El fascismo no es una doctrina politica, es una filosofía vital. Hay fascistas azules y fascistas rojos. El fascismo es totalitario, machista, racista y no admite el diálogo. Desprecia a las minorías étnicas, pisotea a los débiles y se humilla ante los pòderosos, es militarista, admira la fuerza bruta y desprecia la razón; defiende y pone en práctica la eugenesia y el malthusianismo social. Utiliza la religión, cualquiera que sea, como arma y como coartada, justifica los medios para conseguir sus fines aunque estos sean despreciables. Se inclina ante himnos, banderas y desfiles, desprecia las humanidades y la cultura y se cuadra ante el dinero y el poder. La mayoría de ellos se refugian en las dictaduras de uno u otro color y se infiltran en las democracias para destruirlas o manipularlas a su antojo. España ha sido, desde siempre un reducto fascista, donde han triunfado cuartelazos, monarquías absolutistas e imperialismos genocidas, donde se admira la corrupción y se envidia el trabajo bien hecho, donde la justicia ha estado al servicio del poder y el capital pilotando la nave.
El fascismo es un virus que ataca el tejido social hasta descomponerlo y convertirlo en carroña politica para alimento de sus buitres y hienas y eso es lo que están intentando en estos momentos. Hoy han fracasado en el primer intento, pero volverán al ataque con más saña, o acabamos con ellos o ellos acabarán con nosotros, ellos nos enterraron en las cunetas, nosotros, los enterraremos en las urnas.
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