ESPAÑA EN LLAMAS

El proces y la brutal represión son las dos caras de la misma moneda. Dos partidos corruptos incendian el bosque para que nadie se de cuenta que habían talado y vendido la mitad de los árboles. La antigua CIU y el PP echan gasolina sobre un monte seco y se culpan los unos a los otros del incendio, los ex convergentes venden una utopía que saben irrealizable para movilizar a una población crispada por la sentencias del constitucional contra un estatut aprobado por las cortes españolas y el congres catalán y convocan un referéndum sobre la autodeterminación, el gobierno central dirigido por Soraya Saenz, en lugar de ignorar la consulta por "ilegal" y dejar hacer, envía a miles de antidisturbios a masacrar a ciudadanos indefensos por el solo hecho de querer ejercer su derecho a voto, un derecho reconocido por el tribunal de derechos humanos de la ONU y firmado por España, la suerte está echada, el govern declara la D.U.I. y el incendio se expande por toda la piel de toro. Nadie habla ya de Gurtel, de Púnica ni de los Eres, nadie recuerda el 3% o del Palau, o de los pufos millonarios en las comunidades de Madrid y Valencia, los bomberos del PP riegan el bosque con gasolina mientras el paro, las pensiones, las listas de espera y la deuda de la banca desaparecen del parte diario, ya no existe más problema que los catalanes y la ultraderecha se apresta a recalificar los terrenos.
Esperaba que la llegada de Sánchez al poder supusiera hidroaviones descargando agua sobre el incendio, pero las cloacas andaluzas apestan y hay que seguir echando leña al fuego para que el aire siga irrespirable, las cargas brutales de la policía contra los manifestantes en Barcelona, es otra cuenta en este rosario del misterio doloroso que se nos clava entre los dedos. Mientras, Torra y su gobierno continúan sin aprobar los presupuestos de La Generalitat y muchos de sus partidarios piden ya su dimisión y la convocatoria de elecciones, que junto al indulto de los presos políticos seria un primer paso para atajar las llamas, pero por una y otra parte no hay más voluntad que la de un "diálogo de besugos" en la que los sordos tienen la palabra. El incendio es muy perjudicial para Cataluña, pero también para el resto del estado, si no ponemos fin a este infierno, acabaremos todos pasto de las llamas , eso si, cada uno abrazado a su banderita.