Soy uno de esos tipos que pueden llegar a correr el riesgo de considerarse listos. Los éxitos intelectuales son capaces de alimentar una vanidad recalcitrante. Acierto un asombroso número de preguntas en los concursos de la tele, pero desde casa, para no apabullar. Mi intuición y capacidad analítica me hacen adelantarme a los Ministros de Economía en cuanto a tendencias económicas, e incluso a los propios ciclos. Y en mi trabajo, cuando surge una cuestión complicada, mi opinión es de obligada referencia. Mis compañeros y amigos me admiran, y yo se lo digo. No me admiréis en voz alta, que después tiene que ocurrir algo para darme cuenta.
Algo como cuando compré la cámara de vídeo. Yo era un gran aficionado a la fotografía, especialmente a la fotografía vertical. La fotografía vertical me conmueve. Pero entonces compré la cámara, y busqué planos imposibles, e imágenes subyugantes. Y antes de darme cuenta estaba filmando con la cámara al revés. Pero no me di cuenta en el momento, sino cuando me puse a editar la cinta y vi a toda esa gente con los pies en el lado izquierdo del monitor y la cabeza en el derecho. Y pensé en que tendría que dar la vuelta a la tele, porque esa realidad invertida no servía ni como cine experimental. Y pensé que después de todo no era tan listo. Era uno más. Y yo se lo conté a mis amigos, para que me creyeran. Y dejaran de contribuir a hacerme sentir aquello que no soy.
Y es que es mucho más duro darse cuenta de sopetón, cuando pasa algo que tratar de contener la arrogancia día a día. Para eso fue muy útil dejarla marchar, pues lo de la cámara no deja de ser anecdótico. Pero cuando a diario me llega su recuerdo, y la pienso andando con sus zapatitos y su sonrisa amplia mirándome feliz, con sus pies a la derecha de mi cabeza, y su cabeza a la izquierda, pues los recuerdos son así de caprichosos y experimentales, me pongo en mi sitio, y me digo que después de todo no soy tan listo. Después de todo soy un idiota que correría el riesgo de creer lo contrario si no fuera por ella, las imágenes invertidas, y unas cuantas cosas más.
PAT
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