En un mundo inundado de comida basura, cada vez más gente se conciencia y decide consumir productos ecológicos, esta demanda creciente ha hecho que muchos agricultores y granjeros se dediquen a cultivar y criar alimentos naturales y los supermercados ya ofrecen secciones exclusivas para estos productos.
Podemos degustar pollo y huevos de corral, jamón ibérico de bellota, frutas y verduras cultivados sin insecticidas ni abonos químicos, ternera criada con pasto en los prados o pescado de playa recién capturado, ensaladas crujientes y sabrosas; podemos adquirir azúcar cande, sal marina, aceite de olive virgen, miel certificada y leches y zumos vegetales naturales.
Debemos regresar a los fogones, eliminar alimentos precocinados y frutas de invernaderos industriales, debemos huir de la carne y los huevos producidos artificialmente y del pescado de criadero, todos ellos contaminados de antibióticos y hormonas, consumir pan integral artesanal y borrar de la dieta el azúcar blanco, un autentico veneno.
La bebidas edulcoradas y gaseosas deben ser sustituidas por zumos naturales, cerveza o vino de calidad y el café, en la medida de lo posible, por infusiones de hierbas y huir de los helados y bollería industrial como de la peste.
Debemos presionar a los partidos políticos y gobiernos para que apoyen y financien a los agricultores y ganaderos ecológicos, para que bajen el IVA de estos productos y evitar que solo las familias con alto poder adquisitivo puedan acceder a ellos, el estado recuperará con creces los descuentos al disminuir drásticamente ingresos en hospitales y enfermedades.
A primera vista, puede parecer caro y complicado, pero os aseguro que en unos meses la mejoría es tal, que ya no piensas en volver a la comida basura, nuestra salud y la de nuestros hijos nos lo agradecerán.
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