Hay dos santuarios donde oficiar el amor: la alcoba y la cocina, ambos necesitan tiempo, cariño y dedicación y en ambos lares el placer es la cosecha merecida. La cocina y el amor son dos liturgias en las que ambos cooficiates disfrutan plenamente de la ceremonia y en la que los papeles pueden alternarse en su uso y disfrute, en ambas ceremonias, los detalles son determinantes, las velas. la música y un bien vino forman parte de ese rito que nos hace sentir amantes y amados en un solo gesto y en solo tiempo.
Toda revolución es una espiral de revoluciones en la que siempre acaban triunfando los mas crueles.
La verdadera generosidad no consiste en compartir el dinero que te sobra si no el tiempo que te falta.
Alcanzar el paraíso es comprender a quien no comprendiste, entender lo que no entendiste y perdonar a quien no perdonaste, descubrir el valor del sentimiento, el precio de la verdad y el calor de un abrazo. Es una pena que tengamos que buscar en otra vida lo que podemos disfrutar en esta.
Tal y como van las cosas voy a dejar de ser apátrida para convertirme en extraterrestre.
Brilla mas la verdad en la sombra que la mentira bajo la luz de los focos, pero la manipulación informativa nos deslumbra hasta cegarnos.
Hay estampillas de correos sobre las que no escupo porque no merecen mi saliva.
Hay quien ve la paja en el ojo ajeno y no ve el polvo en el propio.
Esmalte de Encarna Ferrer Castillejo
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