LIBERTAD CONDICCIONAL

Una vez celebrado el juicio post mortem, los acusados tenemos tres posibilidades:

Somos declarados culpables y se nos condena a cadena perpetua (Los infiernos); ino
centes, y se nos otorga la libertad eterna (El paraíso) o se nos concede la libertad condicional (El purgatorio) y volvemos a reencarnarnos en espera de un nuevo proceso que puede alargarse indefinidamente.

El juez decide en que país, familia y sociedad se nos recluye hasta que se nos llame de nuevo a rendir cuentas y es en ese entorno en que las sectas intentan captarnos para poder influir más ante El supremo.

La pregunta es ¿Cómo sabemos las veces que hemos pasado por el banquillo y sobre todo, de todas la leyes que se nos intentan imponer ¿Cuáles son las que nos permitirán alcanzar la verdadera libertad ?... no te dejes engañar, la respuesta la tienes latiendo en el santuario de tu pecho.