PARA LA LIBERTAD...

 

La libertad es el derecho a luchar por la felicidad, la perfección y la realización como seres humanos. La vida es como un orfeón, los más privilegiados tenemos el derecho a elegir en que coral actuamos, a negociar el repertorio y a votar al director que más nos interese, pero una vez aceptadas las condiciones debemos ceñirnos a las normas que hemos consensuado, lo que no podemos es desafinar, desobedecer a la batuta o cantar por nuestra cuenta y destrozar el trabajo de toda la coral.

Si el director no ha cumplido las expectativas, debemos montarle una moción de censura, si la partitura no es la propuesta, exijamos la restitución de la acordada, pero lo que no podemos hacer es desafinar en un concierto y hundir el trabajo de todo el grupo por nuestro desacuerdo, siempre nos queda la opción de avandonar el auditorio y buscar nuevos horizontes.

Nos creemos los mejores tenores, los solistas sin los que el recital seria un fracaso, pero solos, sin coros y sin orquesta, seriamos como grullas en un estanque.

La libertad es el camino a la perfección y la perfección es una utopía que debemos perseguir tomados de la mano, puede que no la alcancemos nunca pero la belleza siempre estará de nuestro lado y sobre todo, la satisfacción de haberlo hecho lo mejor posible, de formar parte de un todo en el que no somos únicos pero que somos imprescindibles “Todos para uno, uno para todos y todos para todo”