En el mundo hay dos grandes fuerzas; la fuerza del trabajo y la fuerza del capital. Los integrantes de las fuerza del trabajo: anarquistas, socialistas y comunistas cuando tienen discrepancias graves se matan entre ellos, las fuerzas del capital no se matan entre ellos, alistan a ejércitos de trabajadores para que les sirvan de carne de cañón mientras les arengan con sus himnos y banderas. El tribalismo siempre ha podido mas que las ideologías y el capitalismo utiliza ese trauma ancestral para acabar con todas los regímenes y sistemas que han intentado unir a la masa trabajadora hasta el punto que esta ha perdido su conciencia de clase y se ha convertido en presa fácil para especuladores y carroñeros que les hacen sentirse propietarios cuando se tienen que pagar a plazos hasta el nicho.
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