Estoy tan agotado,
que siento como las olas de energía
mueren en la arena
sembrando mi playa
de algas y bostezos,
de espumas y lágrimas.
de conchas y suspiros.
Los ojos
se derraman,
el cuerpo se retuerce
y la
mente zozobra entre sargazos
con los remos rotos
y las velas desgarradas.
Arrojo el ancla entre las sábanas
y me
entrego a los brazos
de musas y sirenas;
Mientras mis ojos
sueñan anocheceres de plata
y
amaneceres de fuego,
el sol parece despedirse
antes de que la luna
se haga la reina de los cielos.
Mañana será otro día,
¡ojala fuera también otro siglo,
otro milenio, otra era...!
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