Algo de verdad tienen las religiones cuando dicen que el cuerpo es sagrado, nuestro cuerpo es la imagen que ofrecemos a los demas y la que nos devuelve el espejo, nos condiciona desde que nacemos y marca a perpetuidad nuestro caracter. Nuestras arrugas, nuestros michelines (y aquí entramos todos, mujeres y hombres), nuestras barriguitas y nuestra celulitis
están esculpidas con el cinzel del tiempo y con la escarpa de nuestros vicios.
están esculpidas con el cinzel del tiempo y con la escarpa de nuestros vicios.
No se trata de asistir impasibles a la degeneración de nuestro cuerpo, debemos asumir que con los años hemos de cuidarnos más, por dentro y por fuera, e intentar corregir algunos excesos de juventud. Una de las mas excelsas formas de belleza es la serenidad, una mirada apacible, un rostro relajado por el descanso y por la paz interior, no necesita mucho para ser hermoso, a pesar de sus patas de gallo o de una nada clásica nariz.
Los canones de belleza se han convertido en cadenas para muchas personas y motivo de frustración y complejos, cuando amas a una persona, la quieres como es, y asumes sus virtudes y sus defectos porque forman parte de ella, la cirujia solo deberia aplicarse en casos graves, accidentes o deformaciones degenerativas, la mejor terapia contra el inevitable envejecimiento es la aceptación (que no resignacion), la autoestima y la paz interior... y sobre todo el amor.
Jose Luis Posa
No hay comentarios:
Publicar un comentario