La huelga es un derecho, no una obligación, los llamados "piquetes informativos" se formaron al principio de la era industrial para "informar" a los trabajadores de que había una huelga y para presionar a los patronos a que no tomaran represalias contra los huelguistas, pero hoy en día se han transformado en sicarios de los organizadores que obligan a todo el mundo, quiera o no quiera, a cerrar sus negocios y establecimientos, en grupos descontrolados que cortan autopistas y ferrocarriles, incendian cientos de neumáticos produciendo una contaminación brutal y causando millones de pérdidas a la causa que dicen defender. Los que dicen defender la democracia y el derechoa voto, deberían ser consecuentes y respetar el derecho a disentir, a no participar en una huelga con la que no se está de acuerdo. No es cuestión de estar a favor o en contra de sus postulados, una causa se puede defender de mil maneras sin perjudicar a todo un país, se puede ser independentista, feminista o comunista respetando esa democracia que nos llena la boca pero que nos cuesta tanto respetar cuando hay que demostrarlo. Las diferencias laborales pueden acabar dirimiendose en una huelga, la diferencias políticas se negocian en los parlamentos y el las urnas, si no aceptamos este postulado no respetamos la democracia. Podemos manifestarnos, salir a la calle y exigir nuestros derechos pero siempre pacíficamente como lo hace el pueblo catalán, pero emplear la fuerza bruta y la coacción es hacer el juego a la extrema derecha, a veces los extremos se tocan hasta formar un circulo vicioso y yo no quiero quedarme dentro.
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