HIJAS
Llegaste a mis manos como un copo de nieve:
menuda, frágil, volátil, asustada.
Fruto de un amor inmenso como el tiempo,
hija de un abrazo profundo,
de un deseo ancestral hirviendo en nuestra sangre.
Niña frutal, amapola en la mies de nuestra vida,
de belleza exquisita y etérea cual ala de mariposa,
arraigaste en nuestros pechos con raíces de estrellas
y esparciste tu aroma en nuestra casa
llenándola de soles y cometas,
floreciendo al calor de nuestro hogar sin techos.
Y te hiciste mujer en un suspiro,
mujer de acero, espíritu de fuego
y tus raíces rompieron nuestra tierra
y tus ramas se alzaron arañando el cielo,
derribando los muros que te protegían,
buscando sendas ignotas entre las nubes negras,
provocando tormentas, desafiando al rayo,
haciendo ecos al trueno y la galerna.
Aún tu veleta gira, cruje y duda
presa del viento helado de la vida
pero sigues creciendo y madurando
sin miedo, sin dueño y sin jardín,
silvestre y libre como el primer día.
Niña del alma, esqueje de mi vida,
mujer indómita que no admites espuelas,
puedes volar más allá de las estrellas,
pero en mi corazón siempre estará tu huella.
Jose Luis Posa (Poesía necesaria)
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menuda, frágil, volátil, asustada.
Fruto de un amor inmenso como el tiempo,
hija de un abrazo profundo,
de un deseo ancestral hirviendo en nuestra sangre.
de belleza exquisita y etérea cual ala de mariposa,
arraigaste en nuestros pechos con raíces de estrellas
y esparciste tu aroma en nuestra casa
llenándola de soles y cometas,
floreciendo al calor de nuestro hogar sin techos.
mujer de acero, espíritu de fuego
y tus raíces rompieron nuestra tierra
y tus ramas se alzaron arañando el cielo,
derribando los muros que te protegían,
buscando sendas ignotas entre las nubes negras,
provocando tormentas, desafiando al rayo,
haciendo ecos al trueno y la galerna.
presa del viento helado de la vida
pero sigues creciendo y madurando
sin miedo, sin dueño y sin jardín,
silvestre y libre como el primer día.
mujer indómita que no admites espuelas,
puedes volar más allá de las estrellas,
pero en mi corazón siempre estará tu huella.
Jose Luis Posa (Poesía necesaria)
Frescura de rocío, flor
de loto
ranita juguetona y cantarina
ruiseñor que despertaba
la mañana
en el plácido estanque
de la vida.
Hija, frágil capullo
primigenio
que brotaste en el
rosal de la ternura
y te abriste al abrigo
de mi pecho
e iluminaste el jardín
con tu hermosura
Hija de la luna y los
planetas,
mujer de belleza
turbadora
con la fuerza del mar
entre tus venas,
con la luz de la aurora
en tus pupilas.
Tienes el cósmico
hechizo de las diosas
el empuje ancestral de
las mareas,
el fuego redentor de
Prometeo
y la furia de Eolo en
tu melena.
Que la montura no
encorve tus espaldas
que el miedo no te
emboque con sus bridas,
que la vida te sirva de
pradera,
y que el cielo ilumine
tu andadura.
Hija de un amor tan
inmenso como el tiempo
que
ese amor reverdezca en tu cintura
JOSÉ LUIS POSA
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