Becarios los ha habido toda la vida, antes se llamaban aprendices o meritorios, empezabamos con catorce años, trabajábamos a jornada completa sin cobrar o cobrando una miseria y sin seguros, limpiábamos piezas, talleres y wateres. Servíamos cafelitos y éramos carne de colleja y motivo de mofa y escarnio para los mayores, a los talleres no les interesaba enseñarnos porque sabían que luego podíamos montarnos por nuestra cuenta, si en verdad queriamos aprender un oficio teníamos que recurrir a un familiar o a un amigo mayor para que nos enseñara. Había auténticos negreros y el sindicato horizontal los apoyaba, lo que sucede actualmente con los becarios, en algunos casos es vergonzoso, pero aun así, están a años luz de lo que nos putearon a nosotros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario