El trabajo de autoedición es duro, agotador e inacabable, pero a cambo, te da unas satisfacciones que ninguna editorial podrá proporcianarte. Engendrar un libro es un proceso largo, intimo y a veces doloroso pero cuando tus hijos cobran vida, debes entregarlos en adopción, y te preguntas ¿Que será de ellos? ¿se cubrirán de polvo en una estanteria? ¿serán maltratados y abandonados en una alacena, o serviran de pasto al fuego del olvido?.
Yo tengo la suerte de conocer a cada uno de sus padres adoptivos, sé que los cuidarán, los mimarán y envejecerán con ellos, sé que les darán conversación y que muchas noches los acunaran junto a su pecho, de alguna manera, entre ellos y yo se establece un lazo indestructible y sé que acojeran a mis vastagos nuevos con el mismo cariño que a los primeros
Soy consciente de que por las cadenas de distribución vendo muchos mas libros que en mi peregrinar puerta por puerta, pero tambien sé que cada corazón que se les abre, quedará abierto para siempre, el poeta pone la simiente, pero es el lector quien la acoje sn su tierra y quien recoje sus frutos.
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