LA IGLESIA CATÓLICA NO TIENE NADA DE CRISTIANA

Jesús, María, sus discípulos y todos sus primeros fieles eran judíos, hablaban arameo y jamás pensaron en crear una nueva religión. Jesús fue ejecutado según el rito romano por legionarios del imperio a las órdenes del gobernador Pilatos y a instancias de los fariseos del sanedrín. Años después de su ejecución, Roma destruye Jerusalén y escampa a los judíos sobrevivientes por todo el imperio creando, según la iglesia, infinidad de mártires, los seguidores de Jesús (considerado por ellos como un profeta) no tenían jerarquía eclesiástica, sus sacerdotes eran gente del pueblo elegida por sus virtudes y su capacidad de comunicación, eran padres de familia y tenian sus oficios y profesiones. A principios del siglo IV, se produce una guerra civil por la sucesión entre los partidarios de Majencio y los de Constantino, este, a fin de asegurarse su apoyo, firma el edicto de Milán por el que reconoce el cristianismo como doctrina del imperio y años más tarde convoca el concilio de Nicea en el que se sientan las bases de cristianismo oficial considerando herejes (arrianos) a todos lo que no adoraran a Jesús como Dios y dando a la nueva iglesia un poder como jamás había disfrutado ninguna religión en el imperio. La Iglesia católica sienta sus sedes en Roma, adopta el latín como lengua oficial y ejecuta o destierra a todos los que no comulgan con sus dogmas y liturgias que nada tienen que ver con la doctrina de Jesús.
Desde entonces, la Iglesia católica ha pactado con todos los gobiernos e ideologías a fin de asegurarse el poder, ha proclamado la guerra santa (cruzadas) y el exterminio (evangelización) del nuevo mundo. Es considerada como uno de los centros de poder más importantes de la tierra y fundadora de un estado (El Vaticano) con una inmensa capacidad financiera a parte de los inmensos tesoros que ha ido rapiñando por todo el orbe.
La Iglesia Católica traicionó a Jesús y lo convirtió en Cristo, aborreció de sus orígenes, su idioma y sus costumbres y convirtió a los Judíos en deicidas, cuando las primeras generaciones de cristianos (como él mismo) fueron judías y condenó a la tortura y a la hoguera a millones de personas por no comulgar con sus dogmas
Si Jesús resucitara y viera los lujos y corrupciones vaticanas, si contemplara su imagen crucificada escoltada por legionarios armados cantando “el novio de la muerte” cuando fueron legionarios quienes lo crucificaron correría a latigazos a esta fauna hasta los mismo infiernos. Está claro que Jesús no es Dios porque si los fuera de toda esta fauna diocesana , no quedaría ni uno.