Las últimas sentencias judiciales en las que se liberan violadores y asesinos a los pocos años, la impunidad de rateros, carteristas, maltratadores y corruptos y el brutal castigo a aquellos que salen en defensa de los agredidos o que en defensa propia causan la muerte de los asaltantes, es una maniobra para presionar al pueblo a exigir la pena de muerte y la cadena perpetua, una estratagema para utilizar la ley al servicio de los poderosos hasta sus ultimas consecuencias y disponer del derecho a la vida a su antojo. El fascismo judicial es el mas peligroso de todos porque mina las raíces de la sociedad y de la convivencia, no caigamos en esa trampa.
Si los legisladores a los que pagamos a precio de oro hicieran su trabajo, adaptarían las leyes a las necesidades de la sociedad y de los tiempos y controlarían a un poder judicial cada vez mas disparatado y prevaricador en lugar de pelearse entre ellos por un trozo de la tarta.
El nazismo y el fascismo se impusieron en las urnas cuando la situación económica y social en Alemania e Italia de hizo insostenible y aquí vamos por el mismo camino.
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