el alcoholímetro, a este enterao me lo llevo pal trullo! y arrancó a toda velocidad, a los pocos minutos  le dije a mi centinela  -Me estoy giñando, déjeme ir al bar de enfrente que aun está abierto que si no me voy a cagar en el coche patrulla-
El agente se me quedó mirando y me dijo  ¡De acuerdo pero estoy en la puerta vigilando, no se te ocurra hacer ninguna tontería!
Entré y me dirigí a WC, pero a los dos minutos me senté en la barra, pedí un whisky doble y lo bebi de un trago, seguidamente, me pasé un gin-tonic y un cubata, pagué y me dirigí a mi coche que seguía  custodiado por el agente -¡Has tardado mucho, he estado a punto de entrar a buscarte¡ -Es que estoy restriñido y me cuata un huevo y parte del otro cagar-
Al momento sentí el frenazo del coche patrulla, el oficial salió vociferando con el cacharro en la mano y me gritó ¡SOPLA!. Así lo hice y el marcador pitó desaforadamente, el guripa me amenazó ¡SE TE VA A CAER ELPELO! - ¿Por qué agente? yo me he tomado unos cubatas en este bar, como podrá comprobar, pero antes no había bebido más que cocacola. El poli entró como un loco en el bareto y al cabo de unos minutos salió gritando ¡¡Llama al cuartelillo que a este lo meto en el calabozo!!. -Lo siento agente, pero ud no me puede detener, tengo el coche bien aparcado y voy a tomar un taxi para 
llegar a casa, mañana enviaré a mi hermano, que es abogado, a recogerlo, ya me ha avisado que me asegure que el coche está impecable por si a alguien se le ocurre hacer una cabronada. Paré un taxi y me fui a reunirme con mis amigos que me esperaban en un pub mañanero, cuando les conté la aventura me invitaron a otra ronda para celebrarlo. Mi amigo Tony me advirtió -¡Ve con cuidado! este cabrón  averiguará tu dirección por la matricula y puede hacerte una buena putada! -No creo, le contesté riendo, el coche es de tercera mano y aun no lo he cambiado de nombre- y para celebrarlo nos fumamos un par de petas de esos que no hacen sonar el soplamocos.