Las banderas son las muletas con las que el poder nos lleva ente el estoque, los sudarios de los pobres que mueren por defender a los poderosos, las cortinas con las que los políticos esconden sus miserias.
No me importa en absoluto el nombre ni la bandera de mi tierra; decía mi abuelo "Mi patria es el territorio que puedo recorrer en un dia a caballo", en la actualidad. el caballo sería un reactor dando la vuelta al planeta. Lo que en verdad me importa es que mi familia, mis vecinos, mis gentes estén sanas, bien alimentadas y que tengan igualdad de oportunidades sin distinción de sexo ni de origen, lo que en verdad me importa es que se respete la naturaleza, que la justicia sea un derecho innato y que la "democracia" no sea la mordaza con la que se nos ahoga.
Quiero un país donde los niños crezcan felices y con perspectiva de futuro, donde nuestros mayores no sean encerrados en trasteros y donde la paz no sea un cementerio de esclavos, quiero un país donde no importe el color de la piel, el idioma ni la riqueza. donde compartir sea la religión y el amor sea declarado patrimonio nacional.
¡No, flautistas abanderados ! yo opino como Salvat Papasseit, el poeta ácrata del que nadie se acuerda y menos los independentistas catalanes
"Yo no quiero alistarme bajo ninguna bandera", lleve aguiluchos, hoces martillos o estrellas, las únicas estrellas a las que venero son las que brillan en el cielo en una noche de invierno y retomando a Salvat-Papasseit " Lo que penseis de mi, no me interesa en absoluto...."
No hay comentarios:
Publicar un comentario