Participé en el referéndum, porque nada ni nadie puede acallar a un pueblo, aun a riesgo de ser vapuleado por los gorilas uniformados, apoyé con todas mis fuerzas una entente para lograr un punto de encuentro y poder proseguir juntos el camino, pero me han fallado ambas partes. Que el gobierno de Rajoy haría todo lo posible por entrar en una guerra que tenia ganada de antemano, entra dentro de la lógica de los estados imperialistas que prefieren guerra ganada a paz pactada, pero el órdago lanzado por Puigdemont sin tener ni un solo triunfo no se puede calificar de farol, ha sido un espejismo.
Proclamar la república catalana sin el más mínimo apoyo internacional, con el poder económico en contra y sin una estructura estatal preparada para tal evento es como mínimo, temerario aunque en este caso acabará siendo suicida.
No se puede jugar con los sentimientos de la gente, no se puede ofrecer una alternativa sin detallar los pros y los contras de apoyar esa decisión y en este caso, nadie ha explicado que pasaría tras declarar la independencia, aun en el supuesto que el estado central no interpusiese el 155.
Si en lugar de tener en España un gobierno filofascista como el del PP hubiésemos tenido uno dialogante e inteligente, hubiera ofrecido una negociación INMEDIATA sobre financiación y reformas constitucionales y se hubiese abierto una puerta de emergencia, pero los imperialistas solo entienden de rendición o aniquilación.
¿Que gana El President Puigdemont y su gobierno? ¿Pasar a la historia como mártires en manos del centralismo imperialista o como artífices de la ruina de Cataluña?
En este cuento ha habido dos flautistas y los dos han conducido a sus seguidores al precipicio, mientras las ratas se quedaban a salvo saqueando al pueblo.
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