domingo, 19 de febrero de 2023

UN ARGUMENTO DEMOLEDOR

 



En el interior de un conocido establecimiento, aguardo con paciencia mi turno para abonar en caja las compras realizadas. Hay una excelente afluencia de público.

Un hombre se aproxima al mostrador, obviando con descaro la llamativa fila de clientes que se extiende a su izquierda. Todos los presentes comprobamos que al individuo le importa bien poco el considerable espacio de tiempo que llevamos estoicamente esperando los demás a ser atendidos.
Comienzan a escucharse los primeros murmullos sobre su desvergonzada actitud; pero él se dirige al dependiente con el tradicional: "mire, por favor...". Nos miramos unos a otros. "¡Qué desfachatez", grita ya alguien. La tensión va en aumento.
Entonces, el hombre se gira hacia todos nosotros y dice: "como tengo el coche en doble fila, yo soy el siguiente. ¡Qué más quisiera yo que haber encontrado sitio!". Y alucinados nos quedamos todos.
Una señora, que se mostraba ya muy curtida en batallas de este tipo, reaccionó de inmediato: "No, caballero; usted sale, aparca bien su coche, regresa si le place y se pone a la cola". Esto desconcertó por completo al señor, que desistió de su intento, probablemente desolado ante nuestra 'falta de solidaridad'.
GLORIA GOMEZ

domingo, 12 de febrero de 2023

CORDÓN UMBILICAL

 


Los poetas nos hablan de ese cordón umbilical que les une a algo o a alguien, es verdad que a su través se transmite oxigeno, alimento ¡vida!, pero no olvidemos que con él también se han ahorcado poetas, amantes y nonatos que no han sabido o no han podido liberarse a tiempo, ese cordón tiene fecha de caducidad y el que no puede cortarlo en su momento acaba ahorcado o desangrado entre sus lazos. Al volante de la vida solo debemos mirar el retrovisor para a adelantar, para ceder el paso a los que vienen con prisa y asegurarnos antes de tomar una salida, nuestra "autovida" no permite cambios de sentido y nuestro buga no tiene airbags ni g.p.s.

miércoles, 8 de febrero de 2023

LA MIRADA DEL ALMA

 

Si aprendiéramos a mirar con los ojos del alma, tendríamos las cosas mucho más claras. Los ojos del cuerpo solo pueden ver la luz, los ojos del alma captan la verdad, el sentimiento, el dolor, la alegría, el amor. Los ojos del alma son capaces del ver el aura, se comunican con las otras almas y no mienten, porque son su puro reflejo. Hay gentes que a través de los ojos trasmiten paz y amor, mientras que otros nos sobrecogen con su agresividad su maldad y sus miedos. Una mirada del alma puede sanar o puede enfermar, el llamado "mal de ojo" no es una metáfora, hay gente capaz de herir e incluso matar con una mirada aunque la escondan detrás de unas Prada o una sonrisa hipócrita, parafraseando a Jesús os diría "por sus brillos, las conociereis".