HOY NO TENGO PALABRAS

Hoy no tengo palabras... cuando el poeta queda mudo es porque el sentimiento le desborda, le supera, le arrasa. Hoy te he besado, he bebido de tu boca como un asceta en el desierto. Moría de sed de tus labios, de tus pechos, de tu fruta madura y perfumada, pero me he conformado con beber de la fuente de tus besos a pesar de que me hubiera colmado con tu esencia de mujer, hubiera mordido tus fresones salvajes y me hubiese embriagado lamiendo hasta tus más incógnitos recodos. He ardido en deseos de amasar tus senos de hundir mis dedos en tu llaga sagrada, pero he podido controlarme a pesar de tenerte tan cerca.
Gracias por darme lo mejor de ti, tu ternura, tu mirada inmensa tu abrazo profundo tu amor sin condiciones, gracias por no haberme arrastrado al borde del abismo, por haberme tomado de la mano recorriendo paisajes de infinita belleza. Hoy he encajado una ficha que llevaba una vida en mis manos. Sé que a partir de ahora el futuro es nuestro y que nosotros marcaremos el espacio y el tiempo, que cada nuevo paseo será un paso hacia ese zenit que nos espera en el horizonte.
Te quiero, te deseo y te admiro. Hoy mi corazón se ha llenado de ti hasta rebosar por las costuras, y ha crecido para hacerse más grande y poder amar todavía más.
Eres una mujer hermosa, tierna, dulce y sensible, una mujer que el mejor de los hombres amaría profundamente.
Un día dejaste un herida en mi alma, hoy tras siglos de distancia, esa herida ha florecido y me ha entregado la más fragante de las rosas, la rosa de un amor joven, puro y perpetuo, que siempre guardaré dentro del pecho. ¡TE AMO!