Cuando escucho a un hombre jactarse de haber “poseído” a una mujer no puedo por menos que alucinar por la estupidez y el machismo que la palabra encierra.
Siempre es la mujer la que nos posee, nos engendra, nos acoge en su seno para darnos la vida, incluso en el acto de amor es ella la que nos bendice en sus brazos, nos recibe en su vientre y comparte con nosotros el placer y la entrega.
Si en verdad has gozado del amor de una mujer jamás la has “poseído”, te ha acogido entre sus brazos y ha recibido tu simiente para compartir su vida contigo, mientras no entiendas esto, solo serás un “poseso” de la ignorancia, la soledad y el machismo, un alma en pena incapaz de merecerla.