Acabo de releer y digo releer porque lo he repasado varias veces, el libro “La Señora Dalton” de Alicia Lakatos y como todos los anteriores, me ha cautivado desde el primer momento, Alicia es una maestra en el arte de hilvanar diálogos de tal manera que mientras lees te da la impresión de estar escuchándolos, es como si asistieras a una obra de teatro sentado en medio del escenario.
En esta ocasión, la autora ha escogido un tema en el que es una experta, la ópera y no lo es tan solo por haber asistido a cientos de conciertos y representaciones si no, sobre todo, por ser ella misma una voz vibrante, intensa y poderosa en ese difícil género que es “El bel canto”.
El libro nos habla de una profesora especializada en ópera, experta, exigente y capaz de exprimir lo mejor de cada aspirante a tenor, soprano o cualquiera de sus matices tanto líricos como humanos, nos habla de la lucha encarnizada por llegar al estrellato, de la dificultad por encontrarse a sí mismo y sobre todo de ese empecinamiento por alcanzar unas metas para las que quizás no estemos preparados.
Os recomiendo leerlo junto a un equipo de alta fidelidad y escuchar cada una de esas arias de las que nos habla para comprender la magnificencia de esas catedrales sonoras que Verdi, Wagner o Donizetti en las voces de Domingo, Caballé o Pavarotti levantaron para historia.
Si no conociera personalmente a Alicia diría que el libro es autobiográfico, porque su genio, carácter y amor por la lírica me la recuerdan, incluso en algunos diálogos me parece escuchar su voz vibrante y poderosa guiar a los alumnos por el buen camino aún en contra de su voluntad y de sus deseos.
Pero no solamente nos habla de música, también nos muestra la complejidad de las pasiones humanas: el amor, la envidia y el resentimiento en un entramado emocional que nos cautiva hasta la última nota.
Alicia se supera en cada uno de sus libros “La Señora Dalton” es (por el momento) la cima de su obra, no os la perdáis y sobre todo, abrid el corazón y los oídos a esa “lirica” que tanto necesitamos en este mundo prosaico y materialista, a buen seguro “Una furtiva lacrima” humedecerá vuestras pupilas y marcará un nuevo “tempo” a vuestro corazón.
JOSÉ LUIS POSA
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