Cuando pasa la riada
quedan rotos los diques
anegados los campos
e inundadas las casas.
Se retiran las aguas
dejando un rastro de muerte,
pero incluso en esas aguas asesinas
hay semillas de vida
y la tierra las acoge en su seno.
Los campos asolados
verdearan de nuevo
y la próxima cosecha
devolverá la vida a los sembrados,
las casas se alzarán mas altas y seguras
y los puentes volverán a enlazar los
caminos.
Por mucho que nos pese,
la muerte es la puerta que da paso a la
vida.
Jose Luis Posa (Poesía necesaria)
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