Que Moreno Bonilla proponga a Blas Infante y a Lorca en su discurso de investidura como andaluces ejemplares, es uno de los más desvergonzados actos de cinismo que he tenido que sufrir. Que un presidente aupado por el fascismo tenga la crueldad de ensuciar el recuerdo de dos asesinados por quienes lo han aupado a la poltrona, que un abanderado contra la memoria histórica tenga la desfachatez de tomar en vano el nombre de quienes aún descansan en las cunetas. es una muestra de la politica carroñera que la ultraderecha nos depara. No tienen dignidad, no tienen conciencia, no tienen humanidad, lo único que atesoran es ambición, crueldad y ansias de poder, o la democracia acaba con ellos, o ellos acaban con la democracia.
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